Voluntariado en Ghana ✏️ Diarios de Viajes de GhanaIr a África era algo que tenía muchas ganas de hacer desde hace mucho tiempo. Tenía claro que, por lo menos la primera vez, la manera más apropiada de aproximarse al continente era mediante alguna organización. No sólo para intentar hacer algo...Diario: Un mes de voluntariado en Ghana⭐ Puntos: 3 (1 Votos) Etapas: 2 Localización: GhanaIr a África era algo que tenía muchas ganas de hacer desde hace mucho tiempo. Tenía claro que, por lo menos la primera vez, la manera más apropiada de aproximarse al continente era mediante alguna organización. No sólo para intentar hacer algo útil una vez allí, sino también para poder acercarme a su gente y su cultura al máximo “desde dentro”. Y la verdad que creo que fue un acierto. La primera tarea pues era encontrar alguna organización que nos diera seguridad y que a la vez no tuviéramos que donar un riñón para poder participar, tarea que fue más complicada de lo que preveíamos ya que la mayoría de ONGs nos pedían muchísimo dinero solo para participar en algún proyecto (viaje aparte). A través de una amiga conocimos a Anja Charity Foundation una pequeñísima organización localizada en un pueblecito rural de Ghana llamado Have en la región de Volta. Fue creada por una alemana (Anja) que visitó la zona junto a Alfred, autóctono del pueblo y nuestra persona de contacto y que una vez allí era nuestra referencia. Al contactar te envían un formulario que tienes que rellenar con tus datos personales y una guía con información práctica. Escogimos esta organización por varios motivos. El primero es que Ghana es un país muy seguro a diferencia de otras zonas de África. Extrañamente no ha pasado una guerra civil y tiene un gobierno más o menos democrático siendo uno de los países políticamente más estables del continente. Después de nuestra experiencia personal viajando tres chicas solas a lo libre y tres semanas de voluntarias puedo corroborar este hecho ya que en ningún momento sentí miedo. El segundo es que dado que fue colonia británica, el inglés es una de sus lenguas oficiales y pensábamos que esto nos podía ayudar a comunicarnos. La realidad es que, como suele pasar, coexisten muchísimas lenguas y dialectos autóctonos (en Have se hablaba Ewe) y se chapurrea inglés. Y por último, la organización no nos pedía casi dinero de antemano (unos 100€ por tres semanas dónde incluía la ‘accomodation’ y tres comidas diarias) y ya conocíamos a alguien que había estado antes y que le había gustado. La organización tiene básicamente un proyecto que es mantener una escuela para niños con pocos recursos que atiende a más de 200 niños de la zona. Los voluntarios pueden o bien dedicarse a tareas de construcción (en el momento en el que fuimos se estaba construyendo otra aula) o bien a la enseñanza. Como era verano había la mitad de niños ya que muchos volvían a sus casas y, aunque la escuela seguía abierta, era mucho más laxa y se dedicaba más a actividades de ‘ocio’ más propias del verano. Nosotras éramos tres amigas que veníamos juntas con una larga trayectoria como monitoras así que fuimos con los más peques a hacer juegos, etc. y a enseñar un poco de inglés ya que los más pequeños son los que presentan más dificultades. Aunque los niños no viven en la escuela, sí que comen allí garantizándoles como mínimo un plato caliente al día. Además tienen un tro-tro (las furgonetas de allí) que van a buscar a los que viven más alejados. El hecho de que sea una organización pequeña tiene como siempre, ventajas y desventajas. Si vais, no esperéis directrices ni casi acompañamiento lo que da mucha autonomía a los voluntarios pero también puede provocar un poco de desorientación inicial. Nuestra experiencia fue fabulosa, no le puedo poner un pero. Sin embargo, personas que fueron también en otros momentos (algunos posteriormente después de nuestra recomendación) tuvieron muchos problemas con Alfred y no confiaban nada en él. A algunos les desapareció dinero, otros no estaban conformes con el trato recibido, no se fiaban de cómo llevaba la escuela, etc. Es por eso que me guardo de volver a recomendarla porque me supo mal por las personas a las que no les gustó aun teniendo nuestra opinión. Es cierto que hay una distancia cultural y lingüística que a veces complica un poco el trato con Alfred pero la verdad es que nosotras nos sentimos muy bien acogidas. Aunque Alfred es la persona oficial de contacto, una vez allí haces vida con toda su familia. Su esposa Margaret, una mujer fuerte y encantadora que se desvivía por los voluntarios (y era, entre otras cosas la encargada de la cocina) y sus hijos (uno biológico y otros cuatro de acogida). Nos alojamos en un cuarto anexo a la escuela y comíamos siempre en casa de Alfred y Margaret. El menú consistía básicamente en cuatro platos tanto para comer como para cenar: yuca frita con tomate, alubias con tomate, espaguetis o fideos y arroz. Para desayunar se hacían unas tortillas con verduras muy ricas o unos sándwiches vegetales. Aunque la comida ghanesa es muy picante, Margaret nos cuidaba mucho e intentaba que fuera a nuestro gusto. A pesar de la poca variedad a nosotras nos gustó mucho y no pasamos hambre ni un día. Hay que tener en cuenta que las comodidades son más bien escasas y casi no hay luz corriente (unas pocas horas al día) ni agua corriente. Aun así, por lo menos en nuestro caso ni las echamos en falta y la adaptación fue muy rápida. Sin ninguna duda los elementos positivos de la experiencia compensaron de mucho los negativos. La gente del pueblo no está muy acostumbrada a ver agente blanca, ‘yabo’ nos llamaban, pero aun así son gente muy acogedora sobre todo los niños que estaban entusiasmados con nuestra visita. Otro factor que ayudo fue el de compartir la experiencia con otros voluntarios de otros países (un grupo de egipcios, un inglés, un canadiense y otros tres españoles) con los que hicimos muy buena amistad. Al ser Agosto había mucha más gente ya que durante el año no hay casi voluntarios. El pueblo es tranquilo y agradable. Durante el día estábamos en la escuela y por la tarde jugábamos a cartas, ayudábamos en las tareas domésticas, etc. Los fines de semana hacíamos excursiones (consultar aquí) y en general creo que es una experiencia inolvidable. Además de integrarte en otra cultura sintiéndote como en casa, compartir el día a día tanto con la familia de Alfred como la familia que formamos con los otros voluntarios nos deja a todos recuerdos imborrables. Aunque vas con la idea de poder ayudar o aportar algo, la verdad es que te vas con la convicción de tu has ganado infinitamente más que ellos con el intercambio. Índice del Diario: Un mes de voluntariado en Ghana
📊 Estadísticas de Etapa ⭐ 0 (0 Votos)
Diarios relacionados Ghana-Puente de diciembre de 2023, Organizado por Nukoko.
Viaje a Ghana en Diciembre de 2023, viaje organizado por Nukoko (ONG...
⭐ Puntos 3.50 (2 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 122
Galería de Fotos
|