Llegamos al aeropuerto de Bérgamo sobre la 5 de la tarde.
Mi primera impresión al pasar por donde se recogía el equipaje es que era muy chiquitín, al menos esa zona.
Compramos los billetes para el autobús que debía llevarnos a Milán en una tiendecita muuuuuuuuy señalizada, aunque también los venden en el mismo autobús. Tenían oferta 3x2 pero no la usamos porque no íbamos a usar los de la vuelta. El autobús, de la compañía Autostradale, tardó un ratito en salir y nos dejó en la Estación Central.
Desde allí nos dirigimos andando al hotel para hacer el check-in y empezar a conocer la ciudad. Como eran casi las 7 y nos habíamos comido un bocadillo a la 1, decidimos irnos a los Navigli a cenar .
Compramos en las máquinas del metro (que pueden ponerse en español) un billete para el día (“giornalero”), que cuesta 3 euros e incluye todos los viajes que se quieran de metro, autobús urbano y tranvía durante 24 horas (es decir, si lo usas por primera vez a la 19:00 de hoy, te servirá hasta las 19:00 de mañana). Se amortiza si coges al menos 3 transportes.
Nos dirigimos a los Navigli (estación Porta Genova) y ahora llega el momento “¿Para donde tirar?” La solución es “a donde veas que va la gente joven”. Dimos una vuelta por el barrio, que estaba bastante animado, y nos sentamos a cenar. No aprovechamos ninguno de los locales que ofrecían el aperitivo y nos sentamos a frente a la Basílica de Sant' Eustorgio donde cenamos muy bien en la de la cafetería Viarenna.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Mientras cenábamos pasaron varios tranvías y como vimos que uno de ellos se dirigía al Duomo, después de la cena cogimos uno para hacerle nuestra primera visita y sacarle unas fotos nocturnas. Sales del metro y ahí está, pero ahí mismo, no hay que llegar desde una calle lateral ni rodearlo ni nada. Así me quedé
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Varias fotos después, pasamos por la Galleria Vittorio Emanuelle II para llegar al Teatro alla Scala, que comparte plaza con Leonardo Da Vinci.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En la plaza nos encontramos con un huevo de Pascua gigante que le había regalado a la ciudad Rumanía (creo recordar), con una decoración muy bonita y al parecer típica del país que lo regaló.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Seguimos dando un paseíto y llegamos al barrio de Brera, pasando por la puerta de la Pinacoteca. El barrio (bueno, algunas calles, que no todas) estaban ambientadillas con las terrazas con gente tomando el aperitivo. Seguimos callejeando hasta encontrar un metro, un poco asustados pensando si estaría abierto o no, ya que eran pasadas las 10 y no teníamos muy claro la hora de cierre. El metro cierra sobre las 12, pero a partir de las 9 la frecuencia va disminuyendo.
En este primer paseo se me quedó una impresión: en esta ciudad las farolas están "a medio gas", aún estando encendidas las calles estaban un poco apagadas. Supongo que para contribuir a evitar el cambio climático o para ahorrar luz