A Da Lat llegamos tras sufrir de nuevo a un crazy driver que iba como loco por la carretera pitando a diestro y siniestro. Lo primero que hicimos a nuestra llegada fue acercarnos hasta el mercado central, muy auténtico y nada turístico. Algunos puestos tenían su encanto y otros pueden ser un tanto desagradables según para quién, por ejemplo en las carnicerías podías ver como mataban algunas gallinas o patos y puede resultar un poco fuerte para algunas personas.
Los productos más típicos de la zona son el café, las alcachofas, las fresas y las flores, los alrededores de la ciudad están totalmente cubiertos por plásticos de invernaderos donde cultivan multitud de flores.
Por casualidad cuando dábamos un paseo por los alrededores nos encontramos con una pastelería, ¿sabéis cuanto tiempo hace que no probamos un pastel? nos volvimos locos. El lugar se llama Lien Hoa y seguro que será muy apreciado por aquellos que se encuentren realizando un viaje largo por la zona y lleven meses sin llevarse un dulce a la boca, nosotros terminamos haciéndoles una visita cada tarde.
Podemos decir que la ciudad de Da Lat no es la más bonita del mundo pero nos pareció muy acogedora. Dimos un paseo muy agradable en torno al lago que se encuentra en el centro de la ciudad y por la noche descubrimos el gran mercado del fin de semana, menudo ambientazo.
Los lugares más bonitos de Da Lat los encontramos en los alrededores. Existen numerosas cascadas entre las montañas que rodean la ciudad, nosotros visitamos Elephant Waterfall y Pongour Waterfall.
La cascada del Elefante nos pareció un bonito lugar pero no era uno de esos que te dejan la boca abierta. Junto a ella se encontraba un templo budista en el que un enorme Buda de color azul nos daba la bienvenida.
Continuamos con nuestra ruta en moto hasta Pongour Waterfall, ésta se encuentra algo más alejada de Da Lat, concretamente a 48 kilómetros. Aunque quede lejos merece la pena acercarse hasta aquí, esta cascada es de las más bonitas que hemos visto y de haberlo sabido me traigo bañador.
Su tamaño es sorprendente y el entorno que la rodea es espectacular. Cerca de la cascada encontramos varios tenderetes en los que comernos unos noodles con verduras muy baratos.
El camino entre plantaciones de café nos ha resultado muy bonito, la carretera estaba en buen estado y sin mucho tráfico. En total entre ida y vuelta nos hicimos 115 kilómetros con la scooter y es que poco a poco le estamos cogiendo el gusto a esto de la moto.
Otro de los días que pasamos entre las montañas de Da Lat nos acercamos hasta la pagoda Linh Phuoc. Un templo bastante grande, visualmente muy espectacular, con mucho colorido y totalmente gratuito.
Quizás este sea el templo más vistosos de los que hemos visto en Vietnam. Una anciana nos invitó a subir a lo alto de la torre desde la que se tenían muy buenas vistas del lugar.
Junto a la pagoda hay un par de templos más que están pegados unos a otros, todos ellos muy interesantes. Como curiosidad os comento que nos encontramos unas fotos sobre una de las paredes en la que explicaban un fenómeno paranormal que de vez en cuando se produce en el templo. Al parecer una luz muy potente se coloca sobre la pagoda sin explicación aparente, lo cual congrega a todo el pueblo en la pequeña plaza en la que está situado.
Por la tarde tras comer en Loteria, una opción muy barata y que viene a ser la versión vietnamita de Mc Donalds, nos acercamos hasta el lago Tuyen Lam que se encuentra situado al sur de Da Lat. Estuvimos dando una vuelta alrededor de sus aguas con la moto en una carretera en la que apenas había tráfico.
Muy cerca de aquí se encuentra el templo budista Truc Lam, mucho más turístico que el que fuimos a ver por la mañana, pero en el que hay unos jardines muy agradables para pasear.
Además de todo esto en Da Lat se pueden hacer muchísimas más cosas, como visitar la crazy house, el valle del amor o pegarse un paseo en el cable car. Pero lo que no podéis hacer es marcharos de esta ciudad sin probar el café vietnamita, a nosotros nos encantó.
Nosotros conseguimos comprar un par de cafeteras vietnamitas en una ferretería mucho más baratas que en cualquier tienda de recuerdos para turistas.
Vietnam nos está sorprendiendo mucho con los precios, por muy poco dinero los alojamientos son de bastante calidad. Sin ir más lejos en esta ciudad hemos pagado 198.000 dongs (algo menos de 8€) por noche por una habitación doble impecable en la que tenemos hasta una smart tv.
Los productos más típicos de la zona son el café, las alcachofas, las fresas y las flores, los alrededores de la ciudad están totalmente cubiertos por plásticos de invernaderos donde cultivan multitud de flores.
Por casualidad cuando dábamos un paseo por los alrededores nos encontramos con una pastelería, ¿sabéis cuanto tiempo hace que no probamos un pastel? nos volvimos locos. El lugar se llama Lien Hoa y seguro que será muy apreciado por aquellos que se encuentren realizando un viaje largo por la zona y lleven meses sin llevarse un dulce a la boca, nosotros terminamos haciéndoles una visita cada tarde.
Podemos decir que la ciudad de Da Lat no es la más bonita del mundo pero nos pareció muy acogedora. Dimos un paseo muy agradable en torno al lago que se encuentra en el centro de la ciudad y por la noche descubrimos el gran mercado del fin de semana, menudo ambientazo.
Los lugares más bonitos de Da Lat los encontramos en los alrededores. Existen numerosas cascadas entre las montañas que rodean la ciudad, nosotros visitamos Elephant Waterfall y Pongour Waterfall.
La cascada del Elefante nos pareció un bonito lugar pero no era uno de esos que te dejan la boca abierta. Junto a ella se encontraba un templo budista en el que un enorme Buda de color azul nos daba la bienvenida.
Continuamos con nuestra ruta en moto hasta Pongour Waterfall, ésta se encuentra algo más alejada de Da Lat, concretamente a 48 kilómetros. Aunque quede lejos merece la pena acercarse hasta aquí, esta cascada es de las más bonitas que hemos visto y de haberlo sabido me traigo bañador.
Su tamaño es sorprendente y el entorno que la rodea es espectacular. Cerca de la cascada encontramos varios tenderetes en los que comernos unos noodles con verduras muy baratos.
El camino entre plantaciones de café nos ha resultado muy bonito, la carretera estaba en buen estado y sin mucho tráfico. En total entre ida y vuelta nos hicimos 115 kilómetros con la scooter y es que poco a poco le estamos cogiendo el gusto a esto de la moto.
Otro de los días que pasamos entre las montañas de Da Lat nos acercamos hasta la pagoda Linh Phuoc. Un templo bastante grande, visualmente muy espectacular, con mucho colorido y totalmente gratuito.
Quizás este sea el templo más vistosos de los que hemos visto en Vietnam. Una anciana nos invitó a subir a lo alto de la torre desde la que se tenían muy buenas vistas del lugar.
Junto a la pagoda hay un par de templos más que están pegados unos a otros, todos ellos muy interesantes. Como curiosidad os comento que nos encontramos unas fotos sobre una de las paredes en la que explicaban un fenómeno paranormal que de vez en cuando se produce en el templo. Al parecer una luz muy potente se coloca sobre la pagoda sin explicación aparente, lo cual congrega a todo el pueblo en la pequeña plaza en la que está situado.
Por la tarde tras comer en Loteria, una opción muy barata y que viene a ser la versión vietnamita de Mc Donalds, nos acercamos hasta el lago Tuyen Lam que se encuentra situado al sur de Da Lat. Estuvimos dando una vuelta alrededor de sus aguas con la moto en una carretera en la que apenas había tráfico.
Muy cerca de aquí se encuentra el templo budista Truc Lam, mucho más turístico que el que fuimos a ver por la mañana, pero en el que hay unos jardines muy agradables para pasear.
Además de todo esto en Da Lat se pueden hacer muchísimas más cosas, como visitar la crazy house, el valle del amor o pegarse un paseo en el cable car. Pero lo que no podéis hacer es marcharos de esta ciudad sin probar el café vietnamita, a nosotros nos encantó.
Nosotros conseguimos comprar un par de cafeteras vietnamitas en una ferretería mucho más baratas que en cualquier tienda de recuerdos para turistas.
Vietnam nos está sorprendiendo mucho con los precios, por muy poco dinero los alojamientos son de bastante calidad. Sin ir más lejos en esta ciudad hemos pagado 198.000 dongs (algo menos de 8€) por noche por una habitación doble impecable en la que tenemos hasta una smart tv.