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Día 5: Trinidad-Cayo Santa María
Nos levantamos y Mary nos había preparado el desayuno repleto de frutas tropicales, tostadas, leche, zumos, mermeladas, y de todo lo que se pueda pedir para un desayuno en toda regla. En cuanto acabamos, ya nos estaba esperando nuestro guía con los caballos. Tras unos 45 min de praderas verdes, tierras de labranza y caminitos de barro de la tipica Cuba rural, llegamos al PN El Cubano. Pagamos la entrada (7 CUC, mas-menos) y fuimos andando solos hasta la cascada (1h aprox por un senderito muy sencillo).
Llegamos bien prontito, recomiendo madrugar, y pudimos disfrutar de la cascada casi para nosotros solos. El sitio es muy chulo, con una pequeña poza para bañarse, y al final una cascada con una cueva debajo a la que se puede acceder sin ningun problema. No hace falta ser una nadador experto para llegar, pero si tener las nociones basicas de natacion.
A medida que iban pasando las horas fue llegando mucha más gente y a las 2-3 hs decidimos regresar. Vuelta a subirnos al caballo, dirección Trinidad. Una excursión muy sencilla pero que nos sirvió para quitarnos el gusanillo de poder ver y bañarnos en las colinas que rodean Trinidad, que en la epoca de la Revolución sirvió de refugio para los guerrilleros (en Cuba en cada rincón hay historia).
Esta vez fuimos recomendados a un paladar. Tengo que decir que fue la mejor comida que nos hemos pegado en todo el viaje. Paladar San José (C/ Maceo (Gutierrez), 382 (entre Colon y Smith) Telf. (+53) 41-994702). Por 28 CUC nos pusimos ciegos y salimos rodando (Bebidas a 1 CUC (refrescos) y a 1,5 CUC (jarrotas de cerveza fresquita), queso parmesano con aceite de oliva y panecillos de entrante, Croquetas de primero y Langosta al horno con bechamel y queso de principal...rico, rico, y mil veces rico. Todo el que vaya a Trinidad tiene que comer en este restaurante)
Llegadas las 15:30, hora de coger nuestro taxi, alla que nos encaminamos hacia el Cayo Santa María. Tres horas más tarde estabamos en el hall de nuestro flamante Meliá Cayo Santa María. Los hoteles en Cuba, aunque aparentemente tienen una pinta similar a la del resto de resorts del mundo, una vez dentro, se les nota la carencia de medios para satisfacer las necesidades de los más exigentes, dentro de los que no me incluyo. A ver, no me entendáis mal, a mi me pareció el paraiso, pero no os espereis un TI como podrían ser Mejico o Rep. Dominicana. Se nota la carencia de materias primas de calidad, la carta de cocktails es bastante limitada, la climatización de los platos deja algo que desear (en plan quesos deshaciendose en sus bandejas del calor), pero también hay que tener en cuenta que era temporada baja (Julio), que hacía un calor de mil demonios, y por supuesto, que es Cuba, con todo lo que ello implica. Desde mi punto de vista, el resto compensa con creces estos detalles sin importancia.
Bañito en la piscina, cena en el buffet y a la camita que estamos muertos.
No recuerdo exactamente cuanto nos costó, pero alrededor de unos 250€ dos noches, dos personas, en TI.
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