SÁBADO 28 ENERO 2017
03:30 am. No hay forma humana de que Paula aguante en la cama un poco más. pero ya creo que nos estamos empezando a acostumbrar. Estuvimos un rato remoloneando intentado hacer algo de tiempo, pero a las 07:00 ya habíamos terminado de desayunar. Yo, me hice un poco el sueco y conseguí dormir una horita más que me supo a gloria.
Como seguía sin noticias del paquete que quedaba por recibir, mandé un mail a atención al cliente de Disney Store para ver si me decían qué pasaba, y su respuesta fue que los envíos todavía estaban dentro de plazo y que no me preocupase. Teniendo en cuenta que el primero había tardado 5 días en llegar, que todavía no había nada enviado y que dentro de ese pedido había por ejemplo un libro de autógrafos o una Magic Band de Ana (que no tenían ningún sentido fuera de Disney), sí que me preocupaba. Vaya que sí!!
Hoy tocaba Animal Kingdom y, como nos gustó la experiencia del bus, decidimos volver a usarlo esa mañana.
Es sin duda el parque más cercano a nuestro hotel (o esa impresión nos dio), y tardamos apenas poco más de cinco minutos en llegar hasta su puerta.
Día salvaje
Día de exploradores
En la entrada, nos volvimos a encontrar con Chip & Dale y, como a Paula le hacía ilusión, fuimos a repetir la foto.
Ya hay más confianza
Nada más entrar, aprovechamos la Memory Maker para que nos hiciesen unas fotos con el “Árbol de la vida” de fondo, y nos perdimos un rato hasta las 09:45, porque a esa hora teníamos un FP+ para conocer a Mickey y a Minnie vestidos de exploradores en el Adventure Outpost. A Paula le hizo especial ilusión, pero los adultos no nos quedamos atrás. ¡Volvemos a ser niños!
El árbol de la vida
Otro posado más
Bien acompañada
Tras la cortina
La siguiente atracción para la que teníamos FP+ era para el safari Klimanjaro, pero como no era hasta las 11:10, aún teníamos tiempo antes de que empezase. Estuvimos un rato haciendo cola para una foto con Pocahontas, pero entre que Paula no sabía muy bien quien era y que tras 10 minutos aquello seguía parado, continuamos con el paseo.
Carlos comenzaba a tener hambre, así que cogimos unos White Chocolate Mochas del Starbucks y nos fuimos a tomárnoslos dentro del restaurante Pizzafari. Las puertas estaban abiertas, aunque no comenzaban a servir comida hasta las 11:30, por lo que allí apenas había un par de personas más.
Ufff como ha subido el precio del café...
Nadie por aqui
Nadie por acá
No se podía decir que hiciese excesivo frío, pero la verdad es que se estaba mejor a cubierto que en la calle.
Entre una cosa y otra, llegó la hora del safari. Estuvo entretenido y van contando cosas interesantes, aunque todo en inglés.
Excursión
Bonita familia
Espectáculo de “flamenco”
Cuellos largos
Empezamos a tener bastante frío, así que aunque teníamos más planes, decidimos que la tarde nos la pasaríamos en el parque. Además, Paula comenzaba a aburrirse de ver animales. Pero antes, quería quitarme una espinita. Tenía reservado un FP+ por la tarde para Everest, pero como ya habíamos decidido irnos, decidí mirar la app de Disney para ver el tiempo de espera. Los 70 minutos que marcaba me quitaron las ganas. De todas formas, esa era una de las partes que nos quedaba por ver, así que continuamos con el paseo mientras se hacía la hora de comer.
Llegando al campamento base
Al llegar allí, confirmé el tiempo de espera, pero de pronto Asun me dijo que probase a ver si había cola de “single rider” (para gente sin amigos. Es broma) y hubo suerte. ¡Vaya que sí!. En apenas 5 minutos ya estaba montado en uno de los vagones camino a la cima.
Menuda carita
Me lo pasé genial. Una buena forma de soltar adrenalina. De mis anteriores experiencias en montañas rusas en Disney, sin duda la mejor (esta era la única que me faltaba por probar). Casi entro a repetir, pero preferí cambiar de zona por si Paula se subía a alguna atracción antes de irnos.
Al final lo hizo en TriceraTop Spin en Dinoland USA. Había unos 20 minutos de cola, pero no se hicieron largos para nada.
Al bajar, ya había llegado la hora de comer, así que nos dirigimos hacia el Rainforest Café, donde teníamos reserva a las 13:30. Está situado junto a la entrada del parque a mano izquierda. Oficialmente está fuera del parque, por lo que hay que tenerlo en cuenta por ejemplo para no olvidar las entradas (aunque un Cast Member se encargará de recordáoslo antes de salir). Dejamos el carrito fuera (aunque en California no tuvimos que hacerlo) y nos acercamos al mostrador de la entrada con forma de elefante morado donde diomos nuestros datos. Nos dieron un papel con la hora aproximada de entrada (las 13:57) y no dijeron que esperásemos por allí hasta que nos llamasen.
La llamada de la jungla o del estómago
Ambientazo
Miramos algo de la tienda, sin alejarnos mucho y, en apenas 10 minutos salió un chico a llamarnos.
Nos llevó hasta la mesa, y acto seguido vino el camarero a tomar la comanda de las bebidas. Hablaba español y fue muy amable durante todo el servicio. Asun tomó Salmón Tribal y le gustó bastante, aunque no era lo mismo que probó en DisneyLand y que era lo que andaba buscando, Paula pidió los archiconocidos en américa Mac & Cheese del menú infantil, pero no estaba de humor para comer (empezaba a ser su tónica del viaje) y yo opté por un Primal Steak que también estuvo delicioso. Para beber, leche, coca cola y cerveza.
Entre comida y propina, acabamos pagando 115 dólares. Como ya he docho, todo estaba bastante bueno pero, aún así, el precio era desorbitado. Nos habíamos quitado el gusanillo y con eso nos quedamos.
Famoso Mac & Cheese
No menos famoso steak
Hay hueco también para el salmón
95 + tips. Normal que el dibujito sonría
Hasta ese momento, no me había dado cuenta de que los baños de hombre en Disney (no podría decir si todos), disponen de cambiador de bebés (¡olé por ellos!).
Regresamos al hotel en bus y, casi sin parar en la habitación salimos hacia los Premium Outlet de Vineland.
Hicimos un recorrido un poco más relajado que el primer día, y todos salimos más contentos de allí. Lo único que me faltaba a mí por encontrar eran unos zapatos, pero tendríamos que buscar en otro sitio. por lo demás, todo perfecto.
Para calmar el mono
Ya podemos darnos por satisfechos
Cuando llegamos a la habitación eran las 20:00 y los peques ya venían roncando. Nosotros, tampoco aguantamos mucho más, pero creo que llegamos a ver las 22:00.
EStamos bajando la media... apenas 7km no es mucho jaleo