Trinidad y de nuevo en La Habana ✏️ Diarios de Viajes de Cuba

Llegamos al centro de Trinidad (es.wikipedia.org/ ...idad_(Cuba)), donde los coches no pueden circular a no ser que lleven turistas a las casas o vivas ahí. El centro está completamente adoquinado, muy limpio y con casas de dos pisos como mucho …vaya, muy mono. María Elena nos había encontrado una casa justo al lado; dejamos las maletas y nuestra anfitriona, Tania nos recomendó un pequeño restaurante donde poder comer: Doña Clara. Comimos bastante bien por sólo 14 CUC. Además, mientras comíamos cayó una buena tormenta, que ayudó a refrescar el ambiente.

Al acabar, fuimos a explorar la ciudad y confirmamos que es muy bonita y turística. Decidimos buscar otra casa para las siguientes tres noches, ya que la de Tania nos parecía cara. En el mismo sitio donde cenábamos, La Santisima Trinidad tenían también alojamiento…y a un precio algo más ajustado.

Aquí tenéis un par de imágenes del centro. En la primera se aprecia la torre del Museo del Bandidismo y en la segunda la plaza.




Undécimo día. Miércoles 20 de julio

Como siempre, teníamos mucho que hacer. ¿No estamos de vacaciones? Bueno, para hacer cosas hay que prepararlas, claro

Teníamos que buscar una excursión (todavía no sabíamos cual) para el día siguiente, queríamos comprar los tickets de Viazul con destino La Habana para el sábado y todo esto antes de las 11h porque a esa hora un bus turístico salía hacia Playa Ancón y queríamos hacer playa.

En un Cubatur contratamos una excursión al Valle de los Ingenios. Saliendo de ahí fuimos a Viazul y llegamos justo en el momento que se estaba haciendo un check in para ir a Camagüey…¡era un caos! Eran las 10:30h aproximadamente y una chica tenía una reserva para las 8h y lógicamente se quedó fuera. Otra chica tenía reserva para el bus pero cuando llegó ya estaba lleno y también se quedó fuera…tenía que haber llegado 30 minutos antes de la partida del bus. Bueno, aprendimos un montón de cosas QUE NO PODÍAMOS HACER EL SÁBADO.

El funcionamiento de Viazul es el siguiente. Tú vas a la estación con antelación, haces cola (1) y si quedan plazas, HACES UNA RESERVA para el destino y día que sea. Esa reserva la apuntan en una libreta y te dan un resguardo. Luego, tienes que llegar 30 minutos antes de la salida del bus y haces cola (2) y con esa reserva compras el billete. Después haces cola (3) para entregar las maletas y finalmente ya puedes subir al bus. ¿Habéis visto las tres colas? ¿A alguien no se le ha ocurrido pagar el ticket y ya dejar la maleta en una sola cola? Cuban way of life.

Fuimos a buscar las mochilas para la playa y a buscar el Transtur Ancón para Playa Ancón. Llegamos, nos metimos en la cola y vivimos un intento de engaño que los taxistas hacían a los de la cola. Intentaremos reproducir la conversación:

Taxista: “¿Vais a Playa Ancón?”
David: “Sí, pero vamos con el bus”
Taxista: “El bus os cobra 8 CUC y yo os cobro 2 por persona”

Si estás estresado y no piensas, puedes llegar a la conclusión que el taxi es más barato, ¿no?

David: “Piltrafilla (eso de piltrafilla no lo dije, sólo lo pensé). No me engañes, el bus nos cuesta 8 CUC a los dos e incluye ida y vuelta. Tú nos cobras 2 por persona, que son 4 por viaje. Luego hay que volver y cómo mínimo son 4 CUC más….a no ser que el taxista de ahí me quiera cobrar 4 por persona, que es lo más probable”.
Taxista: “Bueno, da igual”. Y mirando a otros turistas, “¿Vais a Playa Ancón?”

Tras dos paradas llegamos a Playa Ancón a las 11:30h. No tenía el encanto de Cayo Jutías pero teníamos ahí otra playa caribeña de arena blanca y agua turquesa…casi tan bonito como algunas calas de Menorca La mala noticia es que aparecieron unos feos nubarrones y todo hacía pensar que teníamos una tormenta a la vista…qué mala suerte.

A eso que nos acomodamos, pagamos 4 CUC por dos tumbonas (esta vez no quisimos sombrilla porque no había sol) y al cabo de poco llegan los pizzeros. En la costa dorada, en Tarragona, circulan vendedores de camisetas, toallas, gafas, en la Barceloneta incluso venden mojitos pero en Playa Ancón venden trozos de pizza. Claro, con lluvia a la vista veían que ese día no harían negocio y casi casi que regalaban las pizzas. Les decíamos que era pronto para comer y ellos contestaban que las pizzas aguantarían calientes y que en poco rato no habría ningún pizzero. Le preguntamos al cobrador de las tumbonas, Carlos, que pasaría con el tiempo. Nos dijo que los nubarrones se irían, que eso era normal en esa época.

Bueno, aguantamos la tentación y en poco rato se disiparon los nubarrones y apareció el sol; Carlos acertó. Los pizzeros yo no estaban, pero sí un sencillo chiringuito donde compramos unos bocadillo y una pizza por 5,5 CUC. Hay que añadir que el cobrador de las tumbonas nos estuvo haciendo broma toda la mañana con el parte meteorológico.

Subimos al bus de vuelta, a las 15h (por cierto, no vimos ningún taxi), llegamos a Trinidad, nos duchamos y fuimos a dar un paseo. Fuimos al Museo del Bandidismo, un sitio muy interesante. Os explico:

En 1961 la CIA ya estaba hasta las narices del régimen castrista, así que con el apoyo de exiliados, mercenarios y material militar de los EEUU intentó una invasión de la isla (es.wikipedia.org/ ...e_Cochinos). El desembarco se hizo en Playa Girón, en el sur y en menos de 65 horas fue repelida por el ejército cubano. A parte de lo evidente, hubo dos consecuencias menores de ese fracaso: la primera fue que Playa Girón pasó a llamarse también Bahía de Cochinos. La segunda fue el Museo del Bandidismo. En ese museo de Trinidad hay expuesto un montón de material militar incautado a los invasores.

En el museo se puede subir a la torre, desde donde hay unas estupendas vistas como ésta:


Antes del museo llamamos a Adiel en La Habana para preguntar si podíamos alojarnos en su casa la última noche, la del sábado a domingo. En nuestra casa no había teléfono pero Saúl nos dijo que en la casa de al lado se podían hacer llamadas si las pagábamos. Nos hicimos un pequeño lío con los prefijos de las provincias pero al final logramos contactar con Adiel, nos confirmó que sí tenía disponibilidad y que enviaba un coche a buscarnos a Viazul.

Cenamos en una terracita con mojito incluido y vimos un SMS (para los jovencitos: es como un mensaje Whatsapp pero limitado a 160 caracteres y que hay que pagar por cada uno que envías) de Albert y Anna avisándonos que al día siguiente estarían en Trinidad. ¡Qué bien!

Duodécimo día. Jueves 21 de julio

El jueves íbamos al Valle de los Ingenios (es.wikipedia.org/ ...s_Ingenios). Este valle es una enorme extensión ubicada al sur de Cuba que durante los siglos XVIII y XIX albergó una de las mayores industrias azucareras del mundo. Fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Un Ingenio era una hacienda colonial española con todas las instalaciones necesarias para procesar la caña de azúcar y obtener, azucar o ron. Comprendía además de la plantación en sí las viviendas de los propietarios, de los esclavos y los almacenes y los artilugios para la transformación de la caña de azúcar en azúcar. En estos momentos la industria es solo una sombra de lo que era, debido entre otras cosas a que el bloqueo dificulta el mantenimiento y la compra de la maquinaria industrial necesaria. La visita comprende el recorrido por dos ingenios bien conservados así como de la torre de Iznaga, donde hay una estación de tren...pero cuya línea está interrumpida desde hace unos veinte años. Hubo un importante temporal que destruyó parte del recorrido y no se ha podido restaurar.

A las 9h subimos al bus de Cubatur y nuestro guía, Lázaro, nos explicó fantásticamente como funcionaban los ingenios y cómo vivían los esclavos , los propietarios y como se procesaba la caña. Muy interesante. La excursión tenía la comida incluída y hacia las 15h ya estábamos de vuelta a Trinidad.

Uno de los ingenios era San Isidro de los Destiladeros:


…y aquí tenéis la torre de Iznaga:



Nos duchamos y cayó de nuevo una buena tormenta...nos fue genial para descansar y que refrescara un poco.

A las 20h habíamos quedado con Albert y Anna. Llegamos puntuales y nos cruzamos con Oier y Joana, que habíamos conocido en Cienfuegos. Estábamos hablando con ellos cuando aparecieron Albert y Anna y resulta que ¡se conocían! Habían coincidido en Playa Girón, así que estábamos explicando batallitas cuando pensamos que sería mejor ir a comer algo los seis juntos. ¡Qué pequeña es Cuba!

Comimos en Cuba Libre a la Italiana y la camarera que nos había atendido el día antes, Yenni, nos convenció para que le compráramos a ella la excursión del día siguiente. Iríamos a caballo al Pilón, un parque con pozas donde podíamos bañarnos y nos cobraría 12 CUC a cada uno, entrada incluida.

Fuimos a cenar al Tenedor donde negociamos plato y copa por 6 CUC. Pero después resulta que la copa sólo podía ser un “jam tónic” o una cerveza, porque no les quedaba mojito. Y en el menú sólo quedaba “carne” o “pescado”, así tal cual. Bueno, cosas que pasan en Cuba. Lo solucionamos después yendo a por unos mojitos a pie de calle.


Decimotercer día. Viernes 22 de julio

A las 9h teníamos que estar en el Cuba Libre, desde donde Yenni nos acompañaría a buscar los caballos. Finalmente los caballeros seríamos Albert, yo y Aldo, un italiano que conocían Albert y Anna y que decidió acompañarnos. Oier, Laura, Joana y Anna irían en la volanda (un carro tirado por un caballo).

Ahí tuvimos la primera sorpresa. El guía, Jorge, nos dijo que teníamos que pagarle 6 CUC por persona de la entrada al parque del Pilón. ¿Cómo? Pero si Yenni fue muy clara y nos dijo que los 12 CUC era precio total. Además se lo preguntamos explícitamente porque nos pareció muy ajustado. Vaya, nos enfadamos pero Yenni no estaba. Pudimos rebajar el precio a 5 CUC y decidimos que por la noche ya iríamos a ver a Yenni.

Olvidado el asunto montamos los caballos, que esta vez no tenían nombre, y empezamos a cabalgar. La excursión tenía que durar unas dos horas, pero en hora y media estábamos en la plantación de José. Ahí nos hicieron una demostración del prensado de la caña de azúcar y de la extracción de su jarabe, que se llama guarapo. Si está frío entra muy bien y es muy refrescante, os lo recomiendo. Además, no sabemos si forma parte del espectáculo o no, pero José nos explicó que formó parte del ejército revolucionario de Fidel durante la revolución y que era un firme partidario del comunismo. Además se nos mostró como un buen animador tocando esta canción:



Bueno, en un rato estábamos en las pozas, no sin un gran dolor en el culo (no se vosotros, pero yo no acostumbro a cabalgar dos horas al día, por lo que mi culo no está acostumbrado) y llenos de barro. El baño nos sentó muy bien y afortunadamente Anna, Albert, Oier y Joana llevaban comida de sobra y la compartieron porque nosotros confiábamos que podríamos comer en Trinidad.

Y aquí las pozas y a mi haciendo el payaso:


En una hora y media estábamos de vuelta. Una ducha y un descanso y fuimos a dar un paseo y entramos al Bar Yesterday, que cómo no, es un bar homenaje a los Beatles. Vídeos, fotos, atrezzo e incluso un paso de zebra en la entrada.

Al salir fuimos a la plaza donde habíamos quedado los seis y tras unas cervezas fuimos a cantarle las cuarenta a Yenni. Ese día libraba, qué lista…entonces le dejamos un mensaje y le dijimos que tendría noticias nuestras vía Tripadvisor (www.tripadvisor.es/ ..._Cuba.html).

Asunto zanjado, como diría el ex presidente del Barça Gaspart. Fuimos a cenar al Dorado, una gran elección por los platos y por los precios. Y ahí pasó una cosa sorprendente:

En la mesa de enfrente teníamos a dos chicas y a Laura, que tiene muy buena vista para estas cosas, le sonaba terriblemente una de ellas. Entonces cayó, se parecía mucho a una italiana que habíamos conocido el año anterior en Indonesia, en el templo de Borobudur. No podía ser. Así que me levanto, me voy a la mesa y le pregunto directamente si es italiana. A lo que responde que sí. Resulta que era efectivamente Federica…increíble. ¡Qué pequeño es el mundo! Aquí tenéis el link del Diario de viaje a Indonesia en el apartado donde conocemos a dos italianas muy habladoras (www.losviajeros.com/ ...hp?b=14374, lo podéis ver en la etapa de Java). ¿Algún matemático en la sala que sepa calcular esta probabilidad sabiendo que entre Cuba e Indonesia hay unos 18.000 km?

Acabamos la fiesta en la Casa de la Música. Se trata de un restaurante done hay música en vivo que a la práctica se convierte en música para toda la plaza. Un ambientazo genial, con toda la gente bailando. Fue una estupenda manera de despedirnos de Trinidad y de nuestros amigos, ya que al día siguiente nos íbamos a La Habana y ellos seguían su ruta.

Decimocuarto día. Sábado 23 de julio

Nos despertamos más o menos pronto, ya que a las 7:45h teníamos el check in en Viazul. Tras revisarlo todo fuimos andando cinco minutos a la estación de autobuses y vivimos de nuevo el caos. Entre la entrega del equipaje y la cola el bus se fue a las 8:30h, media hora más tarde de lo previsto.

Paramos en Cienfuegos y a las 11:30h más o menos en un área de servicio donde tuvimos tiempo para comer. Cómo se nota que nos adaptábamos al horario de la mayoría de clientes, ¡centroeuropeos!

A las 14:30 ha estábamos en La Habana y ahí teníamos al taxista que había enviado Adiel.

De nuevo La Habana

Nos instalamos un poco y fuimos a dar un paseo por la Habana Vieja, con esa actitud de ya hemos estado aquí y nos lo conocemos todo Aprovechamos para comprar algunos regalos que nos faltaban en Calle Obispo y volvimos rápido a casa porque amenazaba lluvia. Nos fue de un pelo, pero logramos salvarnos de la tormenta.

Hasta las 21h no paró un poco y aprovechamos para ir a cenar. Intentamos ir al Paladar San Cristóbal, del que nos habían hablado muy bien, pero ilusos de nosotros no pudimos entrar porque estaba lleno. Se ve que meses atrás estuvo cenando ahí Barack Obama en su visita oficial a La Habana, y ahora se ha puesto de moda. ¡Ay las modas! Acabamos en el Asahi, caro pero bueno (12 CUC por cabeza).

Al terminar fuimos al Callejón de Hamel. Ya sabíamos que a esas horas estaría todo cerrado, pero nos apeteció echar un vistazo igualmente. Una lástima, porque es muy bonito y seguro que con ambiente es un gustazo. Así que a dormir y así acabo nuestra última noche cubana.

Es complicado mostrar todo el callejón en su esplendor, y menos de noche y vacío, pero quizás esta foto da una idea:


Decimoquinto día y último día. Domingo 24 de julio

Poco que hacer. Nuestro puesto de comida de siempre estaba cerrado (era domingo) así que buscamos algún sitio en San Rafael donde gastar los últimos CUP. A las 11:30h ya teníamos a Luis Palomino, el taxista que nos llevaría al aeropuerto.
Facturamos en los mostradores de Aeroflot y cambiamos los CUC en la Cadeca de después del control de pasaportes (no la de antes. Ahí hay mucha cola porque la usa gente que trabaja por ahí pero no coge ningún avión. La que está después del control es solo para pasajeros y no hay nada de cola).

Y así acabo la aventura cubana.