EN CONSTRUCCIÓN
Moorea es una isla volcánica muy próxima a Tahití, de hecho se puede ver desde su costa. Desembarcamos con un cielo amenazante. (de verdad, solo que para la siguiente foto se despejó)
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Es temporada lluviosa en las islas por lo que estamos resignados a que nos pueda llover día sí y día también, con la duda puesta en la meteorología nos dirigimos a nuestra excursión donde nos dicen que está todo listo para zarpar: Día de avistamiento de delfines y ballenas jorobadas. De la mano del Dr. Poole, un biólogo marino que vino a estudiar los cetáceos y se quedó a vivir enamorado de la isla y su biodiversidad marina. No es un tour al uso, durante el paseo en barca te explica de forma pormenorizada la vida de delfines y ballenas, las especies que puedes encontrar en ese entorno y las que están amenazadas. No he escuchado jamás una explicación tan sencilla sobre cómo las ballenas azules han acabado siendo especie protegida y muy amenazada.
Por el camino vimos delfines, los llamados "spinner dolphins" que se caracterizan por dar vueltas sobre sí mismos en el aire.
Por el camino vimos delfines, los llamados "spinner dolphins" que se caracterizan por dar vueltas sobre sí mismos en el aire.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Por fin llegamos a una zona donde se encontraban una ballena jorobada y su cría. Tras observar su comportamiento e identificar al espécimen en particular, se dirigió a nosotros y nos dijo: tengo 3 gafas de snorkel, ¿alguno se anima a bajar? yo me quedé He de reconocer que no soy una gran nadadora así que busqué la mirada de señor marido a ver que hacíamos. Pero de que me quise dar cuenta él ya estaba en primera fila cogiendo una de las tres gafas y diciendo que le grabara.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al fondo se puede apreciar al especimen sr.marido (el que más pelo tiene de las tres cabezas)
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Ballena y cría bajo el agua
La imagen de las ballenas nadando y saltando alrededor suya eran impresionantes hasta que veo que vuelven a la barca los tres y preguntan si alguien más quiere bajar. Pues de un empujón me vi en el agua, sola con una instructora. En aquel momento me pareció importante llevar un bañador naranja. Una vez haciendo snorkel nos dijeron que el naranja aleja a los tiburones porque piensan que es coral que les puede cortar. Con esa excusa tan cogida por pinzas me encontré en el agua y, mientras me acomodaba las gafas, veo que todo el mundo me grita que mire hacia abajo. Meto la cabeza en el agua y me veo rodeada de una gran mancha negra debajo de mi. Se me paró el corazón pensando que podía ascender a la superficie y mandarme al otro barrio. A mi izquierda la cría empezó a saltar y chapotear a nuestro lado. Es todo un espectáculo verlas hundirse y nadar cerca de ti.
nota: Pese a la experiencia tan maravillosa que tuvimos y que el Dr.Poole es un gran experto y conoce a cada una de las ballenas que se acercan a Moorea, no es algo que aconseje ni recomiende. La semana previa a nuestra visita había fallecido un turista que iba a ver delfines y ballenas como nosotros pero sin personal del centro biológico de la isla. Decidieron meterse al agua y falleció al ser golpeado por una aleta. Aun con toda esta información, decidí bajar a ver las ballenas de cerca. Fue una decisión muy personal basada en la situación específica en la que nos encontrábamos y después de ver un rato largo desde la barca cómo interactuaban las ballenas bajo nuestra presencia.
nota: Pese a la experiencia tan maravillosa que tuvimos y que el Dr.Poole es un gran experto y conoce a cada una de las ballenas que se acercan a Moorea, no es algo que aconseje ni recomiende. La semana previa a nuestra visita había fallecido un turista que iba a ver delfines y ballenas como nosotros pero sin personal del centro biológico de la isla. Decidieron meterse al agua y falleció al ser golpeado por una aleta. Aun con toda esta información, decidí bajar a ver las ballenas de cerca. Fue una decisión muy personal basada en la situación específica en la que nos encontrábamos y después de ver un rato largo desde la barca cómo interactuaban las ballenas bajo nuestra presencia.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al regresar a tierra empezó a llover muy intensamente, tanto es así que el tour siguiente para ver ballenas se postpuso. Subimos al autobús para nuestra siguiente excursión programada dando la vuelta completa a la isla y visitando sus miradores: Belvedere y Toatea. Es una excursión algo aburrida si eres joven, si pudiera repetir habría cogido la que llevaba quad o alguna ruta de senderismo hacia la montaña. Paramos también a ver los Maraes que son lugares de culto de los primeros pobladores de la isla, los Maohi.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Mirador Toatea
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Gallo entre los Maraes
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Mirador Belvedere
Un recuerdo muy bueno que me llevo de Moorea es descubrir que la piña no me gusta, ¡me encanta! Y es que en casa tienen la manía de comprar la piña en navidad y yo me cierro en banda con que la piña me sienta mal y me duele el estómago posteriormente... Pues no. La piña de Moorea no. Es dulce, se deshace, está riquísima, es... ay, que babeo de solo pensarlo.
Otras actividades que se pueden hacer en la isla son:buceo-snorkel, visitar las plantaciones de piña, acudir al centro de rescate de tortugas (me quedé con las ganas), ascender al Belvedere...
Nos despedimos rumbo a Huahine, otra isla no muy lejana. Hay viajes que te cambian, de este día en particular me llevo la decisión de no volver a visitar ningún delfinario jamás. Verles nadar en libertad me hizo muy feliz, no quiero ni pensar lo que deben sufrir viviendo en una piscina con los km que necesitan nadar al día y la velocidad que llegan a alcanzar.
Otras actividades que se pueden hacer en la isla son:buceo-snorkel, visitar las plantaciones de piña, acudir al centro de rescate de tortugas (me quedé con las ganas), ascender al Belvedere...
Nos despedimos rumbo a Huahine, otra isla no muy lejana. Hay viajes que te cambian, de este día en particular me llevo la decisión de no volver a visitar ningún delfinario jamás. Verles nadar en libertad me hizo muy feliz, no quiero ni pensar lo que deben sufrir viviendo en una piscina con los km que necesitan nadar al día y la velocidad que llegan a alcanzar.