HISTORIAS DEL RINCON DE LA VIEJA Y VUELTA A PLAYA GRANDE ✏️ Diarios de Viajes de Costa RicaLa tarde en el Rinconcito Lodge discurría con la calma tica. Una auténtica delicia. Eran las cuatro de la tarde y no había nadie en el bar. Todo el mundo estaba aún caminando por el Parque. Una Imperial bien fría con Gilbert mientras David ponía...Diario: Crónicas de Costa Rica⭐ Puntos: 4.8 (19 Votos) Etapas: 14 Localización: Costa RicaLa tarde en el Rinconcito Lodge discurría con la calma tica. Una auténtica delicia. Eran las cuatro de la tarde y no había nadie en el bar. Todo el mundo estaba aún caminando por el Parque. Una Imperial bien fría con Gilbert mientras David ponía música de Amaral para que no me “extrañara” de España. No había pasado un día y ya me sentía de maravilla en el Rinconcito. *** Imagen borrada de Tinypic ***. Puesta sobre el Rincón de la Vieja desde el Rinconcito. Por la noche llegó una pareja de Reus (Tarragona). Juan y Laura respiraban buen rollo desde el primer momento. Venían del Río Celeste para pasar unos días en el Rincón de la Vieja. Tras la cena se unieron a David y a mí para tomar unos “Guaros”. David estaba pletórico soltando expresiones ticas (al menos, eso decía él) tipo “Machete, quédate en tu vaina” (donde tengas la olla no metas la polla), “Como los pelos del culo” (si te dije “blanco”, ahora digo “negro”), “Todas las mujeres se llaman Anabel. Mitad anaconda, mitad cascabel”. Era una auténtica enciclopedia de expresiones populares costarricenses y lo hacía con gracia. También nos explico la leyenda que ha dado nombre al Volcán del Rincón de la Vieja. Brevemente, dice así: "La princesa Curabandá se enamoró de Mixcone, jefe de una tribu enemiga vecina. Cuando su padre, Curabandé, se dio cuenta de la relación, capturó a Mixcone y lo lanzó dentro del cráter del volcán. Enloquecida, Curabandá se fue a vivir a un lado del volcán y dio a luz un hijo. Para permitir que el hijo estuviera con su padre, ella también lo lanzó dentro del volcán. Por el resto de su vida, Curubanda vivió cerca del volcán y llegó a ser una poderosa curandera. La gente se refería a su casa como el "Rincón de le Vieja". Desde entonces el volcán lleva ese nombre" Los guaros empezaron a hacer efecto y la velada tomó un giro inesperado. Juan parecía una persona muy interesante. Era un “fisioterapeuta de las emociones” cuyo trabajo consistía en extraer las emociones inconscientes que hacen que andemos jodidos por la vida. Para ello se había especializado en Psicogenealogía. Algo así como el conocimiento de las posibles emociones negativas que adquirimos, sin darnos cuenta, tras años de convivencia con nuestras familias y que dirigen nuestras decisiones años después impidiendo que tomemos las que de verdad queremos tomar. Hábilmente se puso como “conejillo de indias” para entrar en temas personales y David le siguió con sus experiencias. Laura y yo escuchábamos con atención. La velada fue de aquellas para recordar y sino fuera por el respeto a la privacidad de los tema personales de cada uno daría para escribir un capítulo entero de estas Crónicas. Gracias Juan. *** Imagen borrada de Tinypic ***. Rinconcito Lodge. Coleguita de habitación. A la mañana siguiente decidimos caminar los tres juntos. Esta vez íbamos a hacer todo el recorrido del Parque Rincón de la Vieja al completo. Sector Pailas, tramo de enlace y sector Santa María. Unos 20 kilómetros. Para ello cogimos un taxi ($35) que nos dejara en el otro lado del Parque, a la entrada del sector Las Pailas. El sector Pailas es más divertido que el sector Santa María. En apenas tres kilómetros puedes ver signos de la gran actividad volcánica que se esconde en el subsuelo de esa zona. Pailas de agua, pailas de barro, un “volcancito” humeante. La temperatura es alta y el terreno seco, sequísimo. *** Imagen borrada de Tinypic ***. Sector Pailas. Garrobo. *** Imagen borrada de Tinypic ***. Sector Pailas. Pailas de barro El tramo de enlace entre los dos sectores (8 km.) es más verde y se hace algo largo y monótono. Juan y Laura comentaban que se veía más seco que la zona del río Celeste, exuberante y fresca. *** Imagen borrada de Tinypic ***. Sector Santamaría. Catarata bosque encantado. Personalmente, el Rincón de la Vieja me pareció un sitio interesante para visitar pero me lo imaginaba más verde. Una vez visitado, la impresión es que siendo una zona volcánica y en plena época seca, iba un poco despistado con mis expectativas. Llegamos al Rinconcito bastante molidos. Juan y Laura se quedaron crujidos en su habitación. David me estaba ayudando a planificar mi ruta a partir de mañana. Quería ir al Río Celeste pero el tema se complicaba. El traslado en taxi desde el Rinconcito salía carísimo y luego debía añadir más traslados durante dos días más hasta llegar a San José pasando por Caño Negro y el volcán Arenal. Llamó a tres compañías de alquiler de coches y los precios se disparaban para una persona. Me comentó que ni se me ocurriera pensar en taxis sino estaba dispuesto a pagar mucho y el tema de los autobuses, para dos días, no valía la pena. *** Imagen borrada de Tinypic *** Río Celeste....al que no fuí La noche anterior, Juan y Laura me habían comentado que tras su visita el Rincón de la Vieja querían ir hacia alguna playa tranquila para aprender surf, el transporte no era problema, tenían coche. Llamé a Kevin al Surf Camp de Playa Grande, había sitio para los tres. Llamé a Nature Air, quedaban plazas en el vuelo de Tamarindo a San José del día 15 para enlazar con mi vuelo a Bahía Drake. Juan y Laura se despertaron de la siesta empanadísimos. Comentamos la jugada. Al día siguiente nos íbamos a Playa Grande. Volvía al Surf Camp para disfrutar de dos días más de surf antes de volar hacia el sur. Esa noche David nos propuso otra sesión de “guarus”. Nos sugirió ir a buscar una botella de licor de caña a la “tienda” de la señora María. De esta manera, no saldrían a precio de Lodge estilo “canada guiri”. “¿Qué tienda?”, le preguntamos. En la zona no había nada más que el Rinconcito, dos o tres chabolas y vegetación. La “tienda” era digna de verse. Era una casa particular (más bien, “chabola particular”). Cuando llegamos nos dijeron que la señora María estaba en misa por lo que tuvimos que volver al Rinconcito y esperar a que volviera. La señora María tenía unos 70 años y se había montado un almacén pirata de cervezas, licor de caña y otros productos en su casa. La casa era la típica casa tica de pueblo. Un loft “rústico” donde el comedor, la cocina, la chimenea y la sala de TV se fundían en una única sala que daba al baño, las habitaciones y, por supuesto, el almacén pirata. Estuvimos un rato hablando con la señora María y dos abueletes que estaban ahí. Se ve que además de vender bebidas alcohólicas, la señora María organiza sesiones de karaoke en su casa donde se juntan todos los habitantes de la zona (no más de 15, según David). La siguiente sesión estaba programada para el sábado, una pena que no pudiéramos asistir. La despedida del Rincón de la Vieja fue especial. El parque es bonito pero no me había impactado excesivamente. El Rinconcito Lodge me había encantado y David le había puesto ese toque especial que hace que te cueste marchar de un sitio. “Gracias, David”, “Grasias a ustedes tres, lo pasamos bien, huevones”. Enfilamos los 24 kilómetros de camino de carro que nos separaban de Liberia mientras David se dirigía a recibir a los siguientes clientes. La llegada al Surf Camp fue entrañable. Kevin sonreía diciendo “Si quieres de verdad a alguien, deja que se vaya. Si vuelve a tí, eso es verdadero amor”. Vuelta a “casa”. Tom es de Praga y Paul de Cape Cod (Massachussets), los había conocido la semana anterior y todavía seguían en el camp. Me fuí con ellos a surfear mientras Juan y Laura hacían una clase con Kevin. Paul surfeaba de maravilla, daba gusto verlo cabalgar las olas con su longboard. El tío llevaba 15 años dándole al tema. Se había quedado en paro hacía 2 meses y decidió ponerse a viajar hasta abril para luego volver a su país y buscar trabajo. Surfeamos hasta la puesta de sol. Hubo muy buena sintonía con él. *** Imagen borrada de Tinypic ***. Playa Grande Fuimos a cenar al restaurante de Ramiro y Francisca, "Los Malinches". Sonrieron al verme. "Te enganchó Playa Grande, amigo", dijo Ramiro con un fuerte abrazo. Todo resultaba tan familiar, ahora. Juan y Laura también se encontraban a gusto. Nos entendíamos bien, como si nos conociéramos de toda la vida, una delicia de reunión acompañada de un fantástico ceviche de pescado y un vino blanco chileno fresquito, fresquito. Seis y media de la mañana y en pie. Desde que ando por aquí creo que no me he despertado ningún día más tarde de las siete, el despertador no hace falta de momento. Me apetecía dar un paseo por la playa y empanarme un poco. De camino a la playa pasé por delante de la casa de Javier y estaban todos despiertos. Cecilia sonreía mientras le estampaba dos besazos, “No tardó mucho en volver, Javiersito”. Estuvimos charlando animadamente un rato alrededor de otro platazo de piña blanca dulce, dulcísima. Me invitaron a cenar en su casa esa noche y no pusieron ninguna objeción a que viniera con Juan y Laura. El día transcurrió tranquilo. Una visita a Tamarindo para que Juan y Laura lo vieran y unas horas más peleando con las olas hasta la puesta de sol. Javier y Cecilia habían encendido un fuego para cocinar pollo a la parrilla. El pollo troceado lo habían tenido en una especie de “adobo” durante unas horas y de ahí directo a la parrilla. Como entrante habían preparado puré de frijoles y plátano frito. El pollo lo acompañaron con arroz y chimichurri. *** Imagen borrada de Tinypic ***. Playa Grande. Familia "Nica". Juan había comprado una botella de litro y medio de un cabernet chileno. Nos pusimos hasta el culo. Cenamos al lado de la piscina con el ruido de las olas de Playa Grande de fondo. La casa estaba a dos pasos de la playa. Por supuesto no era su casa sino la que cuidaban pero eso no tenía mucha importancia en este momento mágico. Su hospitalidad y la manera como la demostraban a través de sus palabras no tenía precio. Nicaragua pasaba a la lista de destinos, esta vez con invitación incluida, por si fuera poco. Fue una velada para añadir a la lista de “imborrables”. Gracias, familia “nica”. Índice del Diario: Crónicas de Costa Rica
01: VUELO CONFIRMADO - EMPANADA MENTAL INESPERADA
02: LLEGADA A COSTA RICA - ALAJUELA
03: TAMARINDO - PLAYA GRANDE
04: PLAYA GRANDE - PERSONAJES Y OLAS
05: PLAYA GRANDE - MANTAS RAYA, FLIRTEOS Y FAMILIA "NICA"
06: PARQUE NACIONAL RINCON DE LA VIEJA
07: HISTORIAS DEL RINCON DE LA VIEJA Y VUELTA A PLAYA GRANDE
08: HACIA BAHIA DRAKE - BUSCANDO EL MISTERIOSO CORCOVADO
09: PARQUE NACIONAL CORCOVADO
10: BAHIA DRAKE - ISLA DEL CAÑO
11: HACIA BOCAS DEL TORO........VA A SER QUE NO
12: HISTORIAS DE BAHIA DRAKE - PLAYAS, ARRUMACOS Y PERSONAJES
13: ADIOS A BAHIA DRAKE....Y A ALGUIEN MAS
14: PLAYA GRANDE - CAPITULO FINAL
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