18 de Diciembre Bangkok ✏️ Diarios de Viajes de Tailandia

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18 de Diciembre Bangkok

8 de Diciembre

Nos levantamos sin prisa, desayunamos tranquilamente, mientras nos acordamos del fantástico día de ayer. Bueno de Bangkok ya hemos visto lo más importante, con lo que ahora no lo tomaros aun con más tranquilidad, le comento a Ana. Ya llevamos una semana en Tailandia, el tiempo pasa muy rápido cuando uno esta de vacaciones, es como si el reloj se acelerase. Bueno es otra vez fin de semana y en Bangkok en sábado o domingo la visita esta clara, el mercado de Chatuchak.

Antes de salir del hotel, converso con los tucktuckeros, que si saben donde puedo ver el partido del mundialito entre el Barça y el Santos, muy amables me dicen que espere, unos de ellos sale corriendo, al poco rato me dice que en el bar que esta detrás del edificio de enfrente lo ponen y que es a las 20:00 horas, ok le respondo dándole las gracias.

Nos dirigimos andando a la estación de Nana del Skytrain, durante el camino pasamos unas vías, por las cuales como es lógico pasa algún tren, pero da igual junto a las vías han montado un mercadillo de comida, el tren pasa justo, vamos que no se lleva un puesto de milagro.

La estación de Nana esta hasta la bandera , nos preguntamos que cuando llegue el tren como vamos a entrar, el tren se acerca y cuando empieza a parar nos damos cuenta que en el tren todavía hay más gente que en la estación. Pero aquí eso no es problema, el tren para, las puertas se abren, la gente espera a que baje el ultimo pasajero, cuando este baja empiezan a subir, en orden, sin empujones, cediendo la vez, tenemos mucho que aprender de esta gente.

El tren arranca y todo el mundo se balancea hacia atrás y luego hacia delante, como si fuéramos el péndulo de un reloj, la gran mayoría de los pasajeros no están agarrados a ningún sitio, no es necesario, tal y como vamos es imposible caerse. El tren para en la siguiente estación, alargo el cuello para ver como esta la estación de gente, y como va a estar pues repleta, no se baja casi nadie, pienso en voz alta, (nadie me entiende), “si entran los que están afuera el vagón revienta”. Pero no todo el mundo se coloca como puede, una pierna para acá, la otra para allá, subo el brazo, pero nadie se pone nervioso, todos intentamos colocarnos, el tren vuelve arrancar y todos volvemos a pendular con lo que el que no se había colocado ya se coloco con ayuda del péndulo ¡pero aun quedan más estaciones! Por fin llegamos a nuestra estación, Ana y yo nos miramos y la digo: cuando se abran las puertas esto va aparecer una botella de champan agitada, pues no, todo el mundo baja con tranquilidad y sin prisa.

El tren se queda casi vacío, esta estación es de transbordo, por eso la mayoría se bajan, todos echamos a andar para el mismo sitio, es lógico todos vamos al mercado ósea que el siguiente tren que debemos de coger también iremos como sardinas en lata y así fue.

Pasamos por el parque, el cual ya conocemos es la segunda vez que vamos al mercado, escogemos un sitio y hora para quedar, en este banco dentro de dos horas, llegamos al mercado y cada uno a ver lo que más le gusta.

Yo empiezo, por la zona de electrónica, solo por echar un vistazo, aquí de electrónica mejor no comprar nada, sigo por un pasillo el cual esta lleno de tiendas de suvenires, entre las que hay tiendas que venden fotos impresionantes de Tailandia, su cultura, sus gentes… Me entretengo haciendo fotos a todo sobre todo a la gente.


Las dos horas pasan pronto, vuelvo al parque a encontrarme a con Ana, la cual aparece al poco rato, comentamos lo que hemos visto cada uno, ahora vamos a pasear por la zona de los puestos de comida, estos son los mejores, es increíble la variedad, cantidad y calidad de comida que hay.

Bangkok aparte de ser una gran ciudad con sus atascos, polución, ruido y caos tiene sitios realmente bonitos y bellos, como el Palacio Real, El Wat Pho… Pero si me tengo que quedar con algo, es con sus mercados, su gente. Es por decirlo de alguna manera un gran bazar de comida callejera, en cualquier sitio y a cualquier hora puedes encontrar estos puestos, carritos con ruedas, puestos ambulantes, en fin de todo.


Cualquier sitio es bueno para comer, puedes comprar una brocheta de pollo recién hecha y sentarte en el bordillo de la acera a comerla, puedes pasear mientras degustas un fantástico plato de Pad Thai, o degustar sus fantásticas y dulces frutas en un parque.


Decidimos volver al hotel a descansar, el chico de la recepción me dice que el Madrid a perdido 3-1 contra el Barça, es lo que hay, pocas cosas son tan internacionales como el futbol. Subimos a la habitación, comemos algo de fruta la tenemos en la habitación, todos los días no ponen un cestito con fruta fresca, como dije antes son un autentico manjar, una siestita.


La tarde la dedicamos a visitar el parque de Lumphini, no tiene tampoco nada de especial, una gran zona verde en la ciudad, donde los thais se pueden relajar, pasear, correr. Nosotros nos entreteníamos mirando como los varanos (lagartos) tomaban el sol, estos no eran tan asustadizos como los de Ayutthaya, están más acostumbrados a la gente.

No he podido hacer fotos de noche del Palacio Real, me acerco a recepción y pregunto si es peligroso ir de noche a esa zona, me respondieron que no había problema, me lo imaginaba. En el tiempo que llevamos en Tailandia no hemos tenido ni el más mínimo percance.

Cogemos las cámaras, objetivos, trípode en fin todo el material fotográfico, al tucktuck y para el Palacio Real.

Otra vez acertamos, llegamos cuando empezaba anochecer, enfrente del palacio hay una enorme explanada de hierba, es decir un prao como dicen en mi zona. Antes voy a por unas cervezas, por cierto la cerveza que tomábamos aquí era la Chang, hay varias y están bastante buenas, yo escogí esta por lo fácil del nombre, “Two Chang big” lo entendían a la primera, aunque birra también es internacional.


Coloco el trípode mientras Ana se tumba en el césped, disfrutando de la noche, bueno estuvimos un buen rato sacando fotos y disfrutando de las vistas. Decidimos ir entonces a una de las calles mas famosas de Bangkok, Khao San Road.


Khao San Road, la primera palabra significa arroz, hace bastantes años aquí se comerciaba entre otras cosas con arroz de ahí su nombre, aunque por ponerla un nombre la podían haber puesto Mochilero San Road, ya que esta calle esta repleta de hoteles, hostales donde los mochileros, pueden dormir barato.

No me gusta la palabra mochilero, creo que es despectiva hacia un turista o viajero, con poco dinero, pero no creo que sea cuestión de dinero, cada uno viaja como quiere y le viene en gana, además se va mucho mas cómodo con una mochila, no cabe duda. Por otra parte admiro a la gente que coge una mochila, unos euros y a viajar sin importar donde pueda llegar uno, me dan envidia, aunque creo que nosotros, poco a poco lo estamos consiguiendo. Lo importante es conocer lugares, culturas, gentes, no importa como, con mochila o maleta, en hotel o tienda de campaña, con agencia o por tu cuenta si esta lejos o cerca. “La vida es bella pero corta, vívela”


Khao San Road, es otro sitio que debéis de visitar, eso si de noche mejor, llena de pub y clubs con música en vivo, gente por todos los lados, locales de masajes en plena calle, como no puede faltar comida por todos lados a veces nada apetecible, saltamontes, gusanos, cucarachas a la barbacoa, vendedores de todo tipo, en fin una calle con mucha marcha.


Es nuestra última noche en Bangkok y en Tailandia por lo que Ana se pide su ultimo Pad Thai, eso si mirando un poquito, ya que en esta calle la comida parece no tener tanta calidad, pero al final como no pudo ser de otra manera encontró su Pad Thai.

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