Día 8, 30 de agosto: Cañón del Colca-Yanque-Chivay
Nos recogen a las 6 de la mañana porque tenemos que estar alrededor de las 8 en la Cruz del Cóndor, en el cañón del Colca para ver los cóndores, si es que tenemos suerte. El cañón del Colca tiene una profundidad que va desde los 1000 hasta los 4000 m, aunque en la zona por la que hoy nos movemos no se pasa de 1400 m.
Durante el recorrido vamos haciendo paradas en algún pueblito, para ver las terrazas de cultivo pre-incas y el propio cañón, que en el lado opuesto por el que vamos tiene una altura de 1000 m más y detrás están todos los picos de la cordillera de los Andes.
Durante el recorrido vamos haciendo paradas en algún pueblito, para ver las terrazas de cultivo pre-incas y el propio cañón, que en el lado opuesto por el que vamos tiene una altura de 1000 m más y detrás están todos los picos de la cordillera de los Andes.
Antes de llegar al mirador de la Cruz del Cóndor nos bajamos para hacer una pequeña caminata de media hora hasta el mirador. Eran las 8 de la mañana y hacía bastante frío. La verdad es que merece la pena, porque se ve con detalle la inmensa caída hacia el fondo del cañón y las plantas con muchas flores, la mayoría endémicas del valle.
La altura es importante, así que había que ir despacio, pero de repente, a lo lejos, justo donde está la cruz del mirador, empezamos a ver cóndores volando. Como teníamos tanta psicosis con que no se ven apenas cóndores, que hay que tener mucha suerte, empezamos a renegar de por qué habíamos caminado y no llegado con el coche, que ya estaríamos en el mirador viendo cóndores, etc. El caso es que empezamos a correr, con el consiguiente ahogo (cualquier esfuerzo a esa altura se nota, aunque no tengas ningún síntoma de mal de altura). Para nada, porque lo que veíamos no eran cóndores y además, una vez que nos sentamos tranquilamente pudimos ver varios cóndores volando prácticamente por encima de nuestras cabezas y posados a pocos metros de nosotros.
Son enormes, sobrevuelan por encima de tu cabeza bastante bajo y resulta tremendamente relajante el verlos planear con sus inmensas alas. Aunque os digan que si hay que ir a primera hora, o más tarde, o que se ven solo con suerte, no hagáis caso: hay muchos y es muy probable verlos en esta zona.
Este es quizá uno de los días más bonitos de los que llevamos en Perú, no sólo por lo cóndores, sino por el espectacular paisaje. De vuelta vemos tumbas pre-incas en las altas paredes de las montañas, a las que tuvimos que llegar por una carretera sin asfaltar. En cuanto a esto de las culturas preincaicas, el tremendo desarrollo de los incas ha conseguido que fuera del Perú nadie sepa nada o casi nada de los pobladores del país que vivieron antes de ellos. Sin embargo, se desarrollaron grandes civilizaciones, muy antiguas, algunas tan famosas como las de Nazca y otras no tanto como Paracas, Chachapoyas, Mochica, etc.
Una vez de nuevo en Chivay hemos comido y resulta que había una fiesta en el pueblo. No acabamos de entender muy bien, porque por más que preguntamos nos decían que era el día de la policía, de hecho, un policía estuvo dando un discurso al más puro estilo político, pero aquello parecía algo más tradicional.
Una vez de nuevo en Chivay hemos comido y resulta que había una fiesta en el pueblo. No acabamos de entender muy bien, porque por más que preguntamos nos decían que era el día de la policía, de hecho, un policía estuvo dando un discurso al más puro estilo político, pero aquello parecía algo más tradicional.
Después hemos cogido un “combi”, que es como llaman aquí a los taxis colectivos, que sale una vez que se han llenado todos los asientos. Por un sol nos ha llevado a Yanque, el pueblo más cercano a Chivay en este lado del cañón, para visitar el sitio arqueológico de Uyo Uyo, una ciudad precolombina con una historia sangrienta, a donde sólo se puede llegar caminado unos 45 minutos. Se sale de la plaza del pueblo y se baja hasta la mitad de la altura del cañón (aquí no tiene 1000 m), se cruza por un puente colgado y se vuelve a subir hasta una altura mayor. Un buen paseo a unos 3600 m. Durante el camino nos encontramos con el director de las excavaciones arqueológicas y nos cuenta la historia de la ciudad, e incluso, una vez allí, nos acompaña y nos explica cómo se ha llevado a cabo la reconstrucción (qué suerte hemos tenido). De hecho se ha abierto al público en noviembre de 2013. Si tenéis ocasión acercaros, merece la pena.
De vuelta al Yanque actual vimos unas “colcas” o almacenes construidos en las laderas de la montaña, perfectamente camufladas e inaccesibles para evitar que se los robaran. También la iglesia en la plaza del pueblo.
La vuelta en el combi acompañados de mineros y hasta arriba la verdad, pero bien, mezclándonos con la gente, que es de lo que se trata. Hemos cenado en el mismo sitio que el día anterior, pero esta vez sin ver el espectáculo de baile. Otra vez bolsita de agua caliente y a dormir.
ALOJAMIENTO CHIVAY:
Hotel Pozo del Cielo:
http://www.pozodelcielo.com.pe/
TURISMO VALLE DEL COLCA:
http://www.colcaperu.gob.pe/
AGENCIA VALLE DEL COLCA:
http://www.peru-turismo.com/