Día 22: Mount Rainier NP ✏️ Diarios de Viajes de USA- Mount Rainier Paradise Inn. El día amaneció con un sol radiante, un tiempo muy diferente al que habíamos tenido a nuestra llegada la tarde anterior. Tras darnos una buena ducha, bajamos a desayunar. Como el desayuno en el restaurante nos pareci...Diario: Las maravillas del Noroeste de los Estados Unidos⭐ Puntos: 5 (11 Votos) Etapas: 25 Localización: USA- Mount Rainier Paradise Inn El día amaneció con un sol radiante, un tiempo muy diferente al que habíamos tenido a nuestra llegada la tarde anterior. Tras darnos una buena ducha, bajamos a desayunar. Como el desayuno en el restaurante nos pareció excesivamente caro, nos decantamos por una pequeña cafetería que había en el vestíbulo. Desde ella, las vistas del parque eran fabulosas. El plan del día era hacer el trail llamado Skyline Trail, un camino circular que empieza y acaba en el Paradise Inn y que se acerca a la cima del Mount Rainier. Tiene una longitud de unos 8,8 kilómetros y conlleva un desnivel importante. Tras el desayuno, decidimos pasarnos por la Estación de los Rangers para informarnos algo más sobre el recorrido, el tiempo que iba a hacer, etc... Nada más salir del Paradise Inn, apareció ante nosotros la majestuosa cumbre del Mount Rainier que la tarde anterior se había resistido tanto a mostrase. Cima del Mount Rainier A pesar de que nos costara apartar la mirada de aquella maravilla, tuvimos que seguir camino hasta la mencionada estación de los Rangers... que encontramos cerrada. Así que sin más información que el mapa que llevábamos y siguiendo los letreros indicativos, iniciamos el camino. - Skyline Trail Un camino que se iniciaba en estas escaleras: "... el más exuberante y más extravagantemente bello de todos los jardines alpinos que he nunca contemplado durante todos mis recorridos por cimas de montaña." Esta frase del naturalista John Muir presagiaba que no iba a ser un trail cualquiera. Empezamos el ascenso y a los pocos minutos del inicio comprobamos que el paisaje que teníamos delante nuestro no iba ser la única maravilla a admirar. A nuestras espaldas se desplegaba un paisaje casi tan espectacular. Nos quedamos con la boca abierta, tanto, que a medida que seguíamos ascendiendo por el camino, nos entreteníamos más mirando este paisaje que quedaba detrás de nosotros que no la misma cima del monte Rainier. Pronto superamos las líneas boscosas y empezamos a caminar entre verdes prados alpinos. Cada metro que ganábamos en altura, lo ganábamos también en la belleza del paisaje que nos rodeaba. Y ante nosotros, cada vez la más cercana cima del Mount Rainier. No éramos los únicos que hacíamos aquél trekking ya que es uno de los trekkings más importantes del parque, pero debido a la pendiente que supone, mucha gente se empieza a quedar por el camino. Con esto no quiero decir que para hacerlo necesites estar especialmente en forma; poco a poco creo que casi cualquiera lo podría hacer. Y no sólo íbamos acompañados por caminantes como nosotros. Las marmotas y las ardillas no tardaron en aparecer. A lo largo del camino ibas encontrando diferentes puntos preparados a modo de miradores para disfrutar del paisaje. Poco a poco, las praderas empezaron a escasear y fueron sustituidas por un terreno más rocoso y arenoso. A pesar de ello cada vez nos cruzábamos con más marmotas por el camino. Y sin duda, las imágenes seguían ganando en espectacularidad. ¡Estábamos por encima de las nubes! Una ardilla tan fascinada por el paisaje como nosotros Pero las nubes siguieron haciendo de las suyas y no tardaron en empezar a cubrir también la cima del Mount Rainier. A aquellas alturas también aparecieron las primeras placas de nieve. Nieve que tampoco parecía incomodar a las marmotas o a las ardillas. Una marmota contemplando el paisaje Llegados al punto más alto del recorrido, observamos a nuestros pies el Paradise Inn. Aprovechamos este punto para hacer un pequeño descanso y comer algunas barritas energéticas que habíamos traído. También hicimos uso de algunos de los caramelos que habíamos recogido durante el desfile el día anterior en Ellensburg. Qué lejano nos parecía estando allá en las alturas, rodeados de magníficos paisajes y un gran silencio. Nos sentíamos en la cima del mundo. Tras recuperar, así, algo de fuerzas, empezamos el descenso. Enseguida nos vimos caminando bordeando un pequeño glaciar, donde un montón de gente había dejado marcado en la nieve su nombre. Nosotros no hicimos tal cosa. Eso sí, no nos resistimos a tocarla. Con el descenso de la altitud, volvimos a encontrarnos en medio de los bonitos y aún algo floreados prados alpinos. Y al empezar a acercarnos a zonas boscosas, justo en una que quedaba por debajo del camino, vimos que algo se movía. Se trataba de dos ejemplares de oso negro. Fue la guinda del pastel a un recorrido que había sobrepasado nuestras expectativas. Tan encantados estábamos que, cuando nos encontramos con el punto en el que el Skyline Trail enlazaba con el Lakes Trail, no nos pudimos resistir y decidimos seguir este último recorrido. Esto suponía alargar el recorrido unos seis kilómetros, con un aumento mayor del desnivel, pero en ese momento íbamos cuesta abajo, con lo que nos pareció de lo más factible. Además, nos resistíamos a abandonar aquél maravilloso paisaje. - Lakes Trail El terreno empezó a alternar praderas y zonas boscosas, en algunos momentos tapadas por pequeños bancos de niebla. Pronto vimos que a nuestros pies se extendía un bonito y verde valle. Y entonces nos empezamos a encontrar con pequeños y bonitos lagos que daban nombre al camino. Más adelante, desde un rocoso mirador, vimos el Louise Lake, uno de los lagos más grandes del recorrido. Eso sí, no lo veríamos más de cerca, ya que eso significaba hacer otro trail y ya teníamos suficiente entre manos. Louise Lake a vista de pájaro Continuamos el descenso hasta llegar a la joya de la corona del recorrido de los lagos, los Reflection Lakes, donde podríamos ver reflejada la cima del Mount Rainier y así obtener la tan deseada y famosa imagen.... Pero un momento... ¿donde está reflejada la cima? Pero si estaba ahí hacía un momento, justo... oh, oh... justo detrás de esa densa capa de nubes. Efectivamente, las nubes sobre las que habíamos estado paseando durante el recorrido por el Skyline Trail ahora las teníamos justo encima. Al igual que con el Mount Hood, en esta ocasión también nos quedábamos sin la imagen de la caperuza del Mount Rainier reflejada en el agua. A conformarse tocaba con la belleza de los lagos. Y con esta decepción, decidimos emprender la continuación de la ruta. Ahora tocaba lo más difícil, subir todo el desnivel. ¿Descorazonador? ¿Pues qué te parecería si te dijera que en esos momentos el cielo se empezó a encapotar y unas gotas de lluvia hicieron su aparición? Teníamos que seguir adelante. Por suerte, la cosa se quedó en unas gotas. Eso sí, las nubes no desaparecieron. El recorrido empezó a atravesar densos bosques, y algún que otro bonito riachuelo. De todas maneras los kilómetros recorridos empezaron a hacer mella, especialmente viendo que el camino era cada vez más empinado. - Paradise Inn Con un último esfuerzo, afrontamos el tramo final y llegamos al párking del Paradise Inn. Hacía seis horas que habíamos salido de allá con un sol espléndido y ahora el cielo estaba totalmente encapotado y el ambiente cubierto por la niebla. El Paradise Inn envuelto en niebla Edificicio principal del Paradise Inn Entramos en el vestíbulo, donde el calor de sus dos grandes chimeneas nos recibió. El vestíbulo estaba lleno a rebosar, apenas quedaba un hueco en los numerosos sofás de la sala. Estaba claro que la calidez y el confort del lugar invitaban a relajarse mientras el frío y el ambiente oscuro reinaba en el exterior. Nosotros nos fuimos a la habitación y nos dimos una relajante ducha. Tras cambiarnos, volvimos al vestíbulo, donde un empleado tocaba música a piano. Nos quedamos disfrutando de la música un rato. Durante aquél espacio de tiempo, fuera el sol empezó a reaparecer, con lo que decidimos salir del Lodge e ir a una zona que habíamos visto por la mañana antes de iniciar el recorrido del Skyline Trail. Se trataba de un enorme edificio donde encontramos que había una exposición sobre la fauna y la flora del Mount Rainier, además de un vídeo también sobre él. Estuvimos un buen rato disfrutando de todo aquello. Además, en ese mismo edificio, había un self-service a precios más asequibles que el restaurante del Lodge. Pero el recuerdo de la calidez de las chimeneas del Lodge seguía atrayendo nuestra mente, así que no nos entretuvimos más y decidimos pasar el resto de la tarde confortablemente leyendo en un sofá, calentitos y junto al fuego. Cuando llegó la hora de la cena, nos dejamos llevar por el delicioso recuerdo de los Mac and Cheese de la noche anterior y decidimos volver a repetir cena en el hotel. Esta vez fuimos más tarde y ya había cola para entrar. Delante teníamos un matrimonio de unos 65 años con los que empezamos a charlar mientras esperábamos. Cuando les llegó el turno, a ellos les dieron una especie de buzzer para avisarles cuando estaría su mesa lista. A nosotros nos dieron otro también. Nos fuimos a la cafetería a pasar la hora aproximada de espera que nos habían dicho que estaba prevista hasta disponer de mesa. Nos compramos unas bebidas y, en una de las mesas encontramos al matrimonio que habíamos conocido en la cola del restaurante. Enseguida nos invitaron a sentarnos con ellos. Se trataba de una pareja de Seattle que se dirigían a pasar unos días en una cabaña y que habían decidido, como parada intermedia, pasar una noche en el Mount Rainier. Una vez más salió el tema político. Ellos eran votantes demócratas y nos dieron su perspectiva de la situación del país. Luego, al decirles que éramos de Barcelona, nos sorprendieron con preguntas sobre el tema de la independencia de Cataluña respecto a España, lo que nos dejó un poco descolocados. Para que luego digan que los americanos sólo se preocupan de sus cosas. Estuvimos charlando más de una hora. Fue una conversación muy agradable. La verdad es que sentimos una buena conexión con ellos. Tan bien estábamos que sin darnos cuenta había pasado una hora y media desde que habíamos hecho la reserva. Corrimos al restaurante, extrañados de no haber recibido el aviso por el buzzer. La maitre, con un poco de mala leche, nos recordó que nos había dicho que no debíamos salir del vestíbulo del hotel. La cafetería está adyacente al vestíbulo, con lo que no supusimos que iba a ser un problema. Finalmente, la mujer nos llevó a una mesa. Esta vez fui yo quién disfrutó de los Mac and Cheese. A. optó por un plato de carne. Y una vez más, lo mejor fueron los Mac and Cheese, así que si visitas este restaurante, no dejes de probarlos. Tras la cena, A. se fue a dormir y yo de nuevo volví a ocupar uno de los rinconcitos que había en la segunda planta del vestíbulo a leer un buen rato. Poco después me fui yo también a dormir. Había sido un día muy intenso, lleno de imágenes maravillosas. Índice del Diario: Las maravillas del Noroeste de los Estados Unidos
01: Introducción
02: Día 1: Barcelona - Oakland (San Francisco)
03: Día 2: Oakland (San Francisco) - Seattle - Port Townsend - Port Angeles
04: Día 3: Hurricane Ridge - Zona Lake Crescent - Port Angeles
05: Día 4: Sol Duc - Cape Flattery - Rialto Beach - 2nd Beach - Forks
06: Día 5: La Push - 2nd B - Hoh Rain Forest - Ruby Beach - Lake Quinault - Hoquiam
07: Día 6: Astoria - Ecola State Park - Cannon Beach - Seaside
08: Día 7: Seaside - Premium Outlets Woodburn - Portland
09: Día 8: Portland - Columbia River Gorge - Mount Hood
10: Día 9: Mount Hood - Bliss (Idaho)
11: Día 10: Craters of the Moon - Jackson Hole - Grand Teton NP
12: Día 11: Jackson Hole - Grand Teton NP - Yellowstone NP
13: Día 12: Yellowstone I. Upper, Midway y Lower G. Basin + Gibbon F. + Madison R.
14: Día 13: Yellowstone II. Norris G.B. - Y. Canyon - Lamar Valley - Roosvelt Lodge
15: Día 14: Yellowstone III: Lamar V. + Beartooth Pass H. + Y. Canyon + Lake Lodge
16: Día 15: Yellowstone IV: Y. Lake + Mud Volcano + Y. Canyon + Mammoth Hot H.
17: Día 16: Yellowstone NP - Glacier NP
18: Día 17: Glacier NP I: Grinnell Glacier Trail - St. Mary Lodge
19: Día 18: Glacier NP II: Highline Trail - St. Mary Lodge
20: Día 19: Glacier NP III: Going-to-the-Sun Road - Lake McDonald Lodge
21: Día 20: Glacier NP (Montana) - Ellensburg (Washington)
22: Día 21: Ellensburg - Roslyn - Mount Rainier NP
23: Día 22: Mount Rainier NP
24: Día 23: Mount Rainier NP - Seattle
25: Día 24: Seattle - Oakland - Barcelona
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