En la Haveli Katkoun donde nos alojamos, no hay movimiento. Yo sigo con la constante y me levanto a las 6 después de 2 despertares fallidos a las 2'30 y las 4.
Mi rutina me lleva al techo de la Haveli Katkoun a ver amanecer, donde coincido con un durmiente sobre una mesa apurando su tiempo de sueño, y me siento a ver como se extiende en el valle la ciudad de los macacos, los de cola larga y enrollada en círculo y cara negra, y los de cola corta y cara y culo rojos.
Salimos a desayunar y hacemos parada en la terraza de otra Haveli, para pedir un café con leche, una tostada con jam, una ensalada de frutas y un banana lassi. Qué aproveche! En una terraza particular una anciana y una joven ven venir a un mandril y mientras la joven retrocede, la vieja le agita amenazadoramente al simio una vara de bambú, que hace que el mono se lo piense y cambie de trayectoria.
Cruzamos Bundi de norte a sur hasta la oficina de turismo para preguntar por las Reservas Naturales y por los alrededores del pueblo. Nos informan de un par de festivales en los próximos dos días, aquí y en la cercana Kota, y conseguimos averiguar por el hombre amable de la oficina, la casa de Kukki, un “bundiano” de 60 años, aficionado a la arqueología, y que dedica su tiempo desde hace años a descubrir todo tipo de piezas y pinturas rupestres, y del que supe por el blog de un par de viajeros, así que tenía en mente conocerle para hablar con él y a ver que tal.
Al acercarnos a su casa, ya nos estan esperando porque habrán utilizado las señales de humo, y nos invitan a entrar sonrientes. Su entusiasmo es inagotable y contagioso, su familia encantadora, y se muestran agradecidos de haberlos ido a visitar. Quedamos con él a las 8 del día siguiente para coger un bus hacia las afueras de Bundi.
Volvemos en rickshaw a la zona del fuerte, y cambiamos unos pocos euros porque sólo hay un par de cambistas y el cambio está a 68 rupias por euro, que es bajo. Nos metemos en la Haveli a comer algo y a tomar una cerveza.
Comida: Dal palak (lentejas & espinacas), sandwich vegetal con queso y noddles con vegetales, por 160 INR (2'3 eu). Intento no caer pero caigo y duermo durante 1 hora.
Salimos para con el plan de ascender al fuerte abandonado que corona Bundi, y nada más acometer la cuesta la puerta de entrada al palacio y al sendero al fuerte, se nos acerca un tio haciendo aspavientos y con dramática cara que nos dice que los monos son peligrosísimos, que ayer atacaron a un grupo, y que nos vende un trozo de 1 metro de tubería vieja de plomo que lleva en la mano, mientras dando palos al aire nos da las instrucciones de uso.
Me recuerda a Mr. Bean, y me hace reir tanto que por el rato de risas le doy 10 INR con las que se va ufano cuesta abajo dando saltitos y pensando, supongo, que somos unos tarados que compramos palos de la basura. Todavía me rio cada vez que pienso en la actuación del elemento.
Entramos por la puerta y seguimos un sendero enmarañado que sale a la derecha. Al segundo recodo nos encontramos con otro tipo más joven que se vende como guardaespaldas para protegernos de las hordas simiescas que nos vamos a encontrar. Pasamos de él y seguimos el sendero, a momentos intransitable.
Después de ½ hora de escalada con unas vistas increibles de Bundi, accedemos al fuerte abandonado. Subiendo por las almenas y los torreones, bajando a los patios y fosos llenos de matojos y monos, viendo las pinturas semiborradas y las puertas de madera corroida de las estancias, tropezando con los restos de frisos y columnas, y divisando Bundi desde su altura, eres teletransportado a la época floreciente de la fortaleza.
Taragarh Fort, el fuerte de la estrella, es un sitio con encanto, habitado por los monos, e ideal para dejar volar la imaginación y perderse durante el atardecer.
El camino de vuelta lo hacemos entre decenas de familias de macacos que vuelven al fuerte de los bosques cercanos, cruzándose por nuestro camino, brincando o posados en los árboles o en los muros. Nos paramos a tomar algo en la calle a la que va a parar la cuesta de subida, sentados en las sillas de plástico en la acera de un chiringo. Haveli, ducha reparadora, y mañana a patear por el campo.
Mi rutina me lleva al techo de la Haveli Katkoun a ver amanecer, donde coincido con un durmiente sobre una mesa apurando su tiempo de sueño, y me siento a ver como se extiende en el valle la ciudad de los macacos, los de cola larga y enrollada en círculo y cara negra, y los de cola corta y cara y culo rojos.
Salimos a desayunar y hacemos parada en la terraza de otra Haveli, para pedir un café con leche, una tostada con jam, una ensalada de frutas y un banana lassi. Qué aproveche! En una terraza particular una anciana y una joven ven venir a un mandril y mientras la joven retrocede, la vieja le agita amenazadoramente al simio una vara de bambú, que hace que el mono se lo piense y cambie de trayectoria.
Cruzamos Bundi de norte a sur hasta la oficina de turismo para preguntar por las Reservas Naturales y por los alrededores del pueblo. Nos informan de un par de festivales en los próximos dos días, aquí y en la cercana Kota, y conseguimos averiguar por el hombre amable de la oficina, la casa de Kukki, un “bundiano” de 60 años, aficionado a la arqueología, y que dedica su tiempo desde hace años a descubrir todo tipo de piezas y pinturas rupestres, y del que supe por el blog de un par de viajeros, así que tenía en mente conocerle para hablar con él y a ver que tal.
Al acercarnos a su casa, ya nos estan esperando porque habrán utilizado las señales de humo, y nos invitan a entrar sonrientes. Su entusiasmo es inagotable y contagioso, su familia encantadora, y se muestran agradecidos de haberlos ido a visitar. Quedamos con él a las 8 del día siguiente para coger un bus hacia las afueras de Bundi.
Volvemos en rickshaw a la zona del fuerte, y cambiamos unos pocos euros porque sólo hay un par de cambistas y el cambio está a 68 rupias por euro, que es bajo. Nos metemos en la Haveli a comer algo y a tomar una cerveza.
Comida: Dal palak (lentejas & espinacas), sandwich vegetal con queso y noddles con vegetales, por 160 INR (2'3 eu). Intento no caer pero caigo y duermo durante 1 hora.
Salimos para con el plan de ascender al fuerte abandonado que corona Bundi, y nada más acometer la cuesta la puerta de entrada al palacio y al sendero al fuerte, se nos acerca un tio haciendo aspavientos y con dramática cara que nos dice que los monos son peligrosísimos, que ayer atacaron a un grupo, y que nos vende un trozo de 1 metro de tubería vieja de plomo que lleva en la mano, mientras dando palos al aire nos da las instrucciones de uso.
Me recuerda a Mr. Bean, y me hace reir tanto que por el rato de risas le doy 10 INR con las que se va ufano cuesta abajo dando saltitos y pensando, supongo, que somos unos tarados que compramos palos de la basura. Todavía me rio cada vez que pienso en la actuación del elemento.
Entramos por la puerta y seguimos un sendero enmarañado que sale a la derecha. Al segundo recodo nos encontramos con otro tipo más joven que se vende como guardaespaldas para protegernos de las hordas simiescas que nos vamos a encontrar. Pasamos de él y seguimos el sendero, a momentos intransitable.
Después de ½ hora de escalada con unas vistas increibles de Bundi, accedemos al fuerte abandonado. Subiendo por las almenas y los torreones, bajando a los patios y fosos llenos de matojos y monos, viendo las pinturas semiborradas y las puertas de madera corroida de las estancias, tropezando con los restos de frisos y columnas, y divisando Bundi desde su altura, eres teletransportado a la época floreciente de la fortaleza.
Taragarh Fort, el fuerte de la estrella, es un sitio con encanto, habitado por los monos, e ideal para dejar volar la imaginación y perderse durante el atardecer.
El camino de vuelta lo hacemos entre decenas de familias de macacos que vuelven al fuerte de los bosques cercanos, cruzándose por nuestro camino, brincando o posados en los árboles o en los muros. Nos paramos a tomar algo en la calle a la que va a parar la cuesta de subida, sentados en las sillas de plástico en la acera de un chiringo. Haveli, ducha reparadora, y mañana a patear por el campo.