3er.Dia. La fiesta Aid el-Fitr
Antes de nada, antes de continuar con este relato, que nadie piense que somos grandes aventureros, super equipados y que solo pensamos en documentar grandes obras de la humanidad, somos normales normales, para muestra:
Mi señora, en plan “guiri, guiri”, y un amigo
Hoy es el Aid el-Fitr, hoy empieza una fiesta que durara tres días. Es una pasada, no puedo más que expresar mi agradecimiento por haber podido vivirlo de cerca.
Las niñas, los niños, los adolescentes, todos lucen sus mejores galas, vestidos nuevos, peinados engominados y una gran simpatía. Se saluda y se besa todo el mundo, se hacen regalos, se engalanan lugares comunes, se comparte comida y amistad. Sinceramente os recomiendo vivirlo.
Esta mañana antes de partir a navegar, haremos una pequeña visita al west bank, no puedo evitar cada vez que estamos en Luxor pasar por el Ramesseum, por el templo de un millón de años, por la casa de Usermaatra Setepenra,
Conocí un viajero de una tierra antigua. Quien dijo:
«Dos enormes piernas de piedra sin tronco se muestran en el desierto. Cerca de ellos en la arena, hundido en parte, un rostro y la nariz con unos labios de rictus fruncido, reflejan severa y fría autoridad. Dice que su escultor supo leer esas pasiones, que aún sobreviven, estampadas en esas piedras sin vida,
la mano que se burlaba de ellos y el corazón que las alimentaba.
Y en el pedestal aparecen estas palabras:
“Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes:
Contemplad mis obras, vosotros poderoso, y desesperad
Nada al lado de los restos, alrededor de la decadencia
de este colosal y desnudo naufragio, permanece.
Las arenas solitarias y un albirar lejano.">>
Percy Bysshe Shelley »Ozymandias
Contemplad mis obras, vosotros poderoso, y desesperad
Nada al lado de los restos, alrededor de la decadencia
de este colosal y desnudo naufragio, permanece.
Las arenas solitarias y un albirar lejano.">>
Percy Bysshe Shelley »Ozymandias
Completamos nuestra visita, como no, acercándonos un momentillo al templo de Seti I
De regreso que mejor que hacer una pequeña escapada, para completar el dossier de fotografías del templete de Deir el Medina.
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El bólido de mi amiguillo
Tambien nos asomamos al cráter, de Ostraca
Es hermoso
El calor nos acechaba, desesperados buscamos una cerveza por los desiertos desolados de Egipto, hasta que en la cafetería que hay frente a Medinat Habu, la encontramos (sin alcohol pero)
Las visitas han estado bien, siempre hay nuevas facetas o aspectos a fotografiar, el Sol de agosto no ha sido tan agresivo como pensaba, más o menos como el de septiembre de otros viajes, al regresar “al puerto de amarre” nos esperan con unas toallitas frías y una excelente limonada (que bien)
Antes nos sirvieron un desayuno en cubierta, yo me he levantado con el Sol, nos echábamos de menos.
Contemplamos con mucho interés todas las maniobras de desatraque y deslizándonos por unas aguas tranquilas parte nuestra Hadeel hacia las esclusas de Esna.
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El viento no tiene suficiente fuerza para hinchar las velas, por lo que nos dan un empujoncito.
Hacemos miles de fotos, navegando por este inolvidable rio,
Tomamos té con unas exquisitas pastas y estrenamos el jacuzzi, es con agua del mismo Nilo (filtrada) y es un placer añadido.
Un detalle, cuando nos preparan las habitaciones a media tarde
Paso por la esclusa
Amarramos al final de nuestro tercer dia en Egipto, frente a un muelle privado de la empresa propietaria de la embarcación, en el mismo Esna, delante tenemos una tienda de música, que durante tres horas, nos hizo notar su mercancía, pero es lo que tiene, estamos en Egipto.
Parte de la tripulación (son 11 personas), baja a tierra para adquirir los víveres que tomaremos, esta será una norma del trayecto, verdadera cocina de mercado.
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Un secreto, se me olvidaba comentar que tengo escondido en cubierta, en una maceta, un pequeño homenaje a mi occidentalismo, pues no hay alcohol a bordo (oficialmente), así, las horas posteriores a la cena, con unos cafés, charlas y parchís, se hacen mas leves.
Imágenes imprescindibles