Hoy nos levantamos sin prisas y con la tranquilidad de no tener que ir a contratar excursión para ver auroras porque por suerte ya lo hemos conseguido, así que hoy día tranquilo visitando la ciudad de Tromso que bien merece una buenísima visita. Primero pasamos por la calle storgata, pasando por la impresionante biblioteca.
Nos vamos a desayunar al Kaffebonna en Stortorget 3, en la misma plaza tienen montado un mercadillo navideño, con comida y cosas artesanales, lo que sorprende que tienen hasta en el mercadillo para pagar con tarjeta. Ya podía ser así en España y olvidarte de llevar calderilla.
Con las pilas cargadas decidimos ir hasta el funicular andando, así que primero pasamos por el mega puente viendo callejuelas y casas nórdicas hasta llegar a la Catedral del ártico una gran maravilla.
El horario de la catedral es un poco raro, nosotros la encontramos cerrada y seguro que tiene que estar bien verla por dentro con la luz especial en sus vidrieras, el camino hasta aquí se hace ameno, viendo el puente parece que es una eternidad pero luego no es para tanto, así que puedes ir tranquilamente andando aunque tienes el bus 26 si quieres acercarte hasta la catedral o ir directos hasta el funicular. Desde la catedral al funicular serán como 10 minutos andando, coges la cuestecita que hay al lado derecho de la catedral y ya ves las indicaciones, subes hasta la altura de un supermercado y giras a la derecha hasta ver el funicular a tu izquierda.
Horario Catedral
El puente tiene dos aceras, un lado para peatones y el otro lado para las bicicletas, todo con su debido orden jejejeje. El funicular tiene un horario cada 20 minutos, nosotros tenemos las entradas ya sacadas por internet que te sirven de duración hasta un mes, aquí la web del funicular fjellheisen.no/en/ , pero allí las puedes comprar sin problemas, cuando llegamos había unas 5 personas delante nuestro y ya están entrando para montar al funicular, así que no tenemos que esperar nada para subir. Merece muchísimo la pena subir, hay un camino para ir andando que supongo que en verano será ideal para hacer trekking.
Las vistas que hay desde la esplanada del funicular son increibles, nada más bajar el funicular entras a la cafetería y desde la cafetería sales al monte todo nevado en nuestro caso y allí hay bastantes caminos para hacer trekking o sin más pasear y disfrutar de las vistas. La cafetería tiene una terraza muy amplia de donde disfrutar de la isla de Tromso.
Y vemos aterrizar un avión en el aeropuerto de Tromos desde la terraza de la cafetería.
Después de pasear un rato decidimos bajar y vamos a paso ligero para poder llegar a comer a Tromso, que hemos visto los horarios de un restaurante y pone que están hasta las 15:00 y vamos un poquillo justos, llegamos y nos damos cuenta que no cierran en todo el día jjajaja pero bueno venir a paso ligerito no viene mal con el fresquito que hace. El restaurante está junto al puerto y se llama Kaia, muy acogedor y nos atienden de maravilla. Pedimos un vinito blanco, salmón, centolla y un postre que no me acuerdo que era pero que estaba más que rico si !!!
Vamos a dar un último paseo por esta gran ciudad, la verdad que nos ha asombrado gratamente, es pequeña pero cautivadora y no sabemos que es lo que tiene que engancha tanto y al volver a tu casa la recuerdas con una grata nostalgia y con ganas de volver algún día de tu vida. Si tienes la oportunidad de ir no lo pienses, en verano o en otra época seguro que también tiene que ser encantadora y disfrutar del sol nocturno. Vemos algunas decoraciones navideñas y tiendeamos un rato.
Volvemos al hotel a merendar-cenar porque dan gofres gratis !! ponen en recepción el mejunge mágico y tu te los haces y están buenísimos !!!!