Bogotá (1ra parte) ✏️ Diarios de Viajes de Colombia

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Día 1: Llegada a Bogotá

Llegamos al aeropuerto El Dorado de Bogotá a las 10.30 de la mañana, en vuelo de Aerolíneas Argentinas (directo desde Buenos Aires). El aeropuerto es bastante moderno y no tuvimos mayores demoras. Habíamos contratado con anticipación el traslado hasta el hotel en el barrio de La Candelaria con Viajes Imperial. Es la empresa oficial de taxis en el aeropuerto. Nos costó 35.000 COP. Aclaración, cuando volvimos a Bogotá al final del viaje, quisimos contratar el viaje al hotel en el mismo aeropuerto con la misma empresa pero nos quisieron cobrar 70.000 (el doble!!), con lo que nos terminamos tomando un taxi regular.
Viajamos en una Van bastante grande y aprovechamos para conversar con el conductor sobre Bogotá, la seguridad, donde ir, etc.

Llegamos al hotel Casa de la Vega (2 noches con desayuno, 262.800 COP). Nos recibieron muy bien, con un “tinto”, que no es vino sino café sin leche ni ningún otro agregado (chocolate, crema, etc.). El estilo era antigüo, bien cuidado y limpio. La habitación cómoda. Única crítica, no hay calefacción y el agua caliente salía a buena temperatura pero poca cantidad. Ambas cosas se podrían mejorar para una ciudad como Bogotá en la que hace frío por momentos.


Almorzamos en un restaurant a la vuelta del hotel y que estaba muy recomendado en TripAdvisor (que después varias veces nos preguntaron si habíamos ido) para comer platos típicos. Se llama La Puerta Falsa. Comimos un tamal y un ajiaco, dos gaseosas y dos tabletas de chocolate por 46.000 COP. Todo muy rico!

Después de eso anduvimos dando vueltas por la Plaza de Bolivar y las calles del Barrio La Candelaria (centro histórico de Bogotá).

Encontramos el Tranvía Turístico y decidimos dar la vuelta. Sale 20.000 COP por persona, es un paseo guiado (y actuado con personajes históricos) de algo más de una hora. Está bien para tener un pantallazo de la parte histórica de la ciudad.

De ahí en La Candelaria nos tomamos un taxi hasta el cerro de Monserrate (5.000 COP).
Monserrate es un cerro que en la cima tiene un templo, dos restaurantes y una vía Crucis para recorrer. Además de las impresionantes vistas de la ciudad. Se puede subir en Teleférico (cabina que cuelga de cables de acero) o en funicular (tren que va por unas vías sobre la ladera del cerro). En la semana abre uno o el otro de acuerdo al horario y los fines de semana se superponen y se puede elegir (aunque no en todos los horarios). Era viernes y a la tarde funciona el Teleférico. Cuesta $ 19.000 por persona ida y vuelta. Sale cada 15 minutos y se puede bajar hasta las 12 de la noche. Conviene subir al atardecer para ver las vistas de día y de noche, además de la puesta del sol. Hay que tener en cuenta que arriba son más de 3000 metros sobre el nivel del mar, la altura y el frío se sienten más que en la ciudad.



Antes de bajar, sacamos una cuantas fotos y nos tomamos un café en el restaurante Santa Clara: dos cafés, dos postres dulces y propina, 27000 COP.


Al bajar nos dimos cuenta que casi no pasan taxis por ese lugar (al menos que estén libres). La zona está algo alejada y en el hotel nos recomendaron no ir caminando, sobre todo de noche. Preguntando nos informaron que hay un shuttle hasta una estación de Transmilenio (autobús) muy cerca de La Candelaria. Lo raro es que casi no lo anuncian en ningún lado. También estaba la opción de tomar un “Taxi Blanco”, son taxis especiales más caros y que se piden en un mostrador al lado de la boleteriía (aunque tampoco había disponibilidad). Nos tomamos el shuttle y luego caminamos hasta el hotel. Sugerencia, averiguar antes de subir, si el shuttle está funcionando, verificar horarios y ver si es necesario reservar un taxi, por que no es fácil volver al centro de la ciudad desde Monserrate, sobretodo si es de noche.

Para cerrar el día comimos en otro restaurante de La Candelaria recomendado en TripAdvisor: Colonial. Comimos un sándwich de cerdo y un omelette, con dos bebidas y un Agua especiada de frutos rojos y flor de Jamaica (algo así como un té), todo por 56000 COP más la propina. Hay varios bares y "rumbas" para tomar algo y bailar por la zona, pero será en otra oportunidad, mejor a dormir que el día fue muy largo.


Día 2: Segundo día en Bogotá

Para este día no teníamos planes concretos, sin embargo hablando con el chofer de la van del aeropuerto nos ofreció llevarnos a la Catedral y mina de sal de Zipaquirá y a comer a un lugar emblemático, Andrés Carne de Res. El día completo nos cobró $300.000. Creo que se puede conseguir un taxi por menos, pero nos fue más fácil así.

Zipaquirá es un pueblo que está en las afueras de Bogotá. Dependiendo del tráfico, el viaje es un poco más de una hora. La mina es muy interesante y la Catedral es espectacular. No voy a contar detalles porque vale la pena sorprenderse. Solo decir que la entrada cuesta 50.000 COP por persona e incluye una visita guiada por adentro de la mina, un microcine donde pasan un video 3D con la historia y detalles de la mina y un show de luces. La mina es adentro de la montaña, es decir que se camina por túneles excavados a lo largo de los años de funcionamiento de la mina. Son algo menos de 2km de largo con poca pendiente. Adentro hay lugares para comprar y baños, pero al final del recorrido únicamente. La visita tarda entre 2 y 3 horas. Realmente vale la pena.



Andres Carne de Res es un restaurante en Chía, otro pueblo en las afueras de Bogotá. Solo al llegar uno se da cuenta de porque es tan recomendado. Más que ir a comer, es toda una experiencia, desde que uno llega hasta que se va. El lugar es realmente grande, la decoración es muy llamativa y en todo momento hay animaciones, bailes, shows cómicos, etc. Para darse una idea, nos informaron que había un Salad Bar que podíamos utilizar pero nunca lo encontramos de lo grande y lleno de cosas que está el lugar. Comimos un patacón con queso y una arepa de queso, una carne breseada para compartir, de postre Matrimonio (dulces y quesos varios), cerveza Club Colombia y agua. Nos tomaron una foto que entregan en un recuadro y gastamos algo más de 200.000 COP. Es caro pero vale mucho la pena la visita. Para mí es un lugar para "vivir Colombia", con la alegría y cordialidad de la gente en todo momento.





Volvimos al hotel para las 5pm aproximadamente. Nos quedó un rato para ir a visitar el Museo Botero y la Casa de la Moneda. Son museos que tienen entrada gratis. Son interesantes aunque no somos "gente de museo". El museo del oro también lo recomiendan pero no hicimos a tiempo.

Terminamos el dia comiendo una pizza en un barsito por ahí cerca del hotel. Comimos tres porciones con limonada por 15000 COP.

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