De los tours de Sandemans que contrate aun me quedaba por hacer el del barrio de Belem que solo se realiza durante las tardes, como modifique mi agenda al adelantar la visita a Sintra del Sábado al Jueves tuve que retrasar lo que tenía previsto el jueves al viernes. Ese día en lugar de acercarme al centro de la ciudad andado desde el hotel lo que hice fue ir en metro directamente puesto que la línea azul concretamente la parada Santa Apolonia me dejaba cerca de mi destino, ubicado a orillas del Tajo. Como aficionado a la historia y mas específicamente a la historia militar me gusta visitar los museos que le son dedicados, por lo tanto cuando vi que Lisboa disponía de un museo militar formo inmediatamente parte de los lugares que deseaba visitar.
(derecha) Escultura de Santa Isabel de Portugal haciendo referencia al milagro de las rosas
Al salir del metro vi que aun me quedaba algo de tiempo hasta la apertura del museo (abre a las 10:00) me acerque al panteón y a la iglesia de San Vicente, edificios cercanos, para hacerles unas fotos volviendo a continuación al museo militar. En la entrada principal destaca un monumental pórtico, tras abonar la entrada de 3 euros uno puede visitar libremente las distintas salas del edificio, recuerdo que en la primera planta una estaba dedicada a las guerras napoleónicas con uniformes, armas y cuadros. Después se pasaba a otra sala cuyo tema era la primera guerra mundial (en la cual participo Portugal) aquí también uno se encontraba con armas, equipamientos, piezas de artillería, cuadros y estatuas en bronce.
La visita continuaba en otra habitación donde se podía admirar varias armaduras medievales, siendo el resto de las salas muestrarios de distintas armas blancas, armas de fuego y partes de armaduras sobretodo yelmos. Después bajando al patio de armas, ese último como varias salas adyacentes contenían una gran cantidad de tubos de cañones, siendo una habitación dedicada a las guerras en África (Angola, Mozambique y guinea-bisáu) durante el siglo XX. Estuve tranquilamente alrededor de una hora, las descripciones de los objetos están en portugués y en ingles, eche de menos una mayor explicación sobre los conflictos en los que intervino el país, lo que hizo que me documentara al volver a España, tampoco percibí que había un orden cronológico en la visita lo que le daba un aspecto caótico, mezclándose distintas épocas no seguidas. No está muy concurrido y como he indicado la entrada es barata quizás un aficionado a las armas antiguas le parezca interesante, no me disgusto pero he visitado museos que me han dado mejor impresión.
Tras finalizar la visita al museo militar volví al metro para acercarme al convento do carmo en el barrio alto, que se ve por fuera en el free tour y deseaba contemplar su interior. la entrada es de 4 euros y da acceso a las ruinas del templo gótico abiertas al cielo así como a un pequeño museo arqueológico, es una visita muy rápida que al ser de pago uno se puede ahorrar.
Tras finalizar la visita al museo militar volví al metro para acercarme al convento do carmo en el barrio alto, que se ve por fuera en el free tour y deseaba contemplar su interior. la entrada es de 4 euros y da acceso a las ruinas del templo gótico abiertas al cielo así como a un pequeño museo arqueológico, es una visita muy rápida que al ser de pago uno se puede ahorrar.
A continuación me encamine al vecino museo de la guardia nacional república, que es gratis y debo confesar que me sorprendió agradablemente. El museo retrata la vida de esa organización militar desde su creación en la edad media hasta la actualidad, cada fase o época tiene grande paneles con abundante información escrita tanto en portugués como en ingles, también hay una colección importante de objetos como uniformes, armas, fotos incluso una moto.
Tras almorzar y descansar me dirigí a la plaza del comercio para juntarme con quienes como yo habían contratado el tour en Belem, se formaron dos grupos y como guía me toco Fernando de Gandía. Tras una breve presentación a la sombra, ese día hacía calor nos encaminamos a la estación de ferrocarril Cais do Sodré para subirnos al tren de cercanía que se dirige hacia Cascai (un destino que no visite y que me quede con ganas de ver sus playas) tras un viaje corto de unos diez minutos nos bajamos a la estación de Belem. Tener en cuenta que la salida de la estación (más bien es un apeadero) no es nada practica si vais con una silla de ruedas o carrito de bebe puesto que hay que subir unas escaleras, seguir por una pasarela que pasa por encima de la carretera y bajar a continuación otras escaleras.
Tras almorzar y descansar me dirigí a la plaza del comercio para juntarme con quienes como yo habían contratado el tour en Belem, se formaron dos grupos y como guía me toco Fernando de Gandía. Tras una breve presentación a la sombra, ese día hacía calor nos encaminamos a la estación de ferrocarril Cais do Sodré para subirnos al tren de cercanía que se dirige hacia Cascai (un destino que no visite y que me quede con ganas de ver sus playas) tras un viaje corto de unos diez minutos nos bajamos a la estación de Belem. Tener en cuenta que la salida de la estación (más bien es un apeadero) no es nada practica si vais con una silla de ruedas o carrito de bebe puesto que hay que subir unas escaleras, seguir por una pasarela que pasa por encima de la carretera y bajar a continuación otras escaleras.
Nuestro guía nos coloco bajo la sombra de unos árboles en el parque jardín de Belem donde nos comento varias cosas relacionadas con el barrio, la estatua de Alfonso de Alburquerque cercana y la época de los descubrimientos que está relacionada con Belem puesto que los barcos zarpaban de ese lugar.
Nos desplazamos, después de la charla, al monasterio de los Jerónimos cuya construcción de estilo manuelino fue encargado por el rey Manuel I de Portugal en el siglo XVI para conmemorar el regreso de la India de Vasco de Gama, hecho que nos explico nuestro guía aportando comentarios sobre el estilo Manuelino propio del imponente edificio.
Tuvimos unos minutos libres para visitar la Iglesia de Santa María de Belem cuya entrada es gratis, en su interior descansan los reyes de Portugal así como los restos del explorador Vasco de Gama, el poeta Luis de Camoes y el escritor Fernando Pessoa. Ilustres personalidades de las letras Portuguesas de las cuales se hablan en el free tour.
Cruzamos el jardín de la plaza del imperio hasta llegar al monumento de los descubrimientos ubicado a orilla del tajo. El impresionante monolito Fue encargado por el régimen de Salazar, siendo construido en 1960, tiene 52 metros de altura y celebra a los marineros, patrones reales y todos los que participaron en el desarrollo de la era de los descubrimientos. Tiene forma de carabela, rematado por el escudo de Portugal en los lados y la espada de la dinastía de Avís sobre la entrada, en la proa se encuentra Enrique el navegante, infante de Portugal ubicándose tras de él y a ambos lado del monumento figuras ligadas a los descubrimientos como navegantes, cartógrafos y reyes Destaca entre tantas figuras de varones una única mujer Felipa de Lancaster, madre de Enrique el navegante y esposa de Juan I de Portugal, fundador de la dinastía de los Avís, dicho matrimonio fue acordado como parte de la alianza anglo-portuguesa para hacer frente a la establecida entre Francia y Castilla, dicha alianza es la más antigua en el mundo que todavía está en vigencia. Al pie del monolito se encuentra una rosa del viento de 50 metros de diámetros, regalo de Sur África, en su centro hay un mapa del mundo donde se muestra la ruta que siguieron los buques Portugueses con las fechas de descubrimientos de los distintos países.
Puente del 25 de Abril y el cristo Rei
Tras una prolífica explicación por parte de Fernando seguimos a nuestro guía hasta el siguiente monumento del cual nos iba a informar: la torre de Belem. Construido bajo el reinado de Manuel I de Portugal durante el siglo XVI en la desembocadura del Tajo como elemento de defensa estaba ubicado originalmente más hacia el centro del rio pero el terremoto de 1755 seguido por un tsunami modifico el curso del rio, de hecho el monasterio de los jerónimos estaba ubicado a la orilla del tajo, para que os hagáis una idea. Es uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura manuelina adornada con cuerdas esculpidas en piedra tan propias de ese estilo, se compone de una torre y un baluarte. En la fachada se puede distinguir la figura de un rinoceronte cuya historia nos conto nuestro guía.
Acabado el tour volvimos sobre nuestros pasos con el objetivo de subirnos al tren y volver a Lisboa sin embargo nuestro guía nos invito a probar los pasteles de Belem, postre famoso en Portugal en la pastelería casa pasteis de Belem. Bueno el lugar es tremendo de grande con varias salas llenas de mesas y sillas para que la gente se siente igualmente había una importante fila en las afueras donde la gente esperaba para comprarlos y llevárselos. El postre es una tortita de crema siendo la pasta muy crujiente de hojaldre, la receta es originaria de los monjes del cercano monasterio de los jerónimos y son buenísimos no podéis ir a Belem y no probarlos.