-21 de Noviembre Al irme a dormir tenía miedo de que por culpa del cansancio acumulado me despertaría tarde, por suerte no ha sido así. He dormido del tirón toda la noche, me levanto pronto y al asomarme por la ventana de la habitación veo que la ciudad hace rato que está en marcha. Reviso itinerario, preparo la mochila y salgo del hotel.
Inicio una tradición que duraría todo el viaje, entro al 7/11 y elijo al azar una bolsa de bollería japonesa, como no entiendo lo que pone es lo que llamo un desayuno aleatorio. Al revisar el tiempo cuando me he levantado he visto que quizás podría llover así que compro un paraguas (la única cosa que me dejé en España, xd).
Con mi desayuno aleatorio y una botella de agua me encamino al primer lugar del itinerario de hoy, el castillo de Osaka. Miro el Google maps (bendito router portátil) y veo que desde la calle del hotel solo tengo que seguir en linea recta hasta encontrarme el parque donde se alza la fortaleza. Pues a caminar se ha dicho y así de paso veo la ciudad, se nota que es lunes y que hay mas ajetreo por las calles que ayer, mes gusta el ambiente que ser respira en la ciudad. Voy tan absorto en el paseo que sin darme cuenta me meto entre un gran grupo de oficinistas que van en manada a trabajar, es muy curioso verlos todos trajeados y en manada, tras unos minutos me abandonan para meterse todos en un enorme edificio de oficinas.
Tras caminar un rato llego al parque del castillo. Los contrastes de colores otoñales que acompañarán todo el viaje se hacen más patentes en este parque, si el parquecito al lado del hotel me pareció bonito este sencillamente era espectacular (y eso que aún no había visto nada en cuestión de parques, iluso de mi). Doy un paseo por el parque hasta encontrar la entrada al recinto del castillo, atravesando puertas y las murallas exteriores poco a poco me acerco a él. Esta parte me gusta, hay rincones muy curiosos de camino al castillo y el otoño ayuda a que todo tenga un aire más mágico.
Saco mi entrada y entro al castillo, ya sabía que era una reconstrucción del original que fue destruido, por dentro es básicamente un museo sobre el castillo y su historia en la ciudad. Muy interesante si la temática te gusta, aunque eché en falta algún panel más en inglés. Tras subir varios pisos llego a la parte superior del castillo convertida en un mirador, allí me esperan unas preciosas vistas del parque y la ciudad. Disfruto el momento, saco unas fotos y advierto que llega un gran grupo de turistas, toca retirada!
Al salir del castillo doy una vuelta por el parque, la verdad es que tiene algo que lo hace muy agradable para pasear. Viendo que se me está haciendo un poco tarde me dirijo a la estación de tren para ir a mi siguiente destino: la ciudad de Kobe. Pos bien, me pierdo buscando la estación, xd. Cuando consigo encontrarme me encamino ahora si a la estación, allí cojo un tren hasta la estación de Osaka y luego trasbordo a Kobe. Una vez más quedo asombrado de lo sencillo y efectivo que es el transporte, con ayuda de hyperdia y Google maps, xd.
Durante el trayecto en tren repaso las fotos que he hecho y me dedico a mirar el paisaje por la ventanilla, llamadme freak pero es todo tan anime.
Llego a Kobe y antes de ir a comer decido ir a dar una vuelta. Al salir de la estación un amable japonés me para, me ofrece un mapa de Kobe y me da indicaciones sobre que lugares visitar y donde puedo ir a comer. Así que me encamino al templo de Ikuta Jinja que es un pequeño recinto que hay en las cercanías. No es el templo más bonito del mundo pero resulta curioso allí en medio de la ciudad, parece que se ha de celebrar algún tipo de ceremonia pues veo varios monjes y sacerdotisas. Remoloneo un poco para ver si pasa algo pero no tiene pinta de que vaya a suceder nada en breves así que como mi estómago se encarga de recordarme, aquí he venido a una cosa. Comer carne de Kobe.
Tengo un par de restaurante apuntados donde ir a comer pero pronto descubro que he infravalorado la demanda de carne de Kobe, están todos llenos y sin reserva no atienden. La camarera del último que visito se apiada de mi y amablemente me indica un restaurante donde buena calidad y donde posiblemente me atiendan sin tener reserva. Con ánimos renovados me dirijo hacia él, llego y me preguntan si tengo reserva, ahí casi me da algo, les digo que no. Me miran y preguntan que cuantos van a comer, les digo que uno. Unos segundos de silencio, sonríe y me dice que le siga al piso de arriba. Carne de Kobe!
El restaurante es el Mouriya Honten, personal muy agradable y un toque elegante en su decoración que unido a las excelentes maneras del servicio te sirve para ponerte en situación de lo que vendrá. Me siento, estudio la carta y me decido por un plato con diferentes cortes de carne de Kobe. Una vez decidido solo toca disfrutar, primero me sirven una crema de verduras muy rica, luego una ensalada y terminamos con la excelente carne de Kobe. No tengo palabras para describirla, sencillamente exquisita.
Con la barriga llega y satisfecho por haber cumplido uno de mis sueños culinarios reviso el planning, en un principio tenia intención de usar el teleférico para subir a la montaña de que hay tras de Kobe pero me apetece caminar, así que opto por la otra opción, me voy de excursión a las cascadas de Nunobiki. Para llegar no es nada complicado, camino hasta la estación del Shinkansen de Kobe, cruzo un túnel que la atraviesa y ya estoy en el camino que lleva a las cascadas.
A medida que voy caminando me sorprende que un lugar así esté al lado de la ciudad, en pocos instantes ya no escucho el bullicio de las calles. Me adentro por unas calles flanqueadas por pequeñas casas y al final llego a pies de una una escalera que se adentra en la montaña. La subida merece la pena, todo el trayecto es fácil y precioso. Primero llego a las cascadas, un lugar tranquilo donde descanso un rato mientras admiro el paisaje. Tras descansar un rato sigo el camino hasta un mirador desde donde veo gran parte de la ciudad de Kobe, menudas vistas me estoy regalando en dos días. Para terminar decido llegar hasta el embalse que hay mas arriba, y hago bien. Un remanso de paz, donde aprovecho para dar una vuelta a orillas del mismo y tomar unas fotos.
Se hace tarde y aquí en Japón la noche llega en un pis pas, y como quiero ver el puerto de Kobe me despido del lugar con añoranza. La verdad es que es un sitio precioso. Desando el camino y vuelvo a la ciudad, una vez allí me encamino al puerto pasando por el barrio chino de Kobe. Mucha luz y muchos olores extraños que provienen de los diferentes puestos de comida, picoteo algo y me dirijo al puerto.
A orillas del mar se alza la torre de Kobe, cuando llego ya es de noche y está toda iluminada. Junto a las luces del puerto ofrece una vista muy impactante. Decido deambular por el puerto, disfrutando de la brisa y del ambiente, sin darme cuenta llego a un megacomplejo comercial lleno de tiendas y restaurantes. Luz, gente, risas, es muy curioso como se pasa de un lugar tranquilo a otro bullicioso y vivo.
Con las reservas bajo mínimos me dirijo a la estación para poner rumbo a Osaka que quiero ir a dormir pronto ya que mañana me espera un día muy completo. Tras un par de trasbordos llego al hotel, estoy tan cansado que no tengo ganas ni de buscar un sitio donde comer. Recurro al 7/11, y ni tan mal, un buen plato de ramen que sin ser un 5 estrellas está buenísimo Ceno en mi habitación, reviso itinerario, mañana toca Nara!
Visitas del día.
Castillo de Osaka. El parque donde está el castillo para mi es visita obligatoria, si no se quiere entrar al castillo tampoco pasa nada, como he comentado es un museo por dentro y si no es un tema que guste demasiado al final es sala tras sala de lo mismo. Aunque las vistas del mirador merecen la pena. Hay castillos mas bonitos y con mas historia para visitar, como por ejemplo el de Himeji. Eso si un paseo por el parque es obligatorio.
Kobe. Como ciudad la verdad es que no es muy bonita, el puerto tiene su gracia de noche por la iluminación y la zona de restauración tiene mucha oferta. Sus dos atractivos para mi son la carne de Kobe y las cascadas Nunobiki.
La carne de Kobe está exquisita y para mi vale hasta el último euro gastado en ella. No solo es la carne, es ver todo el ritual que lleva cocinarla y comerla. Toda una experiencia para mi totalmente recomendable.
Las cascada Nunobiki son el tesoro oculto de Kobe para mi, no me esperaba un lugar así cuando estaba planeando el viaje. Es un sitio para pasear, disfrutar de una buena caminata, buenas vistas y relajarse. Las recomiendo encarecidamente si vais a Kobe.
Trayectos del día.
1-Camino castillo de Osaka
2- Ruta por Kobe:
1- Templo Ikuta Jinja
2- Restaurante Mouriya Honten
3- Cascadas Nunobiki
4- Barrio Chino
5- Zona del Puerto