El plan era empezar la mañana recorriendo la judería. ¿A qué parece un plan estupendo? Pues si es lunes, mejor lo dejáis para otro día, que se me olvidó (y mira que lo había apuntado) que la Sinagoga del Tránsito está cerrada. La emoción me pudo.
Bueno, pues comenzamos nuestro paseo viendo el exterior de la Sinagoga del Tránsito y del Museo del Greco (cerrado por reforma).
Nos acercamos a la Casa Museo Victorio Macho, no para entrar, sino para hacer unas fotos de las vistas desde allí, y continuamos hasta Santa María la Blanca. Muy bonita, pero mejor si conseguís verla cuando se hayan ido los grupos. Es tan acogedora... (no os pongo foto porque no se pueden hacer en el interior, que es lo que merece la pena).
Seguimos hacia el Monasterio de San Juan de los Reyes. No podéis dejar de entrar; si lo que véis cuando se viene de la Sinagoga os gusta, el interior os cautivará, tanto la decoración de la iglesia como, sobre todo, el claustro. Y ahí es cuando yo pienso: si yo no sería capaz de hacer ninguna de las decoraciones de las columnas (ni nada remotamente parecido) hoy día con todos los instrumentos que hay, el que lo hizo fue todo un artista. Y una vez más conseguimos salir cuando llegaban los grupos . Lo vimos compartiendo esa maravilla con como mucho diez personas
Bueno, pues comenzamos nuestro paseo viendo el exterior de la Sinagoga del Tránsito y del Museo del Greco (cerrado por reforma).
Nos acercamos a la Casa Museo Victorio Macho, no para entrar, sino para hacer unas fotos de las vistas desde allí, y continuamos hasta Santa María la Blanca. Muy bonita, pero mejor si conseguís verla cuando se hayan ido los grupos. Es tan acogedora... (no os pongo foto porque no se pueden hacer en el interior, que es lo que merece la pena).
Seguimos hacia el Monasterio de San Juan de los Reyes. No podéis dejar de entrar; si lo que véis cuando se viene de la Sinagoga os gusta, el interior os cautivará, tanto la decoración de la iglesia como, sobre todo, el claustro. Y ahí es cuando yo pienso: si yo no sería capaz de hacer ninguna de las decoraciones de las columnas (ni nada remotamente parecido) hoy día con todos los instrumentos que hay, el que lo hizo fue todo un artista. Y una vez más conseguimos salir cuando llegaban los grupos . Lo vimos compartiendo esa maravilla con como mucho diez personas
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nuestra siguiente parada era la Iglesia de Santo Tomé, para ver “El Entierro del Conde de Orgaz”, del Greco. A la iglesia entramos, que es gratuita y no hay casi nadie. Al cuadro se accede por una entrada aparte y estaban llegando grupos. Sinceramente, en la Sinagoga o en el Monasterio fue suerte el verlos casi solos, pero compartir una habitación con dos autobuses no nos parecía lo mejor para ver el cuadro, así que decidimos que como nos quedaba muy cerquita del hotel y teníamos que volver a la judería para ver la Sinagoga del Tránsito, lo veríamos entonces.
Como aún era temprano para comer, bajamos hacia el Puente de San Martín para sacarle unas fotillos acompañados del río.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Seguimos dando un paseíto hasta la Puerta del Cambrón, por la que circula tráfico (mis ídolos, los conductores de autobús urbano, que entran por ahí) y aprovechamos para comer en el restaurante “Museo de Productos de Castilla la Mancha”, donde todo estaba francamente rico y los precios de la carta eran bastante normalitos, además de que tienen menú del día por 11 euros más IVA con agua (no sé si los fines de semana también). Aquí os presento un plato de degustación de productos manchegos por 12 euros más IVA con un poco de cada una de estas cosas: picadillo de ciervo, pisto manchego, migas, ensalada de pimientos y gachas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de comer, un rato al hotel, para descansar un poco y además refugiarnos del calor. Con las pilas cargadas, un cafelito en el hotel y de nuevo en marcha. Cogimos el autobús en la puerta, que nos dejaba en la plaza Zocodover, que si te ahorras una cuesta...
Teníamos reservada una visita guiada con “Entorno Toledo”, así que nos dedicamos a dar una vuelta por la muralla. Desde Zocodover fuimos bajando pasando por la Puerta del Sol, la Puerta de Bisagra y la Puerta de Alfonso VI.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y luego tocaba volver a subir, pero por las escaleras mecánicas que te dejan junto a la Diputación Provincial. De allí callejeamos un poco hasta encontrar el sitio donde habíamos quedado para la visita. Como aún era un poco pronto, nos sentamos en una placita a hacer tiempo.
La visita comenzó a las 21:00 y duró un par dos horas. Hicimos el paseo “Leyendas, Curiosidades y Anécdotas” que es un poco de todo y pasea por la zona norte (la de los conventos). Al comienzo vas hacia la Catedral y, cuando la guía (historiadora por cierto) empieza a contarnos que si el edificio se construyó en el año tal, a mí se me pone la mosca detrás de la oreja pensando en que nos iba a contar lo que viene en todas las guías, pero la mosca se espantó pronto, en cuanto nos empezó a contar cómo los judíos cedieron “amablemente” los terrenos de la judería menor para su construcción. En el recorrido nos fue contando cosas curiosas de los sitios por los que pasamos y la verdad se hizo muy ameno. Supongo que también ayudó a que el grupo éramos como mucho unos veinte, lo que lo hacía muy manejable.
Y ahora llegamos al momento ¿encontraré algo abierto para cenar a las once de la noche? Sabíamos que algún restaurante había abierto, porque algunos del grupo tenían reserva, pero no sabíamos si encontraríamos algo sin reserva. Empezamos a caminar hacia la zona por donde habíamos visto más movimiento, y en la Plaza del Solarejo (que sale de la Calle del Comercio) vimos un par de bares muy normalitos abiertos. Entramos en el “Bar Rincón”, que tenía más gente (no me gusta ser la última en cerrar un sitio, que los pobres trabajadores tienen casa ) y pedimos unas tapas y raciones, bastante buenas.
Nos dirigimos hacia la Plaza de Zocodover a coger un taxi (que era tarde y no había ganas). La carrera hacia nuestro hotel era cortita. En tarifa nocturna nos salió a unos 5 euros. La habíamos hecho de día antes y nos salió por la carrera mínima (a día de hoy 3,05 euros). Así que si vais 3 ó 4 y no os habéis sacado la tarjeta de transporte o tenéis que coger un autobús nocturno, haced cuentas si el hotel está cercano, porque os puede salir a cuenta.