Día 10 (Lunes 31 de Julio)
Nos levantamos a las 7h y recogemos rápido. Cogemos el coche y a las 7.50h estamos en la estación de tren de Bohinj esperando el Car Train (que sale a las 9h y algo), que nos va a permitir hacer un viaje complicado de una hora y pico por la montaña con curvas bastante chungas en menos tiempo y sentaditos en nuestro coche sin conducir. Suerte que nuestros amigos Sandra y Alex nos habían avisado. Llego y dejo el coche el tercero, y mientras tanto las tres féminas del equipo van a buscar desayuno a nuestra panadería de confianza y yo pillo unos cafés en el bar de la estación. Al poco rato de haber aparcado se empieza a llenar aquello a tope, y para cuando regresan Lourdes y compañía con el desayuno la cola llega a la entrada de la estación (debe de haber una treintena de coches o más allí). Sobre las 8.45h nos vienen a cobrar y vamos entrando en el tren con el coche. Y empieza el viaje viendo como se quedan esperando en la estación un montón de coches. El siguiente car train salía a las 11h y pico, y seguro que alguno aún se quedaría afuera. Vaya tela…La verdad es que madrugar valía la pena esta vez.
La experiencia del viaje es genial, super recomendable (si no tienes claustrofobia jeje). Nada más empezar entramos en un túnel de 6 kms completamente a oscuras. Parecía el tren de la bruja. Pasamos por puentes, túneles más o menos grandes (no tanto como el primero), pequeñas subidas y bajadas. Espectacular. Muy recomendable.
Experiencia increíble en el Car Train de Bohinj a Most Na Soci
De camino vemos varios remolques con muchas colmenas de plástico allí en medio del campo.
Remolque de paneles en medio del campo
Los paneles vistos de más cerca
Desembarcamos en Most Na Soci y nos vamos hacia Kobarid. Cuando llegamos a este pueblo aparcamos en un parking de una especie de zona azul (se supone que las dos primeras horas son gratis), nos pasamos por la oficina de turismo y cogemos el mapa de la ruta circular que hay alrededor de este pueblo. Pasas por por varios puntos. Decidimos hacerla pero cogiendo el atajo a la vuelta (3 kms). Pasamos por el mausoleo italiano y luego vamos hacia el Soca, cruzamos el puente del camping y bajamos al río a mojarnos un poco. El agua está limpísima y Candela se quiere bañar un poco. De hecho al final se baña casi entera (a pesar de que el agua está helada). Luego vamos hacia la cascada que también mola muchísimo.
Vista de estas aguas tan cristalinas del Soca
Foto de la cascada
Otra vista del Soca desde uno de los puentes. Este río es muy bonito
Otra estructura de panales que encontramos volviendo hacia Kovarid
De allí ya nos volvemos hacia Kobarid a tomar una birra en un bar. Hace calor y apetece estar en una terracita en la sombra con una cerveza fresquita, rodeado de nuestras amigas las avispas. La verdad es que hay muchas en este país, y son bastante pesadas. A mí no me asustan demasiado, pero a mi mujer no le molan mucho.
Nuestas amigas las avispas
Cuando hemos descansado un poco nos acercamos al lado a un restaurante llamado Hisa Polonka Cenik a comer un poco. Pedimos dos burguers, una tabla de quesos y un plato de cordero con Gnocci. Todo regado con cervezas locales. Buenísmo. Nos sale por 45€ con cafés. Muy bien.
Nos vamos con la calma al coche con un calor de espanto. Como dije se supone que puedes aparca dos horas gratis pero no vemos a nadie cobrar ni parquímetros ni tampoco ningún coche con tickets, así que nos vamos.
Nuestra siguiente parada es Kanal, que tiene un puente de piedra muy chulo a gran altura del río (y donde la gente se supone que hace puenting). Y casi justo debajo de ese pueste hay una especie de playa. Como sigue haciendo bastante calor bajamos con Candela a que se remoje un poquito. Al cabo de un rato cuando ya da la sombra este trozo empiezan a venir mosquitos y nos vamos antes de que nos coman. Justo al lado hay un bar-heladería y nos sentamos en la terraza a tomar unos helados y refrescos.
Cuando salimos de allí nos vamos dirección Vipava (nuestro destino final del día). Llegamos a las 19.15h al alojamiento Apartment Thomas, un sitio un poco viejo (sobre todo el lavabo) pero que está bastante bien. Y el dueño es muy amable. Nos da un mapa e indicaciones del pueblo, así que nos vamos a dar una vuelta para ver que es bastante pequeño. Nuestra intención era ir a probar unos vinos ya que elegimos este lugar porque tiene varias bodegas alrededor, pero está todo cerrado, incluso la oficina de turismo, por lo que nos vamos a un bar a pedirnos una botella de un vino local (variedad Pinela). Está normal, pero es tirado de precio (8€).
Intentamos ir a cenar sobre las 21h pero está todo cerrado. Sólo queda una pizzería abierta en las afueras en un centro comercial y para allá vamos corriendo. Se llama Pizzeria Na Pacu. Está llena de freaks bebiendo birras (debe ser lo único abierto en kms). Pedimos tres pizzas que no están mal. Si queréis cenar en Vipava hay que ir a las 20h.
Cuando volvemos a la casa nos está esperando en propietario del apartamento que nos lleva a su bodega personal. Es muy chula y muy antigua. Por debajo pasa el agua a unos 8ºC y por eso se mantiene la bodega a unos 16ºC, que con el calor que hace afuera esta noche se agradece. Nos invita a una copa de un Riesling bastante bueno de un amigo suyo que tiene una bodega. Charlamos con él un buen rato pero Candela está cansada y durmiéndose así que nos vamos más pronto de lo que nos hubiera gustado. Si llegamos a estar sin niña nos liamos como nos pasó en Escocia en Portree, jaja.