PRIMER DÍA
Desde la garganta de Trigrad iniciamos el descenso hacia el monasterio de Bachkovo. Un descenso continuo de unos 140 kilómetros por una carretera con bastante tráfico. Era domingo.
Ese descenso y supongo que también un cambio en el clima, porque no fue normal, dieron paso a los días mas calurosos del viaje. Un calor de 35ºC con una humedad altísima que hacían un poco insoportables las visitas que quería hacer en estas últimas jornadas. Supongo que también el cambio de altura pues de estar en los Rodopes durmiendo con dos mantas, pasé a dormir en hora y media de trayecto en Plovdiv con la ventana abierta y sin arropar del bochorno que hacía por la noche y con la gracia de que el Hotel no tenía aire acondicionado, cuando en teoría si tenía.
Así llegamos al Monasterio de Bachkovo, un domingo, y por primera vez me encontré un sitio en el viaje abarrotado de gente. Colas para besar un icono que había en su interior y el parking a reventar de coches.
El interior del templo la verdad que estaba negro negro, sin apenas frescos destacables. El icono milagroso de la virgen que hay a la entrada es besado por centenares de fieles que acudían a visitar el Monasterio. En la guía leí que los frescos mas valiosos se hayan en un templo que hay en el mismo recinto pero que permanece cerrado a las visitas. Tuve la suerte de encontrarlo abierto y es que dentro se estaba celebrando un bautizo. Es muy bonito, aunque después de tantos días de frescos e iconostasios ya uno comienza a no apreciar la belleza de los mismos, mas aún después de la visita a la Iglesia Boyana, a Rila o a Treskavec.
El Monasterio de Bachkovo es bonito pero tampoco me maravilló. A ello contribuyó la gran marea de fieles que inunda todo. Pero no le ví especial encanto de todas formas al lugar. Eso sí, doy fe que es uno de los mas visitados del país, y supongo que la cercanía a ciudades grandes como Plovdiv contribuye a ello.
Monasterio de Bachkovo
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Capilla del Monasterio donde se celebraba bautizo
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
La llegada a Plovdiv fue calurosa, aparte de que nos perdimos con el ggogle maps del iPhone. El casco antiguo de la ciudad esta cerrado el tráfico de vehículos, salvo aquellos que lo tengan autorizado. De todas formas no vale la pena circular en coche por sus calles pues os podéis cargar los bajos. El empedrado de las calles bien parecen una calzada romana en sus estado actual. En el alojamiento me recibieron con una jarra de limonada y una de las chicas me acompañó a por el coche para aparcarlo dentro del recinto con una autorización que nos habían expedido en ese momento. La verdad que la casa del Guesthouse Old Plovdiv bien merece una visita aunque uno no se aloje ahí. Es una pasada y las habitaciones totalmente decoradas al estilo de la casa, del s. XIX.
Guest House Old Plovdiv
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
La chica me recomendó para almorzar un sitio muy cercano al Hotel y que esta pegado a las ruinas de la fortaleza de Plovdiv. Así que fuimos hacia allí. Tiene una terraza enorme con árboles que dan una agradable sombra. Los precios y la comida un espectáculo muy recomendable, así que hicimos aquí el almuerzo y la cena de este día.
Vistas de Plovdiv desde la ruina de la fortaleza
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Todos los días a las 18 horas, supongo que en verano o temporada alta, nos comentó la chica que sale una visita guiada gratuita de la ciudad desde la Oficina de Correos. Así que tras un breve descanso y con la calorina nos dirigimos a la Oficina de Correos a las seis de la tarde. Había gente joven de muchas nacionalidades y entre ellos dos españoles de Barcelona con los que charlé animadamente.
Tuvimos mala suerte, el guía aparte de soso y lento, se paraba a explicarnos cosas creo yo secundarias de la ciudad, y sin embargo pasaba muy por encima del circo romano o la mezquita. Era aburrido, y el caso es que en la presentación lo dijo, pero bueno, uno piensa que es una broma. Pues que va… de broma nada. Así que en un constante goteo, el grupo fue reduciéndose, a lo que yo contribuí porque no me iba a ir de Plovdiv sin ver bien el Circo romano o la mezquita que es una de las mas bonitas que vi en el viaje.
Poco mas que contar. Nos encontrábamos en una de las ciudades mas antiguas del mundo (6.000 años) y la mas antigua de Europa, con una historia de la que hay vestigios maravillosos, sobretodo de la época romana. El casco antiguo de la ciudad es una pasada y está muy bien preservado. Vale la pena pateárselo aunque es verdad que el tiempo no nos acompañó y el aire era un poco sofocante.
Puerta de acceso al casco antiguo de la ciudad.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Ancianos jugando a las cartas y al ajedrez en un parque.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
La puerta vista desde el otro lado.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Teatro romano.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Mezquita y restos del circo romano
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Típica casa del casco antiguo
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tienda de antigüedades con uniformes antiguos
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
La historia de estas pinturas es curiosa. Una mañana amaneció este cortado con los retratos de varios personajes históricos del país. Nadie sabía quien los hizo y así fue ocurriendo que eventualmente aparecían nuevas caras. En principio se buscó al artista para multarle pero la iniciativa gustó tanto a la población que permitieron que acabara su obra.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Un espectacular grafitti en una calle del casco antiguo.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
SEGUNDO DÍA
Tras dormir sin aire acondicionado y el desayuno copioso del alojamiento, iniciábamos nuestro camino hacia nuestro último destino antes de volver a Sofía. La ciudad de Veliko Tarnovo, la capital medieval de Bulgaria.
Tenía ideada varias rutas con paradas para visitar cosas y al final hicimos la siguiente. Como casi la mitad del recorrido era por autopista, una vez abandonamos la misma teníamos el último tramo final para visitar tranquilamente Shipka y Tryavna, aunque al final Tryavna se resistió. Es mas difícil llegar a Tryavna que a Machu Picchu, me cago en la mar.
Llegamos a Shipka a buena hora, poco antes del mediodía. Pasamos por Kazanlak y como era una ciudad grande y la tumba tracia que se visita es una copia porque la auténtica está cerrada al público, decidimos ir a Shipka que tiene mas tumbas tracias en sus alrededores.
En la carretera en lontananza se vislumbra en lo alto de la población las cúpulas doradas de la Iglesia ortodoxa rusa. Es muy bonita y creo que indispensable su visita si se va por la región. Se construyo para conmemorar el valor de los guerreros búlgaros en las batallas que aquí se libraron en el s. XIX y que dieron lugar al fin del dominio del Imperio Otomano. La Iglesia se concluyó a principios del s. XX hay en sus sótanos una muestra fotográfica de la inauguración del templo.
Iglesia rusa de Shipka.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras la agradable visita, pues la temperatura era fresca y aunque sonaban truenos no llegaba a llover, nos dirigimos a ver una tumba tracia. Antes de llegar a Shipka vimos dos desvíos. Cogimos el mas cercano que vimos que conducía a la Tumba del rey Seuthes III pero cuando llegamos estaba cerrada. Bueno pues nos dirigimos a otra que había del otro lado de la carretera y cuyo nombre lo siento pero me es imposible recordar. (le dejé la guía de Bulgaria a mi amigo en Sofía). Esta última tumba si estaba abierta. No había nadie y un señor nos cobró la entrada. Es increíble como la tumba ha sido excavada recientemente y es mas que obvio que debajo de ese montículo enorme hay una tumba. Pero la falta de fondos y el riesgo de que se deteriorara impidieron su excavación. Pasa como con las ciudades mayas en el Petén, que sabes que debajo de cada monte lleno de maleza hay un estructura maya sin excavar. La visita es instructiva y agradable. Eso sí no dura mas de diez minutos pero es recomendable.
Tumba Tracia
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Visitada la tumba puse rumbo al Monumento a la Liberación de Bulgaria. Shipka que se haya enclavada en la falda de los Balcanes, da nombre al paso de montaña que cruza la cordillera. Bueno pues aquí, como dice antes hubo cuatro batallas entre Bulgaria-Rusia y el Imperio Otomano que determinaron la derrota de estos últimos y la independencia de Bulgaria tras siglos de ocupación. El monumento es muy bonito por el lugar en el que se encuentra que ofrece vistas espectaculares y si tenéis ganas de subir la enorme escalinata podréis disfrutar de ellas.
Monumento Liberación
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
De aquí continuamos hacia Tryavna. Valoramos visitar el museo al aire libre que recrea una villa tradicional y que está poco antes de llegar a Gabrovo, pero decidimos tirar mejor hacia Tryavna. Vaya tela llegar a Tryavna. Nos resultó imposible encontrar el camino. Cogíamos el desvío en un pueblo y tras cruzarlo porque ya no había mas señales volvíamos a aparecer en la misma carretera unos cientos de metros mas atrás. Tras dos intentos decidimos tirar hacia Veliko Tarnovo y dejarnos de dar mas vueltas.
Veliko Tarnovo es la antigua capital medieval de Bulgaria. Esta situada en una zona montañosa y su fortaleza es un auténtico espectáculo. Al tener la ubicación que tiene es complicado moverse por la ciudad pero no nos costó ningún trabajo encontrar el Hotel pues estaba en la arteria principal del casco antiguo una vez cogido el desvío al centro de la ciudad desde la autopista. Un lujo la situación del Hotel pues está a dos pasos de la fortaleza y teníamos cerca las carreteras a Arbanasi y al Monasterio de Preovasetski.
Vistas desde el Hotel
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Almorzamos en un restaurante situado en la calle Nikola Pikolo, se llamaba algo Pikolo, que se supone era el número dos de Tripadvisor y que no me gustó. A ver era cocina mediterránea, pero pedí un asado y estaba muy seco. El precio no era barato. Tras disfrutar de las vistas de la ciudad desde la puerta del Hotel, bajamos a la fortaleza con la idea de visitarla. La famosa fortaleza de Tsarevets, que de todas las fortalezas que he visitado en mi vida puedo decir que es la mas grande, y la que mejor conserva la ciudad intramuros dando una perfecta idea como sería la vida dentro de la muralla en la edad media. La visita puede ser larga, porque las dimensiones lo son. Me cogió con un calor sofocante otra vez pero pude echar una hora y media paseando por Tsarevets. Descansé tras la visita y es que después del día tan completito y el calor que hacia me daba por satisfecho y necesitaba tumbarme al fresco del aire acondicionado de mi habitación.
Tsaverets
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Subimos a cenar a la última planta del hotel que si bien es acristalada y no al aire libre, ofrece unas vistas maravillosas de la fortaleza. Si tenéis suerte podréis ver el espectáculo de luz y sonido que se proyecta sobre la fortaleza. Yo estuve dos días y no hubo suerte. Por lo visto lo ponen cuando hay alguna persona, o grupo de turistas que paga el coste del mismo. No tuve suerte pero bueno… El sitio me pareció espectacular.
Una copita nocturna en un parque que había cercano con una terraza muy agradable donde conocí a gente de la ciudad. En la barra había anunciado gazpacho… me dice la camarera que lo siente pero que se les ha acabado jajaja, digo yo que no he venido a Bulgaria a probar su gazpacho, aunque si es por hortalizas seguro que se puede hacer uno espectacular porque tienen muy buenas verduras. Tras terminar la conversación quedé con los búlgaros al día siguiente en que me iban a acompañar a ver el partido de la Supercopa de Europa entre el Madrid y el Sevilla. Yo buscaba un sitio donde lo televisarán mientras me pudiera tomar una cervecita.
TERCER DIA
Día sin mucho jaleo de coche pero que al final decidimos complicarnoslo para bien. Es una pena estar por aquí y no aprovechar el día. Comenzamos el día subiendo a Arbanasi, que esta a poco mas de cuatro kilómetros de nuestro Hotel. Tomamos un café en uno de los múltiples alojamientos, cafés que hay por la zona. El día anterior uno de los búlgaros que conocí me decía que Arbanasi era bonito antes, cuando la gente iba en carro y a caballo. Que ahora ha perdido todo el encanto. Bueno el motivo de la visita era visitar los frescos de su famosa Iglesia que por cierto es imposible de encontrar si no se pregunta a alguien. La Iglesia por fuera no dice nada pero por dentro tiene unos frescos que son muy bonitos. Ahora, de ahí a llamarla la Capilla Sixtina del arte bizantino como he leído por ahí, es una exageración.
Entrada a la Iglesia de Arbanasi
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Bueno tras la visita a Arbanasi, que me dejo un poco indiferente dicha sea la verdad, volvimos hacia Veliko Tarnovo para poner rumbo al Monasterio de Preovasetski. Y esta visita no solo no me dejó indiferente sino que me encantó. Tras coger el desvío hacia la típica carretera sinuosa que lleva al Monasterio se llegaba al mismo, situado a los pies de un barranco del que había eventuales desprendimientos. Curioso que ninguna de las enormes rocas ha tocado nunca la Iglesia, pero si el claustro con lo que tiene que estar reconstruyendo de vez en cuando o enterrando porque a alguno le cogió la roca en su trayectoria. El exterior de la Iglesia que está pintada es muy alegre. Y el interior también. El claustro es muy auténtico y rústico y con los ciruelos de la zona los monjes hacen rakia, que es el licor bebida nacional que beben todos los días los búlgaros. Es como una especie de orujo muy fuerte.
Monasterio de Preovasetski
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Visto Preovasetski, decidimos por última vez intentar llegar a Tryavna, para lo cual fuimos al Hotel a cargar la ruta en el Iphone para no perdernos. Se tarda poco menos de una hora, y aunque llevábamos el navegador, este nos metió de pronto en un desvío que era un auténtico camino de cabras. Pero bueno lo solucionamos dando la vuelta y continuando por la carretera que llevábamos.
Tryavna es una aldea típica búlgara con sus tejados de piedra y sus paredes de piedra y madera. Es muy bonito y está muy bien conservado a la par de que es un poco turístico. Pero bueno después de la que liamos durante los dos días para intentar llegar a la localidad, pues tampoco le ví tanta miga. Decidimos almorzar en el que presume ser el primer restaurante privado de Bulgaria, fundado tras la caída del telón de acero. La comida rica y a buen precio.
Tryavna
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y tras el almuerzo vuelta a Veliko Tarnovo y tarde de free time para que cada uno hiciera lo que quisiera. Un poquito de soledad viene siempre bien tras tantos días de viaje. Yo fui a hacer algunas compras y me encontré en el barrio de los artesanos a un pintor en su taller. Se llama Raschko Bonev y me gustó tanto su trabajo que le compré un icono a muy buen precio. Siempre que viajo a lugares donde trabajan artesanía me gusta traerme un recuerdo y este me encantó. También compré otro mas barato a un artista de Sofía, en los puestecillos que se sitúan en un parque enfrente de la Catedral.
Veliko Tarnovo
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Por la noche cené y quedé con el búlgaro del día anterior y una amiga, que me invitó a su casa para ver el partido, mientras degustábamos una botella de rakia (70º alcohol) hecha en el Monasterio de Preovasetski. Mientras se bebe el licor, rebajado con agua y muy tranquilamente (dicen que el rakia hay que beberlo muy despacio, como se habla el búlgaro, despacio), porque sino la torta es mortal imagino, se degusta melón, sandía y un picadillo de tomate y pepino. Bueno pues mientras veía al Sevilla perder con el multimillonario Madrid, disfruté de una reunión al estilo búlgaro.
Vuelta al hotel y a descansar.
CUARTO DÍA Y ÚLTIMO DEL VIAJE
Bueno también tenía pensadas varias rutas este día, y al final decidí hacer la ruta por Lovech y el Monasterio de Glozhene antes de llegar a Sofía para reencontrarnos con mi amigo, y donde esa madrugada cogíamos el vuelo. La otra ruta era Lovech, Troyan cruzar los Balcanes de nuevo y parar en la localidad de Koprichivitsa, pero era bastante mas largo, y ya habíamos visto localidades tradicionales como Melnik, Dolen y Tryavna.
En fin tras el desayuno en el Hotel emprendimos la ruta hacia Sofía. Primera parada Lovech. Es una localidad mediana-grande que esta a unos kilómetros de la carretera principal y cuyo atractivo mas importante es un puente de madera cubierto y contiendas en su interior que terminó de construirse en 1876. Comunica la ciudad nueva con el casco antiguo y fue reconstruido en el siglo XX tras sufrir un incendio. Es el único puente cubierto de los Balcanes y los alrededores están llenos de terrazas muy agradables donde sentarse a tomar algo. En la ribera del río Osam pueden verse unas casas muy pintorescas. Tomamos café en el interior del puente y otro en las terrazas de fuera. El café en los dos países me resulto bueno. El expresso es muy correcto y salvo algunos sitios de Sofía lo ponen muy bueno en todos lados. El café turco que es el que bebí en los monasterios y en algún desayuno está rico también. Este café se hace hirviendo el agua con el café y luego se filtra, dejando en la taza en la que se toma una gran cantidad de poso que no se toma porque es café molido.
Puente de Lovech y casas de la ribera
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Visto Lovech emprendimos camino al Monasterio de Glozhene que tiene fama de tener el emplazamiento mas espectacular del país según mi guía de viajes. Después de ver Treskavec, Rila o Preovasetski la verdad que el emplazamiento no me dejó indiferente, en lo alto de un cortado. Puede recordar un poco a meteora para que os hagáis una ligera idea, pero no tiene comparación. La carretera que conduce al monasterio es también sinuosa y estrecha subiendo un bonito bosque. El Monasterio de San Jorge, como es su nombre, se crea en el s. XVIII, aunque ya en el s. XIII hubo un monasterio en la zona. Lo construyeron los monjes en lo alto del precipicio para defenderse del imperio otomano. Fue destruido tras dos terremotos a principios del s. XX, y reconstruido al estilo tradicional y conservándose de la primitiva construcción solamente el iconostasio. En el Monasterio hay un pequeño bar a la entrada donde te puedes tomar una bebida. De comida solo tienen unas pequeñas salchichas de cerdo, y sopas. El bar le quita un poco de encanto al lugar tan bien preservado, y entrar en el mismo y ver un monje ortodoxo degustando una coca cola mientras ve una televisión de 42" ya no te digo. También estropea mucho la visión la cantidad de cableado que rodea el edificio, es casi imposible hacer una foto sin que salgan los cables por algún lado. Aún así me gustó muchísimo y la temperatura arriba era fresca y agradable.
Monasterio de Glozhene
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Subiendo al Monasterio en la última localidad que cruzamos vimos un sitio donde comer. Nos sentamos en la terraza, ya con mas calor, pero a la sombra de los árboles y el dueño nos ofreció como pudo lo que tenía de comer, pues no hablaba inglés. Al final una pechuga entera de pollo hecha en barbacoa jugosa y riquísima, con sus patatas fritas, la cervecita y el café para no quedarse dormido, que después había que conducir. La comida 3€, para que os hagáis una idea.
Después retomamos la autopista hacia Sofía, (Una señora autopista), y con el navegador llegamos a casa de nuestro amigo como si fuéramos ya ciudadanos de la capital. Allí quedamos con él, su mujer e hijos. Dimos un último paseo por Sofía, cenamos en el italiano Don Vitto, una copa para alargar la espera, y a las dos de la madrugada camino al aeropuerto con el coche de alquiler. El vuelo de Vueling sale de una terminal distinta a donde están las oficinas de alquiler de vehículos. Encima esa terminal está cerrada… de coñá el tema. Dejas las llaves en el buzón del mostrador, que a esa hora está vacío, y ahora apáñatelas para ir a la otra terminal porque aquí no hay ni autobuses ni gente ni na… En esto vemos un taxi con un personaje dormido en su interior. Lo despertamos y nos lleva. La facturación del equipaje un poco caótica en los mostradores de Vueling, el control de pasaportes y embarque también un pelín caótico… Al final por lo menos el vuelo es puntual y el que os cuenta esto antes de despegar ya está dormido en su asiento, hasta Barcelona así. La primera vez que me duermo en un vuelo . Y eso que he cruzado el charco varias veces, pero la paliza de día que llevaba detrás contribuyó a que cayera frito.
FIN DEL VIAJE
Desde la garganta de Trigrad iniciamos el descenso hacia el monasterio de Bachkovo. Un descenso continuo de unos 140 kilómetros por una carretera con bastante tráfico. Era domingo.
Ese descenso y supongo que también un cambio en el clima, porque no fue normal, dieron paso a los días mas calurosos del viaje. Un calor de 35ºC con una humedad altísima que hacían un poco insoportables las visitas que quería hacer en estas últimas jornadas. Supongo que también el cambio de altura pues de estar en los Rodopes durmiendo con dos mantas, pasé a dormir en hora y media de trayecto en Plovdiv con la ventana abierta y sin arropar del bochorno que hacía por la noche y con la gracia de que el Hotel no tenía aire acondicionado, cuando en teoría si tenía.
Así llegamos al Monasterio de Bachkovo, un domingo, y por primera vez me encontré un sitio en el viaje abarrotado de gente. Colas para besar un icono que había en su interior y el parking a reventar de coches.
El interior del templo la verdad que estaba negro negro, sin apenas frescos destacables. El icono milagroso de la virgen que hay a la entrada es besado por centenares de fieles que acudían a visitar el Monasterio. En la guía leí que los frescos mas valiosos se hayan en un templo que hay en el mismo recinto pero que permanece cerrado a las visitas. Tuve la suerte de encontrarlo abierto y es que dentro se estaba celebrando un bautizo. Es muy bonito, aunque después de tantos días de frescos e iconostasios ya uno comienza a no apreciar la belleza de los mismos, mas aún después de la visita a la Iglesia Boyana, a Rila o a Treskavec.
El Monasterio de Bachkovo es bonito pero tampoco me maravilló. A ello contribuyó la gran marea de fieles que inunda todo. Pero no le ví especial encanto de todas formas al lugar. Eso sí, doy fe que es uno de los mas visitados del país, y supongo que la cercanía a ciudades grandes como Plovdiv contribuye a ello.
Monasterio de Bachkovo
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Capilla del Monasterio donde se celebraba bautizo
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
La llegada a Plovdiv fue calurosa, aparte de que nos perdimos con el ggogle maps del iPhone. El casco antiguo de la ciudad esta cerrado el tráfico de vehículos, salvo aquellos que lo tengan autorizado. De todas formas no vale la pena circular en coche por sus calles pues os podéis cargar los bajos. El empedrado de las calles bien parecen una calzada romana en sus estado actual. En el alojamiento me recibieron con una jarra de limonada y una de las chicas me acompañó a por el coche para aparcarlo dentro del recinto con una autorización que nos habían expedido en ese momento. La verdad que la casa del Guesthouse Old Plovdiv bien merece una visita aunque uno no se aloje ahí. Es una pasada y las habitaciones totalmente decoradas al estilo de la casa, del s. XIX.
Guest House Old Plovdiv
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
La chica me recomendó para almorzar un sitio muy cercano al Hotel y que esta pegado a las ruinas de la fortaleza de Plovdiv. Así que fuimos hacia allí. Tiene una terraza enorme con árboles que dan una agradable sombra. Los precios y la comida un espectáculo muy recomendable, así que hicimos aquí el almuerzo y la cena de este día.
Vistas de Plovdiv desde la ruina de la fortaleza
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Todos los días a las 18 horas, supongo que en verano o temporada alta, nos comentó la chica que sale una visita guiada gratuita de la ciudad desde la Oficina de Correos. Así que tras un breve descanso y con la calorina nos dirigimos a la Oficina de Correos a las seis de la tarde. Había gente joven de muchas nacionalidades y entre ellos dos españoles de Barcelona con los que charlé animadamente.
Tuvimos mala suerte, el guía aparte de soso y lento, se paraba a explicarnos cosas creo yo secundarias de la ciudad, y sin embargo pasaba muy por encima del circo romano o la mezquita. Era aburrido, y el caso es que en la presentación lo dijo, pero bueno, uno piensa que es una broma. Pues que va… de broma nada. Así que en un constante goteo, el grupo fue reduciéndose, a lo que yo contribuí porque no me iba a ir de Plovdiv sin ver bien el Circo romano o la mezquita que es una de las mas bonitas que vi en el viaje.
Poco mas que contar. Nos encontrábamos en una de las ciudades mas antiguas del mundo (6.000 años) y la mas antigua de Europa, con una historia de la que hay vestigios maravillosos, sobretodo de la época romana. El casco antiguo de la ciudad es una pasada y está muy bien preservado. Vale la pena pateárselo aunque es verdad que el tiempo no nos acompañó y el aire era un poco sofocante.
Puerta de acceso al casco antiguo de la ciudad.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Ancianos jugando a las cartas y al ajedrez en un parque.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
La puerta vista desde el otro lado.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Teatro romano.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Mezquita y restos del circo romano
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Típica casa del casco antiguo
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tienda de antigüedades con uniformes antiguos
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
La historia de estas pinturas es curiosa. Una mañana amaneció este cortado con los retratos de varios personajes históricos del país. Nadie sabía quien los hizo y así fue ocurriendo que eventualmente aparecían nuevas caras. En principio se buscó al artista para multarle pero la iniciativa gustó tanto a la población que permitieron que acabara su obra.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Un espectacular grafitti en una calle del casco antiguo.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
SEGUNDO DÍA
Tras dormir sin aire acondicionado y el desayuno copioso del alojamiento, iniciábamos nuestro camino hacia nuestro último destino antes de volver a Sofía. La ciudad de Veliko Tarnovo, la capital medieval de Bulgaria.
Tenía ideada varias rutas con paradas para visitar cosas y al final hicimos la siguiente. Como casi la mitad del recorrido era por autopista, una vez abandonamos la misma teníamos el último tramo final para visitar tranquilamente Shipka y Tryavna, aunque al final Tryavna se resistió. Es mas difícil llegar a Tryavna que a Machu Picchu, me cago en la mar.
Llegamos a Shipka a buena hora, poco antes del mediodía. Pasamos por Kazanlak y como era una ciudad grande y la tumba tracia que se visita es una copia porque la auténtica está cerrada al público, decidimos ir a Shipka que tiene mas tumbas tracias en sus alrededores.
En la carretera en lontananza se vislumbra en lo alto de la población las cúpulas doradas de la Iglesia ortodoxa rusa. Es muy bonita y creo que indispensable su visita si se va por la región. Se construyo para conmemorar el valor de los guerreros búlgaros en las batallas que aquí se libraron en el s. XIX y que dieron lugar al fin del dominio del Imperio Otomano. La Iglesia se concluyó a principios del s. XX hay en sus sótanos una muestra fotográfica de la inauguración del templo.
Iglesia rusa de Shipka.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras la agradable visita, pues la temperatura era fresca y aunque sonaban truenos no llegaba a llover, nos dirigimos a ver una tumba tracia. Antes de llegar a Shipka vimos dos desvíos. Cogimos el mas cercano que vimos que conducía a la Tumba del rey Seuthes III pero cuando llegamos estaba cerrada. Bueno pues nos dirigimos a otra que había del otro lado de la carretera y cuyo nombre lo siento pero me es imposible recordar. (le dejé la guía de Bulgaria a mi amigo en Sofía). Esta última tumba si estaba abierta. No había nadie y un señor nos cobró la entrada. Es increíble como la tumba ha sido excavada recientemente y es mas que obvio que debajo de ese montículo enorme hay una tumba. Pero la falta de fondos y el riesgo de que se deteriorara impidieron su excavación. Pasa como con las ciudades mayas en el Petén, que sabes que debajo de cada monte lleno de maleza hay un estructura maya sin excavar. La visita es instructiva y agradable. Eso sí no dura mas de diez minutos pero es recomendable.
Tumba Tracia
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Visitada la tumba puse rumbo al Monumento a la Liberación de Bulgaria. Shipka que se haya enclavada en la falda de los Balcanes, da nombre al paso de montaña que cruza la cordillera. Bueno pues aquí, como dice antes hubo cuatro batallas entre Bulgaria-Rusia y el Imperio Otomano que determinaron la derrota de estos últimos y la independencia de Bulgaria tras siglos de ocupación. El monumento es muy bonito por el lugar en el que se encuentra que ofrece vistas espectaculares y si tenéis ganas de subir la enorme escalinata podréis disfrutar de ellas.
Monumento Liberación
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
De aquí continuamos hacia Tryavna. Valoramos visitar el museo al aire libre que recrea una villa tradicional y que está poco antes de llegar a Gabrovo, pero decidimos tirar mejor hacia Tryavna. Vaya tela llegar a Tryavna. Nos resultó imposible encontrar el camino. Cogíamos el desvío en un pueblo y tras cruzarlo porque ya no había mas señales volvíamos a aparecer en la misma carretera unos cientos de metros mas atrás. Tras dos intentos decidimos tirar hacia Veliko Tarnovo y dejarnos de dar mas vueltas.
Veliko Tarnovo es la antigua capital medieval de Bulgaria. Esta situada en una zona montañosa y su fortaleza es un auténtico espectáculo. Al tener la ubicación que tiene es complicado moverse por la ciudad pero no nos costó ningún trabajo encontrar el Hotel pues estaba en la arteria principal del casco antiguo una vez cogido el desvío al centro de la ciudad desde la autopista. Un lujo la situación del Hotel pues está a dos pasos de la fortaleza y teníamos cerca las carreteras a Arbanasi y al Monasterio de Preovasetski.
Vistas desde el Hotel
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Almorzamos en un restaurante situado en la calle Nikola Pikolo, se llamaba algo Pikolo, que se supone era el número dos de Tripadvisor y que no me gustó. A ver era cocina mediterránea, pero pedí un asado y estaba muy seco. El precio no era barato. Tras disfrutar de las vistas de la ciudad desde la puerta del Hotel, bajamos a la fortaleza con la idea de visitarla. La famosa fortaleza de Tsarevets, que de todas las fortalezas que he visitado en mi vida puedo decir que es la mas grande, y la que mejor conserva la ciudad intramuros dando una perfecta idea como sería la vida dentro de la muralla en la edad media. La visita puede ser larga, porque las dimensiones lo son. Me cogió con un calor sofocante otra vez pero pude echar una hora y media paseando por Tsarevets. Descansé tras la visita y es que después del día tan completito y el calor que hacia me daba por satisfecho y necesitaba tumbarme al fresco del aire acondicionado de mi habitación.
Tsaverets
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Subimos a cenar a la última planta del hotel que si bien es acristalada y no al aire libre, ofrece unas vistas maravillosas de la fortaleza. Si tenéis suerte podréis ver el espectáculo de luz y sonido que se proyecta sobre la fortaleza. Yo estuve dos días y no hubo suerte. Por lo visto lo ponen cuando hay alguna persona, o grupo de turistas que paga el coste del mismo. No tuve suerte pero bueno… El sitio me pareció espectacular.
Una copita nocturna en un parque que había cercano con una terraza muy agradable donde conocí a gente de la ciudad. En la barra había anunciado gazpacho… me dice la camarera que lo siente pero que se les ha acabado jajaja, digo yo que no he venido a Bulgaria a probar su gazpacho, aunque si es por hortalizas seguro que se puede hacer uno espectacular porque tienen muy buenas verduras. Tras terminar la conversación quedé con los búlgaros al día siguiente en que me iban a acompañar a ver el partido de la Supercopa de Europa entre el Madrid y el Sevilla. Yo buscaba un sitio donde lo televisarán mientras me pudiera tomar una cervecita.
TERCER DIA
Día sin mucho jaleo de coche pero que al final decidimos complicarnoslo para bien. Es una pena estar por aquí y no aprovechar el día. Comenzamos el día subiendo a Arbanasi, que esta a poco mas de cuatro kilómetros de nuestro Hotel. Tomamos un café en uno de los múltiples alojamientos, cafés que hay por la zona. El día anterior uno de los búlgaros que conocí me decía que Arbanasi era bonito antes, cuando la gente iba en carro y a caballo. Que ahora ha perdido todo el encanto. Bueno el motivo de la visita era visitar los frescos de su famosa Iglesia que por cierto es imposible de encontrar si no se pregunta a alguien. La Iglesia por fuera no dice nada pero por dentro tiene unos frescos que son muy bonitos. Ahora, de ahí a llamarla la Capilla Sixtina del arte bizantino como he leído por ahí, es una exageración.
Entrada a la Iglesia de Arbanasi
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Bueno tras la visita a Arbanasi, que me dejo un poco indiferente dicha sea la verdad, volvimos hacia Veliko Tarnovo para poner rumbo al Monasterio de Preovasetski. Y esta visita no solo no me dejó indiferente sino que me encantó. Tras coger el desvío hacia la típica carretera sinuosa que lleva al Monasterio se llegaba al mismo, situado a los pies de un barranco del que había eventuales desprendimientos. Curioso que ninguna de las enormes rocas ha tocado nunca la Iglesia, pero si el claustro con lo que tiene que estar reconstruyendo de vez en cuando o enterrando porque a alguno le cogió la roca en su trayectoria. El exterior de la Iglesia que está pintada es muy alegre. Y el interior también. El claustro es muy auténtico y rústico y con los ciruelos de la zona los monjes hacen rakia, que es el licor bebida nacional que beben todos los días los búlgaros. Es como una especie de orujo muy fuerte.
Monasterio de Preovasetski
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Visto Preovasetski, decidimos por última vez intentar llegar a Tryavna, para lo cual fuimos al Hotel a cargar la ruta en el Iphone para no perdernos. Se tarda poco menos de una hora, y aunque llevábamos el navegador, este nos metió de pronto en un desvío que era un auténtico camino de cabras. Pero bueno lo solucionamos dando la vuelta y continuando por la carretera que llevábamos.
Tryavna es una aldea típica búlgara con sus tejados de piedra y sus paredes de piedra y madera. Es muy bonito y está muy bien conservado a la par de que es un poco turístico. Pero bueno después de la que liamos durante los dos días para intentar llegar a la localidad, pues tampoco le ví tanta miga. Decidimos almorzar en el que presume ser el primer restaurante privado de Bulgaria, fundado tras la caída del telón de acero. La comida rica y a buen precio.
Tryavna
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y tras el almuerzo vuelta a Veliko Tarnovo y tarde de free time para que cada uno hiciera lo que quisiera. Un poquito de soledad viene siempre bien tras tantos días de viaje. Yo fui a hacer algunas compras y me encontré en el barrio de los artesanos a un pintor en su taller. Se llama Raschko Bonev y me gustó tanto su trabajo que le compré un icono a muy buen precio. Siempre que viajo a lugares donde trabajan artesanía me gusta traerme un recuerdo y este me encantó. También compré otro mas barato a un artista de Sofía, en los puestecillos que se sitúan en un parque enfrente de la Catedral.
Veliko Tarnovo
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Por la noche cené y quedé con el búlgaro del día anterior y una amiga, que me invitó a su casa para ver el partido, mientras degustábamos una botella de rakia (70º alcohol) hecha en el Monasterio de Preovasetski. Mientras se bebe el licor, rebajado con agua y muy tranquilamente (dicen que el rakia hay que beberlo muy despacio, como se habla el búlgaro, despacio), porque sino la torta es mortal imagino, se degusta melón, sandía y un picadillo de tomate y pepino. Bueno pues mientras veía al Sevilla perder con el multimillonario Madrid, disfruté de una reunión al estilo búlgaro.
Vuelta al hotel y a descansar.
CUARTO DÍA Y ÚLTIMO DEL VIAJE
Bueno también tenía pensadas varias rutas este día, y al final decidí hacer la ruta por Lovech y el Monasterio de Glozhene antes de llegar a Sofía para reencontrarnos con mi amigo, y donde esa madrugada cogíamos el vuelo. La otra ruta era Lovech, Troyan cruzar los Balcanes de nuevo y parar en la localidad de Koprichivitsa, pero era bastante mas largo, y ya habíamos visto localidades tradicionales como Melnik, Dolen y Tryavna.
En fin tras el desayuno en el Hotel emprendimos la ruta hacia Sofía. Primera parada Lovech. Es una localidad mediana-grande que esta a unos kilómetros de la carretera principal y cuyo atractivo mas importante es un puente de madera cubierto y contiendas en su interior que terminó de construirse en 1876. Comunica la ciudad nueva con el casco antiguo y fue reconstruido en el siglo XX tras sufrir un incendio. Es el único puente cubierto de los Balcanes y los alrededores están llenos de terrazas muy agradables donde sentarse a tomar algo. En la ribera del río Osam pueden verse unas casas muy pintorescas. Tomamos café en el interior del puente y otro en las terrazas de fuera. El café en los dos países me resulto bueno. El expresso es muy correcto y salvo algunos sitios de Sofía lo ponen muy bueno en todos lados. El café turco que es el que bebí en los monasterios y en algún desayuno está rico también. Este café se hace hirviendo el agua con el café y luego se filtra, dejando en la taza en la que se toma una gran cantidad de poso que no se toma porque es café molido.
Puente de Lovech y casas de la ribera
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Visto Lovech emprendimos camino al Monasterio de Glozhene que tiene fama de tener el emplazamiento mas espectacular del país según mi guía de viajes. Después de ver Treskavec, Rila o Preovasetski la verdad que el emplazamiento no me dejó indiferente, en lo alto de un cortado. Puede recordar un poco a meteora para que os hagáis una ligera idea, pero no tiene comparación. La carretera que conduce al monasterio es también sinuosa y estrecha subiendo un bonito bosque. El Monasterio de San Jorge, como es su nombre, se crea en el s. XVIII, aunque ya en el s. XIII hubo un monasterio en la zona. Lo construyeron los monjes en lo alto del precipicio para defenderse del imperio otomano. Fue destruido tras dos terremotos a principios del s. XX, y reconstruido al estilo tradicional y conservándose de la primitiva construcción solamente el iconostasio. En el Monasterio hay un pequeño bar a la entrada donde te puedes tomar una bebida. De comida solo tienen unas pequeñas salchichas de cerdo, y sopas. El bar le quita un poco de encanto al lugar tan bien preservado, y entrar en el mismo y ver un monje ortodoxo degustando una coca cola mientras ve una televisión de 42" ya no te digo. También estropea mucho la visión la cantidad de cableado que rodea el edificio, es casi imposible hacer una foto sin que salgan los cables por algún lado. Aún así me gustó muchísimo y la temperatura arriba era fresca y agradable.
Monasterio de Glozhene
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
Subiendo al Monasterio en la última localidad que cruzamos vimos un sitio donde comer. Nos sentamos en la terraza, ya con mas calor, pero a la sombra de los árboles y el dueño nos ofreció como pudo lo que tenía de comer, pues no hablaba inglés. Al final una pechuga entera de pollo hecha en barbacoa jugosa y riquísima, con sus patatas fritas, la cervecita y el café para no quedarse dormido, que después había que conducir. La comida 3€, para que os hagáis una idea.
Después retomamos la autopista hacia Sofía, (Una señora autopista), y con el navegador llegamos a casa de nuestro amigo como si fuéramos ya ciudadanos de la capital. Allí quedamos con él, su mujer e hijos. Dimos un último paseo por Sofía, cenamos en el italiano Don Vitto, una copa para alargar la espera, y a las dos de la madrugada camino al aeropuerto con el coche de alquiler. El vuelo de Vueling sale de una terminal distinta a donde están las oficinas de alquiler de vehículos. Encima esa terminal está cerrada… de coñá el tema. Dejas las llaves en el buzón del mostrador, que a esa hora está vacío, y ahora apáñatelas para ir a la otra terminal porque aquí no hay ni autobuses ni gente ni na… En esto vemos un taxi con un personaje dormido en su interior. Lo despertamos y nos lleva. La facturación del equipaje un poco caótica en los mostradores de Vueling, el control de pasaportes y embarque también un pelín caótico… Al final por lo menos el vuelo es puntual y el que os cuenta esto antes de despegar ya está dormido en su asiento, hasta Barcelona así. La primera vez que me duermo en un vuelo . Y eso que he cruzado el charco varias veces, pero la paliza de día que llevaba detrás contribuyó a que cayera frito.
FIN DEL VIAJE