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Bueno, más vale tarde que nunca. Os relato cual fue finalmente nuestro itinerario, con la inestimable ayuda por supuesto de Dawlad. Gracias de nuevo fenómeno. Ahí va eso:
Día 4-5 octubre: Salamanca. Como no es el lugar adecuado, no cuento más que fue una escala que pensamos para que el viaje desde Almería no se hiciera muy pesado.
Día 6 octubre: por fín llegamos a Asturias, rodeando los Picos de Europa por la parte oriental, concretamente a Poó de Llanes, donde nos alojamos en el hotel rural Cuartamenteru, del cual sólo puedo decir cosas buenas, tanto por las instalaciones, como por la situación y sobre todo el personal. Gracias especialmente a Paco y a Coque. Este primer día, al llegar sobre las 2 de la tarde, nos fuimos directamente a Llanes para comer y aprovechamos por la tarde para ver un poco el pueblo, los cubos de la memoria y el puerto. Luego nos echamos a la antigua carretera nacional y fuimos admirando el paisaje camino de Ribadesella, parándonos en alguna playa como la de cuevas del mar, que nos encantó.
Esa noche volvimos a Llanes tras descansar un rato en el hotel y estuvimos en un bar de pescadores al final del puerto tomando un par de vinos.
Día 7 octubre: después del desayuno planificamos la ruta para subir a los lagos con la inestimable ayuda de Paco, que nos aconsejó bastante bien. Todo el camino estuvo lloviendo hasta que empezamos a subir. Supongo que no puedo decir nada que no se haya dicho ya de los lagos de Covandonga, así que sólo señalar que tuvimos suerte, ya que al ser un día entre semana y en octubre, no había tráfico y apenas gente, y pudimos disfrutar mucho más del paisaje, parándonos cada vez que nos apetecía. Lo único, un fuerte viento en el lago ercina que te tiraba para atrás. A la vuelta, tras dar un paseo por Cangas de Onís, comenzamos la búsqueda del Molin de Mingo, y aunque no resultó fácil, puedo decir que fue sin duda lo mejor de todo el viaje, un sitio encantador perdido en la montaña.
Esa tarde la aprovechamos para visitar mejor Ribadesella, pasamos por Lastres, mirador de fito y a la vuelta al hotel fuimos a ver los bufones. El día terminó con unas cervezas en Poó de Llanes.
Día 8 de octubre: este día teníamos pensado subir a Bulnes y hacer una ruta de senderismo pero el tiempo no acompañó, así que tiramos de nuevo de coche y fuimos en dirección Cantabria, visitando San Vicente de la Barquera, Santillana del Mar y Comillas. En este último sitio un cocido montañés me dejó tan bloqueado que la tarde fue para tomársela de absoluto relax y algún paseo.
Día 9 de octubre: este día abandonamos el hotel y nos dirijimos hacia Oviedo, donde teníamos pensado pasar el fin de semana. Tontos de nosotros que no habíamos caído que era puente y fue imposible conseguir habitación. Menos mal que en el hotel cuartamenteru Coque nos echó un cable a través de un conocido en Oviedo. Sólo estuvimos un día pero nos encantó, además la visitamos con unos amigos que viven allí y aunque a contrarreloj, lo vimos prácticamente todo. Antes de llegar al hotel, nos fuimos directos a Trubia, dónde hicimos un par de horas de la senda del oso en bicicleta, de lo mejor sin duda que hemos hecho en el viaje. Pudimos ver las osas en el cercado justo antes de que les dieran de comer, qué animal más impresionante.
Día 10 de octubre: empezamos el camino de vuelta porque de pensarlo ya daba pereza y no queríamos pillar mucho tráfico por el puente. Sacrificamos un día más en Asturias con la intención de repetir el año próximo y visitar otros muchos sitios que nos dejamos en el tintero, como Gijón, Avilés y Cudillero.
Bueno Dawlad, es la primera crónica que escribo de un viaje, así que no te me quejes mucho eh?? Saludos y gracias otra vez.
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Contando con protección desde los años setenta, se ha librado de repoblaciones salvajes. Hay todavía en España bastantes espacios donde disfrutar de la variedad de los bosques autóctonos así que, esta vez uno y en otra ocasión será otro
