Si un lugar resume el drama del terremoto ese es Bhaktapur.
Las calles, cuyo pavimento está hecho a base ladrillos desgastados por el paso de los nepalíes, están repletas de pilas y pilas de ladrillos que esperan ser repuestos en los huecos que mellan las fachadas de la ciudad.
A pesar de este triste panorama, la ciudad se mantiene bella y digna de ser visitada. No sólo los edificios que restan en pie resultan fascinantes, sino que el día a día de sus tradiciones y comercios hacen que pasearse por sus calles sea un espectáculo, encontrando sorprendentes tesoros a cada recodo como estanques, tiendas de té o artesanos.