Día 3 y 4. Viaje a Samburu y primeros safaris ✏️ Diarios de Viajes de Kenia

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Tras la cena y descansar en el hotel hilton Nairobi, a las seis de la mañana nos vino a recoger Zacarías para comenzar nuestro viaje por Kenia. Parece una hora terrible, pero como allí anochece temprano, al final del viaje nos acostumbramos a acostarnos pronto y levantarnos al alba. El desayuno en el Hilton estuvo bien.
En el coche, nos esperaban cinco horas de interesante viaje. Tras abandonar Nairobi, nos llamó la atención el buen estado de las carreteras, todas lisas y sin baches. Íbamos pasando por pueblos y hablando con Zacarías. La temperatura varía mucho a lo largo del día, eso es algo que fuimos aprendiendo, así que de Nairobi salimos con camiseta de algodón, camisa, jersey y un pañuelo, capas que conforme avanzaba el día nos quitábamos.


Cuando llevábamos como tres horas de viaje, Zacarías paró en una especie de gasolinera, donde pudimos ir al cuarto de baño y comprar dos cafés para continuar camino, estábamos deseando entrar en el parque! Y así lo hicimos a medio día. Ya hacía calor y fuimos directos al hotel. En este caso nos alojamos en Samburu Sopa Lodge. La cadena Sopa debe ser la más conocida en Kenia, aunque no todos los hoteles son iguales. Este nos gustó mucho. Nos dieron una de las habitaciones-cabaña más lejanas a la zona común, por lo que podíamos pasear un poco. Tras dejar las cosas en la habitación, fuimos a comer. Durante el viaje teníamos todas las comidas incluidas, no así las bebidas, pero recuerdo que la cerveza (que era de medio litro) valía tres euros, por lo que siepre pedíamos cerveza y un agua para compartir. La comida, muy completa, aunque básicamente nos alimentamos de pollo, arroz y pasta para no arriesgar.


Tras comer, todavía nos dio tiempo a disfrutar un rato de la piscina del hotel. Con los días aprendimos que los safaris se hacen a primera hora de la mañana (de 7 a 12) y a última de la tarde, ya que a medio día los animales se esconden a la sombra a básicamente duermen. Desde la piscina del hotel vimos a muchos monos que vivían en los alrededores, además de dos jabalíes que se cruzaron cuando salimos de la habitación, ¡menudo susto!
Por fin, tras descansar un rato e incluso nadar en la piscina, llegó la hora del safari. Con muchas ganas comenzamos el primer día. Lo primero que nos llamó la atención fue el paisaje: todo seco, con grandes termiteros rojos... De pronto, nos acercamos a un río y todo se llenó de vegetación... Y de elefantes. Pudimos ver a una familia en la que el bebé mamó de su madre. También vimos muchos leones, primero un grupo de hembras, luego un macho y luego unos cachorros descansando a la orilla del río. El primer contacto no pudo salir mejor, y con esa sensación nos volvimos al hotel a las siete de la tarde.


Debido a la tierra seca, el polvo se cuela por todos lados, por lo que es muy necesario ducharse por la noche antes de cenar, ya que después apagan los generadores y no hay agua caliente. Era nuestra primera noche en la sabana. Lo primero que nos dejó alucinados cuando se hizo de noche cerrada fue el cielo. Nunca jamás habíamos visto tantas estrellas. Nos dormimos con el sonido de la sabana de fondo.
A la mañana siguiente nos levantamos a las 6 y disfrutamos de un desayuno buffet muy bueno. Tras ello, comenzamos el safari de por la mañana. Ya nos habían avisado de que en Samburu hay animales que no se ven en otros parques. Por ejemplo, la jirafa reticulada, muy diferente a los dos otros tipos de jirafas que se ven en Kenia. También el saltarrocas, que es el antílope más pequeño del mundo, o la gacela jirafa, qu es un antílope que se pone completamente vertical para comer de los árboles.
Ese día estuvo soleado y regresamos al hotel para comer. Tras comer, intentamos tomar el sol pero hacía tanto calor que nos quedamos en la pisci. Esa tarde, Zacarías nos recogió y volvimos a hacer un safari por la tarde. Esta vez tuvimos la suerte de encontrar un guepardo, al que seguimos durante un rato. Fue impresionante. regresamos al hotel sobre las siete de la tarde, que es cuando se hace de noche y ya no te dejan circular por los parques. Ducha, cena y a descansar que al día siguiente tocaba viaje de nuevo.

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