MANDALAY 2-CIUDAD ✏️ Diarios de Viajes de Asia Sudeste

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El cansancio cada día pesa más así que decidimos no poner el despertador como consecuencia nos perdimos Mingún pero nos levantamos muy descansados.

Decidimos entonces recorrer tranquilamente las cosas interesantes que tiene la ciudad.
El hotel nos dejaba gratuitamente unas bicicletas pero no nos atrevimos la verdad, así que como no teníamos prisa preferimos ir andando.

Ibamos camino al Palacio cuando nos encontramos con un taxista que nos ofreció un recorrido por los puntos que nos interesaba ver por 14.000 Kyats, sin límite de tiempo así que como parecía que iba a hacer un calor horrible no lo pensamos mucho y aceptamos.
Y que acierto, los puntos aunque parezca que están cerca nada más lejos de la realidad, paseando están lejos y con ese calor imposible.
El hombre con un inglés perfecto se portó genial, nos paraba para hacer fotos donde había buena perspectiva,nos compró unas botellas de agua y en ningún momento nos metió prisas para terminar.

Comenzamos visitando el Palacio donde de nuevo nos pidieron la entrada combinada. El complejo es gigantesco si bien solo se visita una pequeña parte en la que están los edificios más importantes. el palacio es una reconstrucción pero da para hacerse una idea de lo impresionante que tuvo que ser.


La siguiente parada fue sin duda uno de los sitios más bonitos visitados ya no en Mandalay sino en todo Myanmar, el Monasterio de Teca Shwenandaw Kyaung. La historia de este monasterio es curiosa porque era parte del Palacio Real y fue trasladado por rey Thibaw porque allí murió su padre y el decía ver su espíritu. Gracias a eso no acabó bombardeado y ahora podemos contemplar su belleza. Las tallas son realmente impresionantes



Seguimos con la Kuthodaw Paya y la Sandamuni Paya que albergan más 700 estupas blancas que contienen unas losas de mármol inscritas que corresponden a una página de un libro de los 15 libros de las enseñanzas del Budismo, lo que le confiere el título de ser el libro más grande del mundo.



la última págoda que vimos fue la Kyauktawgyi Paya con un enorme buda de 8 metros y 900 toneladas


Finalizamos en Mandalay Hill. La verdad es que yo no encontré una vista espectacular, pero me me gustó sobre todo por sus espejos cuyos cristales son simplemente maravillosos
Terminamos las visitas muy tarde serían las 4 y media de la tarde, así que hambrientos pedimos a nuestro chofer que nos llevase a comer al shan ma ma a degustar nuestra última comida local mientras pensábamos en que invertir lo que quedaba de tarde.


Tras el atracón decidimos no ir a ver la puesta de sol a ningún lado y simplemente dejarnos llevar y pasear.
la verdad es que salir de las calles principales es ver una realidad impactante, nos habían contado que las inundaciones habían provocado el exodo masivo a la ciudad pero no sabíamos hasta que punto, gente viviendo al raso o en chabolas hechas en cualquier rincón, personas rebuscando en la basura, pobreza extrema pero eso sí siempre con una sonrisa, que admiración me produce esta gente.
Con el corazón encogido nos despedimos del país que nos ha hecho muy felices nos ha enamorado su riqueza pero sobre todo su GENTE. Pensé que Tailandia era el país de las sonrisas hasta que descubrí Myanmar.

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