Debido a la situación de Ibiza en el mar Mediterráneo siempre ha sido buen puerto para navegantes y eso ha permitido el paso de distintas culturas por la isla, de ahí que se puedan encontrar rastros de fenicios y otomanos entre otros.
Por eso también uno se puede acerca a estas cultural, si lo desea, en su visita a la isla. La propia ciudad de Ibiza contiene una necropolis donde se pueden encontrar las huellas de la cultura púnica.
Así que nuestro segundo día lo dedicamos a conocer un poco más la ciudad, empezando por esta Necropolis conocida como Puig des Molins. Entramos de forma gratuita, ya que parece ser que los domingos no cobran entrada, eso sí, te obligan a dejar el bolso en unas taquillas antes de acceder al museo. Puig des Molins fue el cementerio de la ciudad durante toda la Antigüedad. El museo dispone de cinco salas con numerosos objetos como: vasijas donde introducían el cuerpo de niños, un ataúd de plomo, recipientes para perfumes y aceites, urnas, etc. En una de las salas también se pueden ver muestras de obras de artistas locales (incluyendo bordados y tapices) Y luego se puede pasear por una pequeña parte de lo que era la Necrópolis, introduciéndose en uno de los sepulcros donde se pueden ver varias tumbas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de visitar este museo (se tardan unos 45 minutos porque la colección de objetos se va repitiendo y la parte de la Necrópolis que se puede ver es pequeña) nos dirigimos a la parte del centro histórico (Dalt Vila). Aquí teneis tres opciones de ruta: la ruta clásica (que incluye los sitios de interés principales), la ruta de los baluartes (que va siguiendo la muralla) y una ruta alternativa en la que uno se adentra entre las callejuelas medievales. Nosotros hicimos la ruta clásica para no perdernos nada accediendo al recinto por la puerta del Portal Nou, que queda cerca de la Necrópolis, podéis acercaros con el coche porque hay un aparcamiento público cercano y en las zonas azules no hay que pagar el domingo. Lo primero que se ve des de allí es el Baluarte de Sant Pere en el hay un pequeño museo interactivo con un catapulta y algún vídeo que relata un poco la historia de la construcción de las murallas, y que con la misma entrada (2 euros por persona) luego se puede visitar otro pequeño museo en el baluarte de Sant Jaume. Esta zona esta abierta de martes a sábado de 10 a 14 y de 17 a 20 y el domingo de 10 a 14. En temporada alta (julio y agosto) los horarios varían. Desde el Baluarte de Sant Pere se puede seguir cuesta arriba visitando el resto de baluartes y viendo vistas panorámicas de la ciudad, sobretodo desde el Baluarte de Sant Bernat des de el que se aprecia la isla de Formentera de fondo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Girando por la calle Universitat se accede a la plaza de la catedral de [b]Santa Maria, el Museo Diocesano[/b] y el Museo Arqueológico, la casa de la Curia y el palacio Episcopal. Aquí hay un mirador (Mirador del Rey Jaume I) que ofrece unas buenas vistas de la ciudad.
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Se sigue por la calle Major hasta el Museo Puget, que continua en la calle San Ciriac donde hay una pequeña capilla dedicada a este santo que también conmemora la conquista catalana en 1235.
Un poco más adelante en la calle joan Roman se puede ver el antiguo seminario, para acabar encontrándose en la calle de Pere Tur la Casa LLaneres (hoy colegio oficial de arquitectos). La calle desemboca en la Plaza de España desde donde otra vez hay unas hermosas vistas al puerto y el monumento a Guillem de Montgrí (quien dirigía la expedición de Jaume I en la conquista de la isla). Des de ahí se baja por la calle del General Balanzat empalmando por la calle de sa Carrossa, donde esta la estatua de Isidor Macabich (sacerdote e historiador ibicenco) y donde hay que parar para ver el Baluarte de Santa Llúcia donde está el polvorín. Seguimos hasta la plaça dels Desamparats y antes de pasar el portal encontramos el patio de armas, donde por primera vez se acogió el mercadillo hippy de Ibiza.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Finalmente se sale por el Portal de ses Taules, que realmente vale la pena verlo. Justo al final de la rampa hay una cafetería por si queréis parar a hacer una pausa.
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Por eso también uno se puede acerca a estas cultural, si lo desea, en su visita a la isla. La propia ciudad de Ibiza contiene una necropolis donde se pueden encontrar las huellas de la cultura púnica.
Así que nuestro segundo día lo dedicamos a conocer un poco más la ciudad, empezando por esta Necropolis conocida como Puig des Molins. Entramos de forma gratuita, ya que parece ser que los domingos no cobran entrada, eso sí, te obligan a dejar el bolso en unas taquillas antes de acceder al museo. Puig des Molins fue el cementerio de la ciudad durante toda la Antigüedad. El museo dispone de cinco salas con numerosos objetos como: vasijas donde introducían el cuerpo de niños, un ataúd de plomo, recipientes para perfumes y aceites, urnas, etc. En una de las salas también se pueden ver muestras de obras de artistas locales (incluyendo bordados y tapices) Y luego se puede pasear por una pequeña parte de lo que era la Necrópolis, introduciéndose en uno de los sepulcros donde se pueden ver varias tumbas.
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Después de visitar este museo (se tardan unos 45 minutos porque la colección de objetos se va repitiendo y la parte de la Necrópolis que se puede ver es pequeña) nos dirigimos a la parte del centro histórico (Dalt Vila). Aquí teneis tres opciones de ruta: la ruta clásica (que incluye los sitios de interés principales), la ruta de los baluartes (que va siguiendo la muralla) y una ruta alternativa en la que uno se adentra entre las callejuelas medievales. Nosotros hicimos la ruta clásica para no perdernos nada accediendo al recinto por la puerta del Portal Nou, que queda cerca de la Necrópolis, podéis acercaros con el coche porque hay un aparcamiento público cercano y en las zonas azules no hay que pagar el domingo. Lo primero que se ve des de allí es el Baluarte de Sant Pere en el hay un pequeño museo interactivo con un catapulta y algún vídeo que relata un poco la historia de la construcción de las murallas, y que con la misma entrada (2 euros por persona) luego se puede visitar otro pequeño museo en el baluarte de Sant Jaume. Esta zona esta abierta de martes a sábado de 10 a 14 y de 17 a 20 y el domingo de 10 a 14. En temporada alta (julio y agosto) los horarios varían. Desde el Baluarte de Sant Pere se puede seguir cuesta arriba visitando el resto de baluartes y viendo vistas panorámicas de la ciudad, sobretodo desde el Baluarte de Sant Bernat des de el que se aprecia la isla de Formentera de fondo.
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Girando por la calle Universitat se accede a la plaza de la catedral de [b]Santa Maria, el Museo Diocesano[/b] y el Museo Arqueológico, la casa de la Curia y el palacio Episcopal. Aquí hay un mirador (Mirador del Rey Jaume I) que ofrece unas buenas vistas de la ciudad.
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Se sigue por la calle Major hasta el Museo Puget, que continua en la calle San Ciriac donde hay una pequeña capilla dedicada a este santo que también conmemora la conquista catalana en 1235.
Un poco más adelante en la calle joan Roman se puede ver el antiguo seminario, para acabar encontrándose en la calle de Pere Tur la Casa LLaneres (hoy colegio oficial de arquitectos). La calle desemboca en la Plaza de España desde donde otra vez hay unas hermosas vistas al puerto y el monumento a Guillem de Montgrí (quien dirigía la expedición de Jaume I en la conquista de la isla). Des de ahí se baja por la calle del General Balanzat empalmando por la calle de sa Carrossa, donde esta la estatua de Isidor Macabich (sacerdote e historiador ibicenco) y donde hay que parar para ver el Baluarte de Santa Llúcia donde está el polvorín. Seguimos hasta la plaça dels Desamparats y antes de pasar el portal encontramos el patio de armas, donde por primera vez se acogió el mercadillo hippy de Ibiza.
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Finalmente se sale por el Portal de ses Taules, que realmente vale la pena verlo. Justo al final de la rampa hay una cafetería por si queréis parar a hacer una pausa.
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