La Habana II, cubaneo y más historia ✏️ Diarios de Viajes de Cuba

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Como ya el hambre aprieta, nuestro guía nos dice, ya vamos a buscar un lugar de comida muy buena y casera cerquita del capitolio, pero para esto harems un poco de “cubaneo”, y no explica todo el proceso de modernización y recuperación del caso histórico, y que es normalmente lo que se le muestra a los turistas, pero alrededor está lleno de calles no intervenidas, donde se vive el día a día cubano, nos muestra los patios interiores, pasmos por un centro estatal de abastecimiento donde nos muestra su cartilla, y los valores de cada producto, ya que no es que el Estado les entregue una canasta básica, sino que con sus sueldos compran en estas centrales lo que corresponde, pudiendo comprar algunas cosas extras que no están incluidas en el plan estatal. También pasamos por la panadería estatal, por un comedor social para la tercera edad. Podemos concluir que con el sueldo básico en general se puede “subsistir” nadie va a morir de hambre, pero no hay accesos a mejoras en la calidad de vida, acceso a artículos que para nosotros son de primera necesidad, porque en estas centrales del estado donde los precios están puestos en consideración al sueldo de un cubano, no hay. Y en las tiendas donde si existen que son más bien dirigidas a diplomáticos y turistas están a precios inalcanzables. Este cubaneo no sirve para descubrir por nosotros mismos la realidad cubana, sin que alguien te la esté contando.
Aquí la “realidad” una sucursal de la central de abastecimiento del estado, donde además de estar desabastecida, es deprimente lúgubre.
Pude hacer un acercamiento a los precios

Entrando en la cuba real, la no intervenida. La no visitada



La primera opción recomendada por nuestro guía, que quedaba por calle Teniente Rey, estaba llenísima con filas hasta la calle, y ya era tarde, así que decidimos seguir hasta kilómetro Zero, donde invitamos a almorzar ( comer para los españoles) a nuestro guía, y así seguir disfrutando de su conocimiento.
Degustamos un picoteo variado recomendado por él, frito de garbanzos, unos pimientos rellenos y algo más que no recuerdo bien ahora, y luego cada uno pidió su plato. Probé un mojito delicioso, y todo estaba ambientado con un excelente grupo musical que hasta llevó a bailar a algunos comensales.

Como diríamos en Chile, con la guatita llena y el corazón contento, energías renovadas retomamos nuestro camino por calle Teniente Rey hacia la Plaza Vieja, que es la Plaza más restaurada del Casco viejo, realmente linda donde se puede ver el trabajo minucioso que se ha hecho para recuperar los edificios.




Antiguo Colegio Santo Angel, hoy Restaurante e inmobiliaria Santo Angel

Este edificio que es el que se ve menos prolijo es una Escuela Primaria

Continuamos Camino por Calle La Muralla observando restos de la ciudad antigua y los grandes avances que tenía La Habana y ásamos por Convento Francisco de Asis, la Camara de representantes. En esta zona hay una serie de bares y hostales reformados muy bonitos, como el de Los Frailes y otros.



Cámara de Representantes


Hasta que llegamos a la zona del puerto y las antiguas maestranzas



Y ya que estábamos por la zona, y el calor secaba la garganta pasamos a probar una bebida típica, con algo de malicia algunos al Havana Club, el guarapo, jugo obtenido exprimiendo la caña de azúcar, y se le podía agregar Ron.

Un breve recorrido por el lugar, porque ya era tarde y queríamos terminar nuestro recorrido.


Para un fanático de autos antiguos en la zona se ven maravillas

Continuamos camino hacia la Plaza de San Francisco


La iglesia antigua, ya no funciona como tal, sino que es como casa de cultura donde se hacen algunos conciertos nos explicaba.



Esta plaza es muy linda


Y seguimos caminando hacia la Plaza de Armas, donde encontraremos el Palacio de Los Capitanes Generales con su calle de adoquines de madera… cuenta la historia que la esposa de un capital general que tenía mucho poder exigió cambiar los adoquines de la calle de piedra por madera ya que el ruido de los carruajes no le permitía dormir.


Esta es la Plaza con más vegetación del Casco Histórico , hay una feria de libros, la Casa del Agua La Tinaja, donde por unas monedas puedes probar un vaso de agua .



Observamos el Templete y su historia, El Ceibo, que nuevamente está muerto, nos dice que no tienen explicación, que ya lo han cambiado anteriormente y vuelve a morir, llaman la atención los adornos con forma de piña en las rejas.


Observamos el Castillo de la real Fuerza, y ya nos vamos despidiendo de nuestro magnífico día que son mas de las 17:30 horas y hemos tenido un día completísimo, hemos caminado mucho mucho, y aprendido mucho más.


Nuestro guía se queda por el Centro, y nos vamos en nuestro taxi acompañado de la señora del chofer, y aprendiendo algo más de la vida y cultura cubana, ella trabajaba en la televisión local como animadora.
El total de nuestro tur salió 30 U$ para el guía y 50 U$ si mal no recuerdo el taxi, fue baratísimo para un día completo para nosotros, con un guía de excepción y un taxi solo para nosotros donde fuimos dejando nuestras compras y así caminamos a gusto por la Maravillosa Habana
Llegamos al Hotel y aprovechamos de bajar un rato a la piscina que es fantástica, mirar el mar, para luego cambiarnos de ropa y tomar nuestro transfer para el Cañonazo

Sector piscina del Hotel, había muy buen ambiente, la piscina es espaciosa con buena zona para nadar


Y de ahí nos fuimos en el bus al Fuerte para el Cañonazo de las 21:00, llegamos cuando ya estaban haciendo el llamado, así que apuraditos nos ubicamos en el sector más alto que encontramos para disfrutar de la representación histórica





Al término salimos bastante apurados, aunque alcanzamos a comprar una que otra artesanía, ya que aquí son muy baratas y nos fuimos a la reserva que habíamos hecho en el Hotel para disfrutar de la Música de Buena Vista Club Social, en el Café Taberna, habíamos comprado nuestra entrada sin derecho a cena, pensando en cenar por la zona antes, pero no alcanzamos, así que al llegar tuvimos que pedir cena, no era de lo mejor que probamos pero teníamos mucha hambre¡¡¡. La entrada incluía algunos mojitos y cuba libre que disfrutamos con una excelente música y ambiente. Tomamos el primer taxi que encontramos, que no estaba en muy buen estado, y el chofer se ofreció a esperarnos a la salida del show y no nos cobró hasta dejarnos en el Hotel por la noche.
NO tengo a mano fotos del espectáculo, pero era excelente, muy buena música con una de las voces originarias del grupo.
Volvimos en taxi al Hotel y allí disfrutamos de unos daiquiris y de la buena música del Bar del Lobby , y a acostarnos que el día había sido muy largo

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