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Durante la noche habíamos oído llover, así que no nos extrañamos cuando al levantamos vimos el cielo completamente cubierto y con niebla baja. La temperatura en cambio, era bastante agradable, 12°C.
Bajamos a desayunar y aprovechando la wifi del hotel, contactamos con la familia.
Lo primero que hicimos tras salir del hotel fue acercarnos a Lake Louise a comprar la comida para pasar el día y aprovechamos para llenar el depósito del coche (26,11l x $1,28 = $33,40)
Para hacer la primera actividad del día tuvimos que deshacer parte del camino que habíamos hecho el día anterior. El cañón Mistaya se encuentra en la Icefields Parkway (93) a una hora de Lake Louise (75 kms.)
Llegamos poco antes de las 11h. Estaba lloviznando y la temperatura había bajado hasta los 8°C. Como buenos chicos del norte que somos, un poco de lluvia no nos iba a romper los planes, así que nos pusimos los chubasqueros y dimos una vuelta por el sitio. La zona está muy acotada y es mejor no salirse del sendero ya que las piedras son resbaladizas. Lo bueno de que estuviera el día tan plomizo, es que no hay sombras, y es un día estupendo para fotografiar este tipo de paisaje.
Lo primero que hicimos tras salir del hotel fue acercarnos a Lake Louise a comprar la comida para pasar el día y aprovechamos para llenar el depósito del coche (26,11l x $1,28 = $33,40)
Para hacer la primera actividad del día tuvimos que deshacer parte del camino que habíamos hecho el día anterior. El cañón Mistaya se encuentra en la Icefields Parkway (93) a una hora de Lake Louise (75 kms.)
Llegamos poco antes de las 11h. Estaba lloviznando y la temperatura había bajado hasta los 8°C. Como buenos chicos del norte que somos, un poco de lluvia no nos iba a romper los planes, así que nos pusimos los chubasqueros y dimos una vuelta por el sitio. La zona está muy acotada y es mejor no salirse del sendero ya que las piedras son resbaladizas. Lo bueno de que estuviera el día tan plomizo, es que no hay sombras, y es un día estupendo para fotografiar este tipo de paisaje.
Es un cañón donde las rocas toman formas caprichosas al paso del río y pasamos un rato entretenido.
A mediodía dejamos el cañón y regresamos por la Icefields Parkway dirección al Bow Lake donde se encuentra el Simpson's Num-Ti-Jah Lodge, un curioso hotel en mitad de ninguna parte, jejeje
Pero antes, paramos un par de veces a sacar unas fotos. En la primera pudimos observar precioso un arcoíris completo y en la segunda y tercera foto, el Waterfowl Lake.
Pero antes, paramos un par de veces a sacar unas fotos. En la primera pudimos observar precioso un arcoíris completo y en la segunda y tercera foto, el Waterfowl Lake.
Cuando llegamos a Bow Lake, seguía lloviendo así que apenas pudimos hacer nada interesante. Tuvimos que comer en el coche los sándwiches que habíamos comprado por la mañana. Eso sí, luego nos tomamos un rico ‘hot chocolate’ para intentar entrar en calor. Para dejar constancia de nuestra visita, dimos un pequeño paseo por la orilla del lago y sacamos unas fotos.
Después de volver a Field, seguimos por la Trans Canadian Hwy (1) hasta nuestra siguiente parada: Natural Bridge, donde el rio Kicking Horse ha creado a lo largo de los años una especie de hueco en la roca que hace que se puede cruzar el río de un lado a otro pero debido al peligro que entraña y a la fragilidad de las propias rocas, está prohibido subirse.
Y para acabar el día nos fuimos hasta Faeder Lake, casi en los límites del parque. Aunque seguía nublado y no tendríamos atardecer, los rayos que se colaban de vez en cuando entre las nubes, nos permitieron disfrutar de un bonito paisaje.
Una vez que la luz disminuyó tanto que se hizo realmente difícil seguir sacando fotos, volvimos a Field para conocer un poco el pueblo y ver si podíamos cenar en algún sitio. Suponemos que fue por la época del año, pero la verdad es que el pueblo estaba totalmente vacio y ni siquiera encontramos un sitio dónde cenar. Al marchar tuvimos que esperar varios minutos para cruzar el paso a nivel, mientras pasaba un tren de mercancías laaaaargooooooo!!!.
Hicimos una última parada en el mirador donde se puede ver la entrada de un curioso túnel excavado en Cathedral Mt. y destinado a salvar un desnivel de 16 mts.
Antes de volver al hotel, fuimos a Lake Louise y pasamos por el supermercado para comprar algo de cenar y la comida para el día siguiente.
*** Final del día 18 ***
Hoy era uno de los días especiales que esperábamos con muchas ganas. Íbamos a ir a Lake o’Hara, una zona súper-protegida del parque a la que sólo se puede acceder andando por una carretera sin asfaltar de 11 kms. o en un autobús que pone el parque. Para acceder a una de las plazas del autobús hay que llamar a un teléfono de Canadá tres meses antes de la fecha en la que se quiere visitar y tener mucha suerte de que te cojan antes de que se acaben las plazas. También se puede probar suerte el mismo día presentándose allí con la esperanza de que alguien que tiene plaza reservada no acuda a la cita.
Nosotros lo intentamos dos días. El primero, el 18 de junio pero no tuvimos suerte. Empezamos a llamar a las 17h (hora de España) y cuando conseguimos que cogieran, las plazas estaban ya ocupadas.
El 19 de junio decidimos que llamaríamos cada uno desde un teléfono y lo haríamos a las 16h (justo cuando abrían los teléfonos, 9 de la mañana en esa parte de Canadá). Cosas de la casualidad hicieron que me cogieran a mi teléfono. ¡y mi inglés no es precisamente muy allá!
Gracias a los comentarios que habíamos visto en el foro y a la paciencia de la chica que me atendió, conseguí hacerme entender y me hice con dos plazas en el autobús. ¡bien! ¡bien! ¡bien!.
El precio de la reserva y la plaza del autobús para 2 personas, $41.10. A los pocos minutos, nos llegó un correo electrónico con la confirmación de la reserva.
Habían pasado tres meses y ahora nos tocaba disfrutarlo!!!!
Como habíamos reservado para el autobús de las 08h30’, no nos pudimos entretener demasiado desayunando. El día amaneció igual que el día anterior. Lluvia y niebla baja. ¡¡mala suerte, pero era lo que había!!!
Con 15’ de antelación nos presentamos donde salían los autobuses. Tenemos que decir que el parking de los coches estaba bastante lleno y tuvimos que aparcar en una esquina.
Había una marquesina donde se estaba resguardando la gente de la lluvia y cuando nos estábamos acercando, nos recibió una señora (no tenemos claro si era un guarda del parque) que simplemente nos pidió el nombre con el que habíamos hecho la reserva y nos tachó de la lista. Ni nos pidió identificación ni la confirmación que nos habían mandado por mail.
Una vez en el autobús nos dieron un par de fichas como las de los casinos que nos servirían como comprobante de que teníamos plaza en el autobús de vuelta. Ellos lo llaman “token”.
Nosotros lo intentamos dos días. El primero, el 18 de junio pero no tuvimos suerte. Empezamos a llamar a las 17h (hora de España) y cuando conseguimos que cogieran, las plazas estaban ya ocupadas.
El 19 de junio decidimos que llamaríamos cada uno desde un teléfono y lo haríamos a las 16h (justo cuando abrían los teléfonos, 9 de la mañana en esa parte de Canadá). Cosas de la casualidad hicieron que me cogieran a mi teléfono. ¡y mi inglés no es precisamente muy allá!
Gracias a los comentarios que habíamos visto en el foro y a la paciencia de la chica que me atendió, conseguí hacerme entender y me hice con dos plazas en el autobús. ¡bien! ¡bien! ¡bien!.
El precio de la reserva y la plaza del autobús para 2 personas, $41.10. A los pocos minutos, nos llegó un correo electrónico con la confirmación de la reserva.
Habían pasado tres meses y ahora nos tocaba disfrutarlo!!!!
Como habíamos reservado para el autobús de las 08h30’, no nos pudimos entretener demasiado desayunando. El día amaneció igual que el día anterior. Lluvia y niebla baja. ¡¡mala suerte, pero era lo que había!!!
Con 15’ de antelación nos presentamos donde salían los autobuses. Tenemos que decir que el parking de los coches estaba bastante lleno y tuvimos que aparcar en una esquina.
Había una marquesina donde se estaba resguardando la gente de la lluvia y cuando nos estábamos acercando, nos recibió una señora (no tenemos claro si era un guarda del parque) que simplemente nos pidió el nombre con el que habíamos hecho la reserva y nos tachó de la lista. Ni nos pidió identificación ni la confirmación que nos habían mandado por mail.
Una vez en el autobús nos dieron un par de fichas como las de los casinos que nos servirían como comprobante de que teníamos plaza en el autobús de vuelta. Ellos lo llaman “token”.
Cuando pasaban unos minutos de las ocho y media, nos pusimos en marcha. Los autobuses no iban llenos y hubo gente que se quedó en la parada, pero según parece, algunas plazas se reservan para las personas que van a hacer noche y están alojadas en el camping.
El viaje duró aproximadamente unos 25’ y la verdad es que fue un viaje bastante movidito. La pista de tierra estaba en bastante mal estado.
Al llegar a nuestro destino, la primera imagen que tuvimos ante nosotros fue increíble. Un lago de color verde esmeralda intenso rodeado de grandes montañas nevadas y una niebla que, si cabe, le daba un ambiente aún más místico y solitario.
El viaje duró aproximadamente unos 25’ y la verdad es que fue un viaje bastante movidito. La pista de tierra estaba en bastante mal estado.
Al llegar a nuestro destino, la primera imagen que tuvimos ante nosotros fue increíble. Un lago de color verde esmeralda intenso rodeado de grandes montañas nevadas y una niebla que, si cabe, le daba un ambiente aún más místico y solitario.
Nuestra idea, era de hacer una caminata hasta Lake Oesa. Un trail no demasiado complicado de unos 7 kms y que nos permitiría ver un paisaje glaciar increíble.
Desafortunadamente el tiempo no acompañaba (a ratos caían ‘chuzos de punta’) y aunque íbamos bastante bien equipos en cuanto a ropa, al de poco de empezar la caminata decidimos dar la vuelta.
Aunque los senderos están señalizados, no nos sentimos seguros caminando con la niebla tan baja.
Decidimos quedarnos por la zona del lago donde había un sendero que daba la vuelta completa. El tiempo no mejoró ni un ápice, así que con un poco de pena pasamos la mañana sacando fotos cuando el cielo nos daba un pequeño respiro.
A pesar de todo, nos quedamos con la sensación de haber estado en un lugar de belleza increíble.
Desafortunadamente el tiempo no acompañaba (a ratos caían ‘chuzos de punta’) y aunque íbamos bastante bien equipos en cuanto a ropa, al de poco de empezar la caminata decidimos dar la vuelta.
Aunque los senderos están señalizados, no nos sentimos seguros caminando con la niebla tan baja.
Decidimos quedarnos por la zona del lago donde había un sendero que daba la vuelta completa. El tiempo no mejoró ni un ápice, así que con un poco de pena pasamos la mañana sacando fotos cuando el cielo nos daba un pequeño respiro.
A pesar de todo, nos quedamos con la sensación de haber estado en un lugar de belleza increíble.
Estuvimos en todo momento esperanzados en que el tiempo mejorase en algún momento, pero pasaban las horas y finalmente, decidimos volver en el autobús de las 14h30’. Esperamos en la cabaña calentitos con un rico hot chocolate.
Con la esperanza de que al cambiar de zona, tuviésemos la oportunidad de tener mejor tiempo (simplemente que no lloviese incesantemente), nos acercamos a Lake Louise para comer algo y nos fuimos de seguido en busca de Morant’s curve en la Bow Valley Parkway.
Realmente no tiene nada. Pero es curioso. Se trata de un tramo del ferrocarril que une Jasper y Bannf con forma de S. Un fotógrafo, Nicholas Morant contratado en la década de 1930-1940 por el Canadian Pacific Railway para dar a conocer la zona. Esta curva en concreto fue una de sus fotografías más famosas y le dieron su nombre a la curva.
A pesar no llevar apuntados los horarios de los trenes, le echamos un poco de paciencia y conseguimos la foto. Coincidimos con otro loco como nosotros que nos hizo compañía mientras charlábamos esperando la aparición de alguna unidad.
Con la esperanza de que al cambiar de zona, tuviésemos la oportunidad de tener mejor tiempo (simplemente que no lloviese incesantemente), nos acercamos a Lake Louise para comer algo y nos fuimos de seguido en busca de Morant’s curve en la Bow Valley Parkway.
Realmente no tiene nada. Pero es curioso. Se trata de un tramo del ferrocarril que une Jasper y Bannf con forma de S. Un fotógrafo, Nicholas Morant contratado en la década de 1930-1940 por el Canadian Pacific Railway para dar a conocer la zona. Esta curva en concreto fue una de sus fotografías más famosas y le dieron su nombre a la curva.
A pesar no llevar apuntados los horarios de los trenes, le echamos un poco de paciencia y conseguimos la foto. Coincidimos con otro loco como nosotros que nos hizo compañía mientras charlábamos esperando la aparición de alguna unidad.
Como ya no teníamos nada más planificado para el día, nos quedamos un rato más para ver si pasaba otro tren, y ¡¡tuvimos suerte!!. Al pasar por Lake Louise de vuelta al hotel, paramos en una gasolinera y compramos unos ‘hot chocolate’ con unos muffins para cenar.
*** Final del día 19 ***
Empezaba otro día y como venía siendo habitual en este viaje, lo hacía muy pronto. Casi no habían pasado cinco minutos de las seis de la mañana y el despertador estaba sonando a todo trapo. Como en el hotel no servían el desayuno hasta las 7h, decidimos que iríamos a fotografiar el amanecer hasta Herbert Lake que sólo estaba a 15’ y luego volveríamos a desayunar.
Cuando llegamos había 5°C y para variar, no estábamos solos. Junto al borde de la carretera había otros tres fotógrafos que parecían ir juntos (los habíamos visto ya en otros emplazamientos) y en otro lado del lago había un grupo que tenía toda la pinta de estar en un curso.
Como entre fotógrafos parece que nos entendemos bien, estuvimos charlando un rato con ellos mientras disfrutábamos del amanecer.
Cuando llegamos había 5°C y para variar, no estábamos solos. Junto al borde de la carretera había otros tres fotógrafos que parecían ir juntos (los habíamos visto ya en otros emplazamientos) y en otro lado del lago había un grupo que tenía toda la pinta de estar en un curso.
Como entre fotógrafos parece que nos entendemos bien, estuvimos charlando un rato con ellos mientras disfrutábamos del amanecer.
Después de otra sesión provechosa de fotografía, nos despedimos de nuestros amigos y volvimos al hotel para desayunar tranquilamente. Aprovechamos también para volver a saludar a la familia.
A las 9h30’ ya estábamos en Lake Louise y todavía no había demasiada gente, aunque se notaba más movimiento que en otros sitios en los que habíamos estado. Creo que aquí fue donde nos acordamos del guía en Bella Coola, que nos pronosticó lo que nos encontraríamos en estos parques.
Después de las fotos de rigor de Lake Louise con el glaciar Victoria al fondo, nos pusimos en marcha para hacer la caminata que teníamos planificada.
A las 9h30’ ya estábamos en Lake Louise y todavía no había demasiada gente, aunque se notaba más movimiento que en otros sitios en los que habíamos estado. Creo que aquí fue donde nos acordamos del guía en Bella Coola, que nos pronosticó lo que nos encontraríamos en estos parques.
Después de las fotos de rigor de Lake Louise con el glaciar Victoria al fondo, nos pusimos en marcha para hacer la caminata que teníamos planificada.
A pesar de que el trail más famoso en Lake Louise es el del Plain of Six Glaciers, mi pierna no estaba recuperada del todo y no quisimos tentar a la suerte. Elegimos hacer el trail hasta Lake Agnes que tiene unos 7 kms. en total y un desnivel de 385 mts.
El sendero es cuesta arriba prácticamente en su totalidad, aunque yendo a paso tranquilo, se hace sin problemas. Lo único que no nos gustó demasiado es que el camino transcurre entre árboles altos con lo que apenas se ve paisaje y pierdes las vistas al lago, así que si esperáis poder ver Lake Louise desde un punto de vista alto, este no es el trail que debéis seguir.
Después de algo más de 2,5 kms. nos encontramos con Mirror Lake que, como su nombre indica, ofrece un reflejo perfecto de The Beehive, una montaña de 2270 mts. Como el sol pegaba de lo lindo, aprovechamos una zona de sombra para hacer una parada técnica y reponer fuerzas.
El sendero es cuesta arriba prácticamente en su totalidad, aunque yendo a paso tranquilo, se hace sin problemas. Lo único que no nos gustó demasiado es que el camino transcurre entre árboles altos con lo que apenas se ve paisaje y pierdes las vistas al lago, así que si esperáis poder ver Lake Louise desde un punto de vista alto, este no es el trail que debéis seguir.
Después de algo más de 2,5 kms. nos encontramos con Mirror Lake que, como su nombre indica, ofrece un reflejo perfecto de The Beehive, una montaña de 2270 mts. Como el sol pegaba de lo lindo, aprovechamos una zona de sombra para hacer una parada técnica y reponer fuerzas.
Después del descanso, nos pusimos de nuevo en marcha y tras poco más de 1 km., llegamos a Lake Agnes. Un pequeño lago rodeado de montañas donde disfrutar un rato tranquilamente. Como es habitual en los trails de esta zona, los únicos servicios que te vas a encontrar son WC y una pequeña Tea House donde tomarte un refrigerio. Por si acaso, echad un vistazo a lo que ofrecen porque no hay mucha variedad.
A mediodía bajamos hacia Lake Louise. Suponemos que como el trail no es nada complicado, es más corto que el Plain Six Glaciers y que era sábado, por el camino de bajada nos cruzamos con ‘mogollón’ de gente. Como solemos decir, ‘había más gente que en la Gran Vía’.
Una vez abajo, inmortalizamos nuestro paso por Lake Louise (había cola para poder hacerse la foto) y aprovechamos para pasar por las tiendas que había en la planta baja del hotel Fairmont Chateau Lake Louise.
Una vez abajo, inmortalizamos nuestro paso por Lake Louise (había cola para poder hacerse la foto) y aprovechamos para pasar por las tiendas que había en la planta baja del hotel Fairmont Chateau Lake Louise.
Si os gusta la fotografía sabréis que los mejores momentos para sacar fotos son, normalmente, el amanecer y el atardecer. Sin embargo, en Canadá hay un lugar donde, para obtener las mejores fotos hay que ir al mediodía, justo cuando el sol está en lo más alto. Ese lugar es Peyto Lake, en la Icefields Parkway (93).
El motivo es que la luz, casi perpendicular a esa hora, hace resaltar las texturas de las empinadas laderas de Caldron Peak y se refleja en la ‘harina glaciar’ (partículas de roca) que flotan sobre el agua, dando ese tono turquesa intenso característico de este lago. Además si os fijáis, en la zona de la izquierda el color tira más a verde y en la zona de la derecha en convierte en un tono más azulado. ¡Todo un espectáculo para la vista que merece la pena visitar!!
Sólo los autobuses y vehículos autorizados pueden acceder al parking superior, así que dejamos el coche en el parking inferior y subimos a pie los aproximadamente 400 mts. que hay hasta el mirador. ¡por favor! ¿qué era aquello? (casi no entrábamos).
Si queréis disfrutar del lugar con más tranquilidad, os aconsejamos que cojáis alguno de los senderos que salen del mirador que, con sólo alejaros unos metros, os ofrecerán incluso mejores vistas y lo más importante, deleitarse sin que nadie os empuje para hacer una foto.
El motivo es que la luz, casi perpendicular a esa hora, hace resaltar las texturas de las empinadas laderas de Caldron Peak y se refleja en la ‘harina glaciar’ (partículas de roca) que flotan sobre el agua, dando ese tono turquesa intenso característico de este lago. Además si os fijáis, en la zona de la izquierda el color tira más a verde y en la zona de la derecha en convierte en un tono más azulado. ¡Todo un espectáculo para la vista que merece la pena visitar!!
Sólo los autobuses y vehículos autorizados pueden acceder al parking superior, así que dejamos el coche en el parking inferior y subimos a pie los aproximadamente 400 mts. que hay hasta el mirador. ¡por favor! ¿qué era aquello? (casi no entrábamos).
Si queréis disfrutar del lugar con más tranquilidad, os aconsejamos que cojáis alguno de los senderos que salen del mirador que, con sólo alejaros unos metros, os ofrecerán incluso mejores vistas y lo más importante, deleitarse sin que nadie os empuje para hacer una foto.
Tuvimos la visita de dos pequeñas ardillas que se disputaban una especie de nuez que una de ellas había encontrado en el suelo. Ya sabéis lo que suele pasar. Una encuentra la comida y la listilla de turno se quiere aprovechar, jejeje.
De vuelta a Lake Louise, y como el tiempo era mucho mejor que el día anterior, paramos en Bow Lake para dar un paseo alrededor del lago. Para ver si el agua fresca me veía bien para la herida de mi pierna, me metí un poco dentro del agua, pero ¡jo***! decir que estaba fría es quedarse corto!!!
Para el atardecer teníamos planificado ir hasta el lago Emerald y como estaba a algo más de una hora de viaje, nos fuimos acercando para luego no andar con prisas ya que las buenas luces del atardecer se esfuman en pocos minutos.
Al llegar al parking, nos encontramos con unos españoles con los que estuvimos un ratito hablando. Ellos habían estado un par de semanas en Alaska y ahora estaban recorriendo los parques de Canadá. La verdad es que oyéndoles hablar de Alaska se nos pusieron los dientes laaaaargos!!!!
En cuanto vimos que la luz bajaba, nos despedidos y fuimos a buscar un sitio donde fotografiar el atardecer. Al lado del parking había un pequeño puente de madera que daba acceso al Emerald Lake Lodge (bodorrio incluído) y resulta que desde el propio puente era donde estaban las mejores vistas del Emerald Peak (2.567 mts)
Al llegar al parking, nos encontramos con unos españoles con los que estuvimos un ratito hablando. Ellos habían estado un par de semanas en Alaska y ahora estaban recorriendo los parques de Canadá. La verdad es que oyéndoles hablar de Alaska se nos pusieron los dientes laaaaargos!!!!
En cuanto vimos que la luz bajaba, nos despedidos y fuimos a buscar un sitio donde fotografiar el atardecer. Al lado del parking había un pequeño puente de madera que daba acceso al Emerald Lake Lodge (bodorrio incluído) y resulta que desde el propio puente era donde estaban las mejores vistas del Emerald Peak (2.567 mts)
Antes de volver al hotel, pasamos por una gasolinera de Lake Louise y, además de llenar el depósito del coche (45,97l x $1,28 = $58,84), compramos la cena para comer en la habitación del hotel.
Y como nunca es tarde para sacar la última foto del día, aprovechamos que justo estaba pasando un tren de mercancías por la otra orilla del Wapta Lake, para sacar el reflejo del Wapta peak.
Y como nunca es tarde para sacar la última foto del día, aprovechamos que justo estaba pasando un tren de mercancías por la otra orilla del Wapta Lake, para sacar el reflejo del Wapta peak.
Como era la última noche en el hotel, quedamos con Ángela estuvimos de charla entretenida un buen rato en nuestra habitación. ¡¡un 10 para ella, simpatía pura!!
*** Final del día 20 ***
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