Cuando crees que nada te puede sorprender más que lo visto hasta ahora de repente llega el día de la visita a Kakku. Como os comenté contraté en un pack visita a kakku + tour por el lago inle por 60.000 Kyats.
A las 8 de la mañana como un clavo el taxista se encontraba en la puerta del hotel esperándonos.
La primera parada fue el monasterio de ventanas ovaladas, donde pillamos a los novicios limpia que te limpia mientras los mayores daban órdenes por doquier
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras eso nos dirijimos a Taunggyi donde teníamos que recoger a nuestro guía oficial dado que a Kakku solo se puede acceder con un guía.
Pagamos las entradas, 3$ por persona el servicio de guía 5$ y nos dirigimos a Kakku.
Lo primero que nos llama la atención es que nuestra guía de la etnia Pao lleva la vestimenta tradicional, traje azul marino con un turbante de colores vivos en la cabeza.
Ella jovencísima de 21 años de edad estudia en la universidad historia y varios días a la semana ejerce de guía. Nos explica en inglés perfecto que el turismo aún no ha llegado hasta Kakku aunque ha crecido en el último año que están tratando de mejorar las infraestructuras porque beneficia mucho la calidad de vida de las etnias.
Nos cuenta que aunque la mayoría de la gente va en taxi por comodidad hay varias maneras de llegar a Kakku.
Trekking desde inle lake (unas 6 horas) paisando unos paisajes espectaculares.
Tren desde Taunggyi solo pasa uno al día con lo que es necesario hacer noche en Kakku donde hay una guest house ( es necesario contratar la guía también)
En bote, se va a Taunggyi a por la guía y se coge el bote en un pueblo posterior unas 3.5 horas de camino. Para ella la mejor opción en cuanto a disfrute visual.
El viaje hasta Kakku aunque largo más de 2 horas fue muy entretenido.
La zona es muy rural, el paisaje es precioso, pasamos por multitud de campos de cultivo donde se trabaja aún de modo manual, vimos plantaciones de ajos, plátanos, soja…
En la zona conviven distintas etnias, con turbantes multicolor que se diferencian por los ropajes .
La primera imagen de Kakku ya es impactante multitud de estupas (hay unas 2400) pero nada que ver con Bagán donde están desperdigadas aquí están en un recinto cerrado.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Gracias a que el lugar está fuera de los circuitos turísticos puedes disfrutar de esta maravilla en soledad.
Kakku es un remanso de paz y los sombreros de las estupas, con campanitas que suenan con el aire confieren un gran misticismo al lugar.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Estuvimos unas 2 horas dentro y cuando el hambre y el calor apretó nos fuimos a comer. Enfrente del Kakku con vistas al complejo hay un restaurante en el que nos chupamos los dedos con pollo y cerdo al ajillo por recomendación de Mao.
Tras la visita a Kakku Mao nos pregunta si queremos ver un poblado Pao, por supuesto dijimos que si y allá que nos fuimos.
Vimos la típica casa de Bambú de un familiar de Mao, nos enseñó sus huertos recorrimos el pueblo viendo las interactuando con la gente que allí vivía que se aproximaban a nosotros con curiosidad, compramos chili para plantar, tomamos té y reímos mucho. Fue una gran experiencia.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos despedimos de Mao en Taunggyi agradeciéndola el día tan especial que nos había brindado y nos dirigimos a Nyaung Shwe no sin antes pasar de nuevo por el monasterio de ventanas ovaladas.
El día no dio mucho más de sí, fuimos de nuevo a la feria vimos un espectáculo de baile tradicional, cenamos en una tetería y nos dormimos con la satisfacción de haber tenido un día maravilloso y esperando con ansia el siguiente cuando por fin íbamos a ver las celebraciones en el lago del festival.