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Nos levantamos como siempre pronto pero hoy ya que es nuestro último día por esta zona nos lo tomamos con más tranquilidad. Desayunamos tranquilos en nuestra casita y bajamos dando una vuelta hasta gengenbach. Queríamos llevarnos hacia la otra casa provisiones de la estupendísima pastelería Dreher. Así que aprovechamos, compramos algún bollo y nos volvemos andando hacia la casa. Queremos aprovechar para ver algunas cosas que nos quedaron por la zona de la carretera panorámica de la Selva Negra ya que el último día ya no nos dio tiempo más. Para llegar más rápido subimos por la autovía y más o menos en una media hora estamos en nuestro destino. Como ya os dije me costó horrores encontrar rutas para poder hacer por allí y de casualidad di con los dos sitios que visitaríamos hoy. Con el destino en nuestro GPS llegamos a la población de bühlertal. Como todos es un pequeño pueblito típico alemán y una vez que le cruzamos todo al final ya encuentras indicaciones de la Cascada gertelbach. nosotros hicimos unos 5 km y 200 metros de desnivel aunque se puede alargar más pero como ya os contaré nos fue imposible. para llegar esperamos un semáforo que abre pasó en los dos sentidos ya que el camino de acceso al parking es muy estrecho. Antes de pasar a este parking es bastante complicado aparcar ya que todo son viviendas y solamente están los huecos de los garajes. El parking es pequeño pero me parece que no es una ruta demasiado visitada y es una pena porque es una auténtica maravilla. Selva Negra en estado puro. Dejamos el coche y en el mismo parking nos encontramos con estos carteles que te indican las rutas que se pueden hacer desde aquí por la cascada y también subir al mirador que se encuentra encima.
Desde dónde se deja el coche hasta donde comienza en realidad la ruta por la Cascada hay cerca de un kilómetro hacia arriba. Es camino asfaltado pero hay una señal en la que pone que solamente pueden pasar los residentes así que andando para arriba se ha dicho. Cuando nosotros estuvimos estaban preparando una pequeña vereda pegada al río pero que por desgracia la encontramos todavía en obras y no pudimos pasar por lo cual tuvimos que subir por la carretera. Aunque seguramente cuando la tengan hecha será una maravilla porque pudimos verla desde la parte de arriba y tenía una pinta chulísima. En esta ruta nos encontramos con muy poquita gente y sobre todo en la parte de abajo porque una vez que empiezas a ir subiendo hacia arriba nos quedamos completamente solos. Cómo os digo nada más llegar no podíamos dejar de admirar más lo que estábamos viendo. Esto sí era la auténtica Selva Negra lo que en todos sitios puedes ver en documentales o en Facebook o en todos esos sitios en los que tú dices, qué bonito es esto dónde estará metido me encantaría ir a verlo…pues aquí nosotros tuvimos la oportunidad de verlo!
Eso sí uniformados bien de fufú para los mosquitos porque hay una especie de tábano avispa o algo así que pega unos picotazos de miedo. Yo salí con el culo como un colador. Pero mereció la pena…la naturaleza me recompenso por ello. Es una auténtica pasada poder ver todo el cauce del río con las piedras llenas de musgo y árboles y más árboles y más árboles por cualquier sitio por el que mirabamos.
A la gente que como a nosotros adore la naturaleza esto es un paraíso. Una zona de paz y de tranquilidad en la que solamente escucha el rumor del agua o los cantos de los pájaros. Seguramente estas fotos os hagan entender lo que os estoy diciendo…..
Nuestra mayor pena fue que esta ruta se nos acabó truncando. A pesar de que por internet el tiempo nos da un poco regular como cuando llegamos hacía un sol de 3 garrotes no pudimos imaginar que nos iba a caer la que nos cayó. Según íbamos subiendo cascada arriba ya que los árboles son tan grandes y tan tupidos que apenas entra el sol no nos dimos cuenta hasta que llegando a un punto algo más abierto a mí me pareció que el cielo empezaba a nublarse hasta que empezamos a escuchar truenos y más truenos. Le dije a mi marido que me parecía que nos tenemos que volver para abajo que tenemos la tormenta acercándose a nosotros y como a él nada le echa para atrás estando dentro de un bosque pues nada seguimos…pero los truenos no dejan de sonar cada vez más cerca y después de volver a repetirselo da su brazo a torcer y volvemos hacia abajo. Cuando de repente empezamos a escuchar un ruido y sin saber lo que es nos acabamos dando cuenta que está empezando a llover. Gracias a las copas túpidisimas de los árboles las gotas no llegan a nosotros. Así por lo menos dije que aunque estábamos dentro no nos mojabamos. Error!!!! De repente empezó a caer la que no está en los escritos, era como si de repente hubiesen abierto todos los grifos del mundo y claro ni los árboles podían pararlo. Creo que si me meto debajo de la ducha no me mojo tan rápido porque fue estar seca y en un segundo completamente empapada. Allí empezó a bajar agua hacia abajo como un demonio y nosotros corre que te corre para abajo. Claro como el día estaba tan despejado no cogimos chubasqueros ni nada y ya no es que nos empapasemos nosotros sino que la cámara o los móviles iban a llevar el mismo paso. Y incluso en esta situación esta zona tan bonita nos hizo nuestro último regalo ya que bajando hacia abajo de repente nos encontramos de frente con una pequeña ardilla que estaba como loca queriendo ir a resguardo y justamente nos cruzamos en su camino y la pobre no sabía ni para dónde ir. Así que a toda mecha llegamos al comienzo donde había una especie de cenador y allí nos metemos hasta que escampe un poco…. Gracias a Dios había entrado un poco de agua a las mochilas pero la camara y los objetivos estaban a salvo. Por desgracia termino un poco de sopetón nuestra ruta por esta cascada pero no nos arrepentimos para nada porque fue de las más bonitas sino la más bonita que hicimos en toda nuestra estancia por tierras alemanas. Si estáis por esta zona y tenéis la oportunidad de venir a verla no os la perdáis ya que aparte de que no es una ruta larga y aunque es siempre hacia arriba ya que es el curso de una cascada pero se hace muy ameno y para nada pesado. Es una auténtica maravilla poder ver las cosas que la naturaleza nos pone delante de nuestros ojos y cuántas veces no sabemos valorar. Es agradable poder ver que todavía sigue habiendo sitios vírgenes como este. Volvemos de nuevo hacia el coche y ya que es hora de comer bajamos hacia el pueblo y como yo me esperaba no hay ningún restaurante abierto. Para nosotros sería pronto ya que son las 14 pero allí eso ya es muy tarde así que no tenemos dónde comer. Adiós gracias los comercios no cierran a ninguna hora y nos topamos con una panadería pastelería y decidimos pasar a comprar algo. Creo que fue de las mejores pastelerías en las que estuvimos.
Metida en un pueblo pequeñito pero una maravilla. Aparte de un montón de panes distintos tenían ensaladas sandwiches hechos con muy buena pinta y un montón de dulces que no sabías por dónde empezar. Compramos pan y unos dulces de postre que he de decir que estaban de muerte y en un supermercado un poquito más para abajo pasamos a comprar algo de embutido. O esto o no comemos hasta la cena y ya hay hambrecilla. Y como hasta ahora nada caro comer ya que el embutido nos costó poco más de 3 € y todo lo que compramos en la pastelería que fueron baguettes y dos postres no llegaron ni a los 6 €. Así que una vez comidos y con el sabor en la boca de los estupendos dulces alemanes seguimos hacia otra ruta que encontré por esta zona. Lago herrenwies. Ponemos de nuevo el GPS para que nos lleve directamente ya que tenemos que cruzar la B500 y nuestra sorpresa llega cuando nos encontramos la carretera cortada. Y claro con las lluvias que caen por esta zona como la que acabamos de comprobar encima de nuestras cabezas la carretera estaba desastrosa de ramas de piedras y de todo. Menos mal que al final metiéndonos por uno y otro lado conseguimos encontrar otro camino que nos lleva el mismo sitio dando una pequeña vuelta. Aunque gracias a esta variación podemos ver magníficas vistas cómo estas.
Según nos vamos acercando hacia el desvío dirección forbach, también indica ya hacia el lago herrenwies. Poco antes de llegar aquí vemos nuestro primer rodelbahn aunque decidimos no parar e ir directamente al lago por si nos vuelve a caer otra chunda de agua como la que nos ha caído. Para llegar a este lago sí que está bastante complicado si no llevas GPS ya que no hay ninguna indicación desde la carretera que se vea. Os intento dar las explicaciones si no lleváis gps a ver si sois capaces de encontrarlo. Pasando el pequeño pueblito de herrenwies, al salir a mano derecha os encontrareis con una casetilla que tiene unas mesas delante que es como una especie de kiosco. Es este.
Pues justitamente enfrente de él a la izquierda sale un pequeño camino hacia abajo. Os metéis por él y seguir todo derecho por ese camino sin dejarle hasta que lleguéis al final a una casa la cual dejáis a mano derecha y ya allí se acaba la carretera. Por aquí dejáis el coche y aquí ya si hay indicaciones para llegar al lago.
Seguimos hacia delante y en poco estamos en el lago.
Este se puede recorrer por una ruta circular pequeña ya que el lago no es demasiado grande.
Pero eso sí es muy bonito ya que está enclavado ahí dentro y rodeado de grandes abetos. Le rodeamos andando y de nuevo volvemos sobre nuestros pasos. Y otra vez los truenos amenazando lluvia. Yo no hacía nada más que decir a que nos volvemos a mojar? Pero no, la tormenta se desvió de lado y esta vez acabamos secos. Así que poco a poco volvemos a nuestro coche para seguir con el día. El día que estuvimos haciendo la ruta por la carretera panorámica de la Selva Negra según subíamos hacia ella pasamos por un pueblo que nos pareció a simple vista muy bonito. Aunque también es verdad que en esta zona es complicado que los pueblos sean feos porque todos los pueblos son bonitos ,más o menos ,pero son una preciosidad de pueblo. Así que decidimos volver sobre nuestros pasos por esta carretera hasta llegar a este pueblo para visitarlo. Su nombre es zem all harmersbach. Como ya se había pasado la hora del aparcamiento de pago pudimos aparcar tranquilamente en la calle. La única pega que vimos en todos los pueblos que visitamos es que si no estabas en las horas centrales del día mientras los establecimientos estaban abiertos los pueblos parecen estar desiertos ya que todo está cerrado quitando algún bar o restaurante que hay abierto. Pero bueno qué le vamos a hacer cada uno tiene sus horarios…. Aprovechamos y damos una vuelta por el pueblo el cual nos parece precioso…
. El día se nos va acabando así que cogemos el coche y volvemos hacia gengenbach y ya que es la hora de cenar decidimos antes de subir siquiera a la casa parar a cenar en el pueblo. Y como nos gustó tanto el restaurante Frei decidimos volver a probar sus exquisiteces en nuestra última noche en gengenbach. Cuando el chico nos vio entrar nos saludo sonriendo. Imagino que diría ya están estos otra vez aquí! Pero como siempre muy majo intentando a pesar del idioma ser amable en todo lo que podía. En esta ocasión se acercó para traernos de aperitivo un vasito de algo que nos resultó familiar y riéndose el chico nos dijo bienvenidos a la Selva Negra y el aperitivo era un mojo rojo de Canarias ya que nos dijo que tenía un amigo allí y la receta era de su madre y la verdad estaba bastante bueno.
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