10/abril/2015 Sanlucar & Doñana ✏️ Diarios de Viajes de España

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Al final ayer nos entretuvimos Sara y yo con las tapitas de la cena, la manzanilla y sus amistades (jodé, conoce a todo Triana) y volví a llegar a casa a la madrugada. No obstante, hoy había reservado nuevamente con blablacar el viaje en coche a Sanlúcar de Barrameda a las 9:00... le estoy cogiendo gustillo a esto de compartir coche con alguien.

Si se quiere ir en bus a Sanlúcar, desde Prado de San Sebastian, hay unos diez en el día, cuesta sólo 9€ y tarda mínimo dos horas. Yo he ido con Antonio, solos en un focus, por autopista, en 75', por 5€. Vosotros mismos...

Al igual que ayer, el trayecto se me ha hecho cortísimo. Además Antonio me ha explicado lo que tenía que ver en Sanlucar (su tierra natal, aunque trabaja en Sevilla); asimismo, me ha dicho dónde tenía que comer unas tapitas, qué sitios evitar,... hasta me ha recomendado la tapa concreta, según el bar al que fuera. Yo le he hecho caso a pies juntillas, en todo.

Sanlucar es una ciudad de tamaño medio, pero que se puede patear sin necesidad de autobús. No más de 30 minutos andando desde un punto turístico hasta el más alejado.

En la parte alta Antonio me ha dejado al lado del Castillo de Santiago. El acceso al patio de armas es gratuito. La visita a partir de 3€, aunque yo he declinado. No obstante, aunque sólo sea por verlo por fuera, merece la pena. En el propio patio de armas hay un restaurante-cafetería muy chulo también, si se tiene tiempo.



Desde allí he bajado directo hasta la oficina de turismo, donde una chica muy amable me ha explicado sitios que visitar, horarios de visitas guiadas, tarifas,... me ha dado un montón de flayers informativos.

Sanlúcar, en su casco comercial e histórico, es una ciudad en la que puedes deambular a tu ritmo. Tiene calles peatonales-comerciales, pero también callejuelas por las que ir a tu bola. ésto es lo que yo he hecho al principio, hasta que he salido al ayuntamiento, situado en un suntuoso Palacio de Orleans y Borbón.


Para acceder al interior hay que reservar, pero se puede visitar el precioso jardín que esconde en su trasera. Eso sí, es un poco caótico o laberíntico. Como el tiempo era muy bueno, me he dejado llevar y perder en el mismo un buen rato.


Pero a las 12:00 sabía que había visita guiada al Palacio de los Guzmán o Duques de Medina Sidonia. Como está justo al doblar la esquina (cosa de segundos) he apurado hasta el último momento.


Se puede entrar al Palacio de diferentes maneras: hay una cafetería con una terraza muy chula; acoge huéspedes (creo que tiene nueve habitaciones); con visita guiada (5€) a las dependencias del mismo. Yo he optado por esta opción. Dos voluntarias de la fundación Casa Medina Sidonia se encargan de las explicaciones, muy exhaustivas (aunque carentes de alma en ciertos momentos). En líneas generales creo que sí que merece la pena hacer esta visita si se tiene tiempo suficiente. No dejan sacar fotos en el interior.

Adjunta al palacio está la Iglesia de Nuestra Señora de la O, pero que por desgracia estaba cerrada (es algo a lo que no termino de acostumbrarme).


En la lonely aconsejan visitar alguna bodega, justo al ladito del Castillo primero están las famosas Bodegas Barbadillo. Siguiendo el consejo de Antonio, he entrado a mirar, pero no he accedido al museo... otro día con más tiempo.

Bueno, una vez que estás en Sanlúcar, sin menospreciar sus bellos monumentos... vas a lo que vas... así que me he dirigido a la Plaza del Cabildo a tomar manzanilla con alguna tapita.


Ya sé que me repito, pero cada día renuevo mis votos de enamorado con Andalucía. Estaba a reventar de locales y guiris (en menor medida). Todo el mundo relacionándose, disfrutando del tiempo y la compañía (vamos que hasta con la suegra podrías estar).

He parado en primer lugar en Barbiana, donde he pedido una manzanilla de barril propia y unas papas aliñadas con melva e-s-pe-c-t-a-c-u-l-a-r-e-s. La leche!! Y qué ración!! (2'80)

Al de un buen ratito me he cambiado de bar (que no de plaza) y he ido al Balbino, donde con otra manzanillita fresquita de barril he degustado una tortilla de camarones, por lo menos para tres (3'80).


He dejado, con pena, el súper-ambiente de la plaza y me voy dirigiendo hacia el mar (bajo guía) donde tengo que recoger la reserva de la excursión a Doñana (15:00). Allí tenía previsto tomar la tercera manzanilla con una hamburguesa de bacalao en el Bigote... pero estaba a reventar... así que me he tomado la manzanillita sola (no le vas a hacer el feo a Sanlúcar de no tomarte al menos tres).

El camino hacia Bajo Guía está lleno de casonas a cual más espectacular, cuidada y bonita



Sin problemas a las 15:00 ha salido la barcaza que nos ha llevado a la playa de Doñana (5-10'), donde nos han recogido en un autobús 4x4 para hacer el recorrido por los diferentes hábitats de los parques nacional y natural.



El barco de vuelta, muy cómodo:


Respecto de la excursión, que ha durado 150' aproximadamente, no he salido emocionado. Desde luego que me parece recomendable hacerla una vez si estás en Sanlúcar. Sin embargo, no la haría dos veces. Gerónimo, el conductor-guía ha sido muy profesional, ha explicado un montón de cosas, se ha ido creciendo a medida que avanzábamos... pero a mí no me ha calado hondo el paisaje. He visto dunas más bonitas y aunque la marisma es enorme, tampoco te enseñan mucho (vamos, que prefiero Urdaibai en Bizkaia, aunque para entendidos sea un sacrilegio decirlo).


Para volver a Sevilla he cogido el bus de las 18:15. Tenía todo milimetrado en cuanto al tiempo. De hecho, era el único modo de llegar a Triana para ver la obra de Teatro "La voz humana" a las 10 p.m.

Cuando vuelva cuento qué tal... si no es muy tarde, pues a la salida he quedado con los de CouchSurfing de Sevilla otra vez para tomar algo por Triana...

Anticipo que mañana toca Aracena: senderismo, museo del jamón y gruta de las maravillas.

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