Hoy era nuestro penúltimo día en esta fantástica ciudad. Habíamos barajado varias posibilidades para conocer Stonehenge, ya que había visitas organizadas con Evans Tour o SSS Tour, pero al final fuimos por nuestra cuenta.
El famoso círculo de piedra está en Salisbury, en el condado de Wiltshire, a poco más de 130 km de Londres. El tren sale de Waterloo Station. Los billetes son caros (33.80 £ el de ida y vuelta), pero para una vez que estábamos en Londres… Al llegar a Salisbury estaba lluvioso y muy nublado. ¡La que nos esperaba! Cogimos el bus “The Stonehenge Tour”, que para saliendo de la estación de tren a la izquierda. Las 17.50£ por persona incluyen uso ilimitado del bus entre Salisbury, Stonehenge y Old Sarum y las entradas a los dos recintos milenarios. La audioguía del primero explica de forma amena y detallada el origen, procedencia, posibles teorías sobre la función de los círculos de piedra...
Se cree que se tardó unas ochenta generaciones, durante unos 1.600 años. La composición actual tiene un círculo interior con seis grandes bloques de piedra rematados por tres dinteles y por un círculo exterior de diecisiete monolitos con dinteles.
Parece que pertenece al final del Neolítico, y su finalidad podría ser usado en ritos solares, funerarios...
Nos llamó mucho la atención una especie de musgo que recubre los megalitos. Apenas dejó de llover en todo el recorrido, pero nos gustó mucho la visita.
Al acabar, cogimos de nuevo el bus. Dudamos entre ir directamente a Salisbury, a pasear por el pueblo o acercarnos a Old Sarum; el precio del viaje y la entrada hizo que me decidiera por este último, para amortizar…
El bus nos dejó en la carretera junto a otros visitantes. No teníamos claro por dónde ir, así que nos aventuramos a caminar, intentando ir todos juntos. No sé si la entrada a Old Sarum era por ahí, creo que nos equivocamos, pero allá nos fuimos todos por un camino de cabras, abriendo verjas de madera, el suelo lleno de barro, nos resbalábamos, no nos podíamos agarrar a nada, porque a los lados había alambres de espino.
Por fin llegamos y vimos los restos de lo que un día fue un castillo. Con la que estaba cayendo casi no podíamos leer los carteles: en la época neolítica, se construyó un fuerte en la colina con grandes bancos de piedra.
Y ya dimos por concluida nuestra visita a la región de Whiltshire. En un día sin lluvia y un poco de sol (ese del que nos vinimos huyendo a Londres) esta visita debe de ser espectacular.
Para acabar el día, nos fuimos al atardecer a la zona de Westminster y de la City. Es preciosa, con el contraste de luces.
Subimos los ocho tramos de escalera, con cierta pena ya, en esta, nuestra penúltima noche en Londres.
El famoso círculo de piedra está en Salisbury, en el condado de Wiltshire, a poco más de 130 km de Londres. El tren sale de Waterloo Station. Los billetes son caros (33.80 £ el de ida y vuelta), pero para una vez que estábamos en Londres… Al llegar a Salisbury estaba lluvioso y muy nublado. ¡La que nos esperaba! Cogimos el bus “The Stonehenge Tour”, que para saliendo de la estación de tren a la izquierda. Las 17.50£ por persona incluyen uso ilimitado del bus entre Salisbury, Stonehenge y Old Sarum y las entradas a los dos recintos milenarios. La audioguía del primero explica de forma amena y detallada el origen, procedencia, posibles teorías sobre la función de los círculos de piedra...
Se cree que se tardó unas ochenta generaciones, durante unos 1.600 años. La composición actual tiene un círculo interior con seis grandes bloques de piedra rematados por tres dinteles y por un círculo exterior de diecisiete monolitos con dinteles.
Parece que pertenece al final del Neolítico, y su finalidad podría ser usado en ritos solares, funerarios...
Nos llamó mucho la atención una especie de musgo que recubre los megalitos. Apenas dejó de llover en todo el recorrido, pero nos gustó mucho la visita.
Al acabar, cogimos de nuevo el bus. Dudamos entre ir directamente a Salisbury, a pasear por el pueblo o acercarnos a Old Sarum; el precio del viaje y la entrada hizo que me decidiera por este último, para amortizar…
El bus nos dejó en la carretera junto a otros visitantes. No teníamos claro por dónde ir, así que nos aventuramos a caminar, intentando ir todos juntos. No sé si la entrada a Old Sarum era por ahí, creo que nos equivocamos, pero allá nos fuimos todos por un camino de cabras, abriendo verjas de madera, el suelo lleno de barro, nos resbalábamos, no nos podíamos agarrar a nada, porque a los lados había alambres de espino.
Por fin llegamos y vimos los restos de lo que un día fue un castillo. Con la que estaba cayendo casi no podíamos leer los carteles: en la época neolítica, se construyó un fuerte en la colina con grandes bancos de piedra.
Y ya dimos por concluida nuestra visita a la región de Whiltshire. En un día sin lluvia y un poco de sol (ese del que nos vinimos huyendo a Londres) esta visita debe de ser espectacular.
Para acabar el día, nos fuimos al atardecer a la zona de Westminster y de la City. Es preciosa, con el contraste de luces.
Subimos los ocho tramos de escalera, con cierta pena ya, en esta, nuestra penúltima noche en Londres.