En poco más de una hora aterrizamos en Hanoi donde nos aguardaba el transfer contratado con el hotel (17$) para llevarnos al mismo. Teníamos curiosidad por conocer el exterior de este hotel, el Hanoi Central Park, porque no habíamos encontrado ni una foto ni tan siquiera en su web. Todo quedó claro cuando llegamos. La entrada era una puerta chiquita seguida de un largo y estrecho pasillo que terminaba en una pequeña sala que era la recepción.
Nuestra habitación está en la sexta planta y el ascensor llega hasta la quinta. Para compensar vemos que es enorme, con una cama de más de dos metros de ancha y otra de 1,35m., zona de estar con sofá, sillones, boureau, ordenador y estantería con libros, baño con ducha y limpio.
Teníamos un día y lo aprovechamos para ver:
-El Templo de la Literatura (Van Mieu) fue construido por el rey Ly Nhan Tong en el siglo XI y dedicado a Confucio.
Fue la primera universidad de Vietnam y funcionó como tal durante 700 años. Aprobar los exámenes resultaba tan difícil que pocos eran los que conseguían la nota mas alta y sus nombres se esculpieron en losetas de piedra apoyadas sobre una tortuga cada una de ellas, conservándose actualmente 82 losetas. Tocar la cabeza de estas tortugas da sabiduría según unos y buena suerte según otros. La tortuga es signo de longevidad en la cultura vietnamita.
El templo tenía 5 patios pero quedan solo 4 ya que uno de ellos fue destruido por los bombardeos franceses en 1947.
Tras cruzar la puerta de entrada se accede a dos grandes jardines con pequeños lagos y árboles.
Después de los jardines llegamos a la zona central con pequeños edificios de una sola planta que bordean otro lago y donde se encuentran las tortugas con las 82 losetas. A este lugar se le conoce con el nombre de “la constelación de la literatura”.
La siguiente a ésta es la sala principal donde se encuentran las estatuas de Confucio y sus discípulos
plano templo literatura
La entrada cuesta 30.000 dongs, hay urinarios y venta de souvenirs, agua y refrescos.
Para ir a la Catedral de San José paramos un taxi que nos cobró 32.000 dongs, con taxímetro.
Fue construida en el año 1886 por los franceses y es de estilo neogótico. Su fachada pide a gritos una limpieza pues casi toda la piedra está negra.
Se la conoce con el nombre de la Pequeña Notre Dame, haciendo referencia a la catedral de Saigón, y al igual que en ésta, frente a las puertas de entrada de la Catedral de San José hay una estatua de la virgen María.
La información que llevábamos del horario era que estaba abierta hasta las 17 horas, pero la encontramos cerrada.
foto interior catedral
Comimos en el Newday restaurant y nos fuimos a una cafetería al lado del teatro de marionetas, que tenían wifi y buenos helados.
Por la mañana habíamos adquirido las entradas para el Espectáculo de Marionetas Acuáticas Tradicionales (así se anuncia), para la función de las 16:10, sesiones numeradas y 100.000 dongs.
El espectáculo comienza con un pequeño concierto de instrumentos musicales tradicionales.
Continúa con las marionetas acuáticas que representan 14 escenas de diferentes actividades: trabajo en el campo, pesca, caza, danza y leyendas. Tiene una duración de 45 minutos.
Es una representación novedosa (nunca había visto un teatro de agua), entretenida, original y bonita. Salí contenta. Tienen folleto en español www.thanglongwaterpuppet.org
A las 19:30 salía el tren que nos llevaría a Ninh Binh. La compra de los billetes se la habíamos encargado al hotel que nos cobró 14$ por cada uno, y el precio que figuraba en los tickets era de 85.000 dongs, unos 4$ al cambio. No está nada mal el beneficio.
El tren era el SE1 que cubre el trayecto Hanoi-Saigón y el que solemos utilizar los turistas para el traslado nocturno hasta/desde Hue o Danang. Lleva departamentos con asientos duros, (de madera), “soft” con aire acondicionado (en el que íbamos nosotras), y diferentes tipos de literas.
Tengo que decir que me gusta el tren y me encanta utilizarlo como medio de desplazamiento, pero en muchas ocasiones me frena el terror que tengo a las cucarachas.
Pero ignorando ese punto, a los viajeros locales que te sacaban los pies descalzos entre los asientos y te los colocaban al lado de la cabeza, la suciedad y el desvencijado tren, me senté con confianza y mas tiesa que una vela, porque mi respaldo estaba roto y casi me caigo encima de la viajera de atrás (la de los pies).
Arranca el invento y yo me entretengo con el video que ponen en la tele (el tren llevaba tele), hasta que descubro un viajero que avanza por el pasillo sin billete y con ocho patas.
Estoicamente lo ignoro. Además va en dirección opuesta a mi.
Pero mis ojos van por libre y espontáneamente abarcan un ángulo mínimo de 180º, motivo por el cual, veo como una despistada se cuela en un agujero que tiene mi asiento, agujero que estaba ocupado y que la invasora abandona a toda velocidad perseguida por la propietaria, y yo, con un salto digno del mejor acróbata, abandono mi asiento y me planto en el pasillo.
Ahí continúo el resto del viaje pero en plan búho, por lo que descubro que los polizontes son abundantes y con un tamaño que va desde el patrullero de costa hasta el portaaviones.
Cuando llegamos a la estación fue como llegar al paraíso. Me estuve sacudiendo un rato (por si acaso).
En la estación nos recoge el transfer para trasladarnos al Ngoc An Hotel, donde tenemos reservadas tres noches. Habitación amplia, ascensor, limpio, con desayuno y buen precio.
Nuestra habitación está en la sexta planta y el ascensor llega hasta la quinta. Para compensar vemos que es enorme, con una cama de más de dos metros de ancha y otra de 1,35m., zona de estar con sofá, sillones, boureau, ordenador y estantería con libros, baño con ducha y limpio.
Teníamos un día y lo aprovechamos para ver:
-El Templo de la Literatura (Van Mieu) fue construido por el rey Ly Nhan Tong en el siglo XI y dedicado a Confucio.
Fue la primera universidad de Vietnam y funcionó como tal durante 700 años. Aprobar los exámenes resultaba tan difícil que pocos eran los que conseguían la nota mas alta y sus nombres se esculpieron en losetas de piedra apoyadas sobre una tortuga cada una de ellas, conservándose actualmente 82 losetas. Tocar la cabeza de estas tortugas da sabiduría según unos y buena suerte según otros. La tortuga es signo de longevidad en la cultura vietnamita.
El templo tenía 5 patios pero quedan solo 4 ya que uno de ellos fue destruido por los bombardeos franceses en 1947.
Tras cruzar la puerta de entrada se accede a dos grandes jardines con pequeños lagos y árboles.
Después de los jardines llegamos a la zona central con pequeños edificios de una sola planta que bordean otro lago y donde se encuentran las tortugas con las 82 losetas. A este lugar se le conoce con el nombre de “la constelación de la literatura”.
La siguiente a ésta es la sala principal donde se encuentran las estatuas de Confucio y sus discípulos
plano templo literatura
La entrada cuesta 30.000 dongs, hay urinarios y venta de souvenirs, agua y refrescos.
Para ir a la Catedral de San José paramos un taxi que nos cobró 32.000 dongs, con taxímetro.
Fue construida en el año 1886 por los franceses y es de estilo neogótico. Su fachada pide a gritos una limpieza pues casi toda la piedra está negra.
Se la conoce con el nombre de la Pequeña Notre Dame, haciendo referencia a la catedral de Saigón, y al igual que en ésta, frente a las puertas de entrada de la Catedral de San José hay una estatua de la virgen María.
La información que llevábamos del horario era que estaba abierta hasta las 17 horas, pero la encontramos cerrada.
foto interior catedral
Comimos en el Newday restaurant y nos fuimos a una cafetería al lado del teatro de marionetas, que tenían wifi y buenos helados.
Por la mañana habíamos adquirido las entradas para el Espectáculo de Marionetas Acuáticas Tradicionales (así se anuncia), para la función de las 16:10, sesiones numeradas y 100.000 dongs.
El espectáculo comienza con un pequeño concierto de instrumentos musicales tradicionales.
Continúa con las marionetas acuáticas que representan 14 escenas de diferentes actividades: trabajo en el campo, pesca, caza, danza y leyendas. Tiene una duración de 45 minutos.
Es una representación novedosa (nunca había visto un teatro de agua), entretenida, original y bonita. Salí contenta. Tienen folleto en español www.thanglongwaterpuppet.org
A las 19:30 salía el tren que nos llevaría a Ninh Binh. La compra de los billetes se la habíamos encargado al hotel que nos cobró 14$ por cada uno, y el precio que figuraba en los tickets era de 85.000 dongs, unos 4$ al cambio. No está nada mal el beneficio.
El tren era el SE1 que cubre el trayecto Hanoi-Saigón y el que solemos utilizar los turistas para el traslado nocturno hasta/desde Hue o Danang. Lleva departamentos con asientos duros, (de madera), “soft” con aire acondicionado (en el que íbamos nosotras), y diferentes tipos de literas.
Tengo que decir que me gusta el tren y me encanta utilizarlo como medio de desplazamiento, pero en muchas ocasiones me frena el terror que tengo a las cucarachas.
Pero ignorando ese punto, a los viajeros locales que te sacaban los pies descalzos entre los asientos y te los colocaban al lado de la cabeza, la suciedad y el desvencijado tren, me senté con confianza y mas tiesa que una vela, porque mi respaldo estaba roto y casi me caigo encima de la viajera de atrás (la de los pies).
Arranca el invento y yo me entretengo con el video que ponen en la tele (el tren llevaba tele), hasta que descubro un viajero que avanza por el pasillo sin billete y con ocho patas.
Estoicamente lo ignoro. Además va en dirección opuesta a mi.
Pero mis ojos van por libre y espontáneamente abarcan un ángulo mínimo de 180º, motivo por el cual, veo como una despistada se cuela en un agujero que tiene mi asiento, agujero que estaba ocupado y que la invasora abandona a toda velocidad perseguida por la propietaria, y yo, con un salto digno del mejor acróbata, abandono mi asiento y me planto en el pasillo.
Ahí continúo el resto del viaje pero en plan búho, por lo que descubro que los polizontes son abundantes y con un tamaño que va desde el patrullero de costa hasta el portaaviones.
Cuando llegamos a la estación fue como llegar al paraíso. Me estuve sacudiendo un rato (por si acaso).
En la estación nos recoge el transfer para trasladarnos al Ngoc An Hotel, donde tenemos reservadas tres noches. Habitación amplia, ascensor, limpio, con desayuno y buen precio.