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- Llegada al aeropuerto:
Según sales por la puerta principal, hay dos puestecitos que son los que venden los billetes de autobús para cualquier parte de Sicilia, yo iba a Catania, así que en la ventanilla de INTERBUS, te venden unos billetes para el Alibus, el autobús que te lleva hasta la estación de autobuses de Catania.
Cómo no quería ir hasta allí, me bajé en la parada anterior, que es en los arcos de la vía del tren, cerca de Piazza Borsellino.
-Turismo por Catania:
Justo en frente está la Porta Uzeda, por la que se accede a la Piazza del Duomo. Pero antes de eso, me acerqué al bar que está justo a la izquierda y se llama Etoile d´Or (un nombre poco sicliano, pero tiene los mejores arancini que he probado nunca, aunque la Pasteleria Savia, cerca de la Villa Bellini también los hace muy ricos).
Con el arancini en mano, me voy hacia la Piazza del Duomo, dónde se encuentra la Fontana Dell´Elefante, la Cattedrale di Sant´Agata, la Fontana dell´Amenano y el Palazzo degli Elefanti (actual ayuntamiento).
Si atraviesas la fontana dell´Amenano, llegas a La Pescheria, el mercado de pescado y otros productos frescos más famoso de Catania.
Después de dar una vuelta por el mercado y entrar a ver la catedral por dentro, sigo por Via Etnea, la calle principal de Catania, hasta Piazza Università, en la que se encuentran los dos edificios de la universisda de Catania. Siguiendo, esta calle está llena de edificios históricos, iglesias de estilo barroco siciliano, palacios,...hasta llegar a Piazza Stesicoro, donde se encuentra el Anfiteatro Romano.
Y si giras a la derecha, te encuentras con el comienzo del otro mercado importante en Catania, o Fiera, en el que hay de todo, frutas, verduras, carne, pescado, ropa,...
Siguiendo por Via Etnea, llegas a la Villa Bellini, un parque, que tiene como peculiar que tiene un calendario en el que el día y el mes está hecho con setos verdes, igual que las horas del reloj que hay debajo.
El parque es normal, puedes dar una vuelta por el o reposar a la sombra después de comer.
Yo volví a bajar callejeando por la fiera/mercado, compré naranjas sanguinas, aceitunas,... y seguí hasta llegar a la Piazza Vincenzo Bellini o cómo la llaman allí piazza teatro, porque es donde se encuentra el Teatro Massimo Bellini.
En esta plaza hay una heladeria, se llama Comis, todo está riquísimo, pero siendo típico de Sicilia la granita, hay que probarla, con el brioche incluido :).
Antes de llegar a la piazza teatro, en via sanguiliano, hay un local para comer panini, que se llama Dopo Teatro, y que según mi opinión hacen los mejores panini di carne di cavallo que he probado en mi vida (no es algo muy común, lo de comer carne de caballo, pero de verdad merece la pena una vez en la vida, aunque si no te gusta, también los hay con carne de pollo o ternera).
Bajando desde la plaza hasta Via Vittorio Emanuele II, si tiras hacia la derecha, vuelves otra vez al duomo, sigues por la mima calle y llegas al Teatro Romano y al lado también está en Odeon Romano, yo no entré, pero tengo intenciones de entrar la próxima vez que vuelva.
Un poco más arriba están las facultades de la universidad, que se encuentran en un edificio histórico y al lado hay un monasterio.
Bajando de nuevo por sanguiliano, a la derecha hay una pequeña calle Via Crociferi en la que está la Trattoria da Mario, un lugar muy pequeñito y muy familiar, pero que sirven un menú de antipasto de lo mejor que he visto. En esta misma calle está la Chiesa di San Guiliano, la verdad es que en Catania, te encuentras iglesias en casi todas las calles.
Pero según mi opinión, la mejor trattoria para comer en Catania, es la Tratoria del Cavaliere, al lado de Piazza Stesicoro, merece mucho la pena ir, es bastante económico y la comida es muy buena.
Antes de irme, he vuelto al duomo, en dirección a Piazza Currò, dónde hay unas ruinas, y también está el famoso A Putia dell'Ostello o Agora Hostel, dónde suele haber ambiente de noche para tomar unas cervezas y además se puede cenar, en concreto los martes, son el día especial del cous-cous y el plato está a mitad de precio.
Siguiendo hacia arriva se llega a la Piazza Federico di Svevia, donde está el Castello Ursino, que es un museo en su interior.
Después del museo, me volví a Borsellino, a coger el bus que me lleva a Siracusa.
En general, para mi esto es lo principal que hay que ver en Catania, aunque también es bonito callejear por la zona del centro, es decir duomo y alrededores y descubrir cosas que si vas por calles principales no verías.
En mi opinión, para disfrutar de unas buenas vacaciones las visitas tienes que ser tanto culturales cómo gastronómicas, y a no ser que conozcas un poco a dónde vas, no siempre vas a encontrar los mejores sitios para comer o cenar, porque museos, iglesias, palacios y demás siempre es fácil de encontrar y visitar, por eso, os he contado un poco, cuales son los sitios que más me han gustado de Catania, aunque en un día no se puedan ir a todos (yo ya he estado varias veces en Catania).
Bueno, ya en Borsellino, cogí el autobús a Siracusa y al llegar fui a la casa dónde me quedaba, dejé la mochila y otra vez a dar una vuelta, esta vez por Ortigia.
-Paseo por Ortigia
Siracusa tiene un encanto especial, pero sobre todo la parte de Ortigia, una mujer de allí me dijo, que Ortigia es un estilo de vida diferente, que cuando uno pasa el puente, se encuentra una ciudad diferente, un ambiente distinto, y así era.
Para ir a Ortigia, hay dos puentes el más famoso, el Ponte Umbertino y el Ponte Santa Lucia. Si vas por el ponte umbertino, te encuentras al final directamente con el Tempio di Apollo, unas ruinas de un templo griego.
Seguí hacia arriva por Corso Giacomo Matteotti, una calle de tiendas, y al final está la Piazza Archimede y la Fontana di Artemide. Todo esto ya al atardecer e iluminado, es increíble, pero más increíble aún es el pleno centro de Ortigia, si vas por Via Roma, la calle está llena de tiendecitas de souvenirs y de artesanía, a la derecha se encuentra la Piazza Minerva, en la que la se puede ver el lateral de la catedral y el lateral del ayuntamiento al fondo.
La Piazza Duomo de Siracusa es muy bonita, de noche gana mucho, pero de día también esta bien ir a verla, en la misma plaza, según bajas hacia abajo, a la izquierda, en una puertecita muy pequeña se encuentra la entrada al Ipogeo, una serie de galerías subterráneas, que empiezan en la parte más alta y termina en las murallas del paseo marítimo. Estas galerías se usaron durante la segunda guerra mundial como refugio para los ciudadanos de Siracusa, y ahora hay una exposición en en interior.
Seguí bajando por la plaza, por las callecitas, hasta llegar a la fuente Aretusa, la más famosa de toda la ciudad, es conocida porque además de ser una fuente de agua dulce que se encuentra por debajo del nivel del mar, tiene ese nombre por el mito griego de Aretusa y Alfeo.
Después de contemplar un rato la fuente, seguí por el Lungomare Alfeo, una callecita llena de restaurantes y del otro lado está el mar, hasta llegar al final de la isla y dónde se encuentra el Castello Maniace, que se puede visitar por dentro.
Vuelta a casa por Via Castello Maniace, fui a cenar a una pizzeria por recomendación de una amiga, Sotto Sotto, que se encuentra pasando el ponte umbertino la primera calle a la derecha.
En Siracusa hay bastante más que ver, pero para el primer día, con todo esto, ya estaba más que satisfecha. Así que a casa a descansar y a preparar las cosas para la excursión del día siguiente.
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