TENERIFE EN EL PUENTE DEL 1 DE NOVIEMBRE 2017
Estos 4 días de vacaciones en Tenerife nos han venido de maravilla para desconectar un poco de la rutina. Me han parecido unos días especiales en los que todo, absolutamente todo, ha salido perfecto desde el primer momento de coger el vuelo, a lo que le sumo, el buen tiempo que nos acompañó durante los cuatro días, las maravillosas comidas y cenas, las compras, la amabilidad de la gente, los paisajes, etc. Como ya conocemos la isla, únicamente hemos visitado algunos lugares que nos gustaban, o se nos hacían cómodos, pero se nos han quedado otros muchos a los que volveremos en otra ocasión, el más emblemático que nos faltó, sin duda, es el Teide, al que pienso regresar en algún momento. Espero poder trasladaros algunas sensaciones que fueron muy agradables y que guardo en mi recuerdo.
DIA 1. LLEGADA Y PUERTO DE LA CRUZ.
Cogimos el vuelo directo Alicante-Tenerife norte, que ha comenzado a operar en estos días. Precisamente por estar en plena inauguración, la compañía aérea nos ofreció un trozo de tarta y algún obsequio de publicidad en la puerta de embarque al avión, de manera, que ya empezábamos con buen pie nuestro viaje.
Al llegar a Tenerife, alquilamos un coche en las oficinas de Goldcar que nos sirvió para nuestros desplazamientos por la isla durante los cuatro días. Una vez controlado el GPS nos pusimos en marcha hasta Puerto de la Cruz, que era el lugar donde habíamos reservado el apartamento a través de Airbnb.
Muy cerca del apartamento se localiza un gran parking público que nos fue muy cómodo para dejar el coche todos los días. La casita, aunque pequeñita, estaba recientemente reformada con una agradable decoración en tonos claros y con todas las necesidades cubiertas. Lo mejor de todo es su ubicación en pleno muelle-playa de Puerto de la Cruz, es decir el centro urbano de la ciudad, por lo que cuando llegábamos de nuestras excursiones, aún podíamos dar un paseo, comprar alguna cosa en el Supercor de al lado y, por supuesto, encontrar gran variedad de restaurantes donde cenar.
Esta primera noche decidimos cenar en “Bodega Julián”, una pequeña taberna que sirve tapas y platos caseros muy ricos y, además, entre plato y plato, los dueños te sorprenden animando el local con unas bonitas canciones. Es un lugar muy agradable y muy recomendable.
Después de la cena, nos dimos un pequeño paseo por entre las calles cercanas y nos subimos a dormir al apartamento para descansar y levantarnos prontito al día siguiente.