Nuestro avión internacional, procedente de Sri Lanka (hicimos escala partiendo desde New Delhi), aterrizó en Male (Maldivas) sobre las 10am. Acto seguido cogimos las mochilas y presentamos nuestras reservas de Vilamendhoo en uno de los mostradores. Luego nos metieron en un mini bus y fuimos al embarcadero de los hidroaviones que estaba muy cerca del aeropuerto. Allí entramos en una sala grande a esperar nuestro hidroavión.
Según qué isla tengas reservada te irás a una sala u otra, pero tranquilos que hay personal que os guiarán sin problemas. En esta sala había aire acondicionado, wifi, bebidas gratis (cogimos cocacola y botellines de agua). Estaba dotada de una gran cristalera por lo que podías ver sin ningún problema los hidroaviones en funcionamiento. Además podías salir afuera si quisieras.
Allí estuvimos como 50 minutos esperando nuestro turno. La espera se hizo muy corta porque ya estábamos con un cosquilleo e ilusión tan grande que no podíamos estar quietos. Entraba y salía a menudo para ver los hidroaviones jejej
Llegó la hora!! Era nuestro turno El personal se llevó nuestros mochilones y entramos en una pequeña sala para reubicarnos a todos. Tras 2 minutos fuimos a pie a nuestro hidroavión. Es recomendable meterse de los primeros para escoger las mejores plazas junto a las ventanillas. Así lo hicimos nosotros. Nos sentamos en lado izquierdo del hidroavión. En la primera y segunda fila de asientos (Ahora, yo recomendaría sentarse a la derecha a la ida porque creo que se pueden ver más resort desde el aire). Las maletas grandes iban en la parte trasera del hidroavión.
Así pues, los pilotos, descalzos jaja, pusieron en marcha el aparato y emprendimos el viaje. Con los tapones en los oídos (ellos os dan). Pufff, ya en el aire el color del agua era impresionante!!
Una amplia sonrisa dibujaba nuestras caras . El sonido intenso del hidroavión no molestaba tanto al ver esas pequeñas islas paradisíacas en el medio del mar.
El vuelo (más o menos 45 minutos) lo disfrutamos como nunca. No podíamos despegar nuestras caras de las ventanillas. Creo que todavía en la ventanilla quedan restos de mi rostro jaja
El hidroavión hizo una pequeña parada en una isla a dejar a unos pasajeros y al cabo de 5 minutos despegó otra vez. Tras otros 10 minutos pudimos ver nuestra isla y los pilotos hicieron aterrizar el aparato un poco apartado de la isla.
El hidroavión aparcó junto a una plataforma y en 2 minutos vino un barco con personal del resort a recogernos. Las primeras impresiones eran muy satisfactorias. Habíamos llegado a Vilamendhoo. Estábamos en el paraíso!
El barco nos dejó en el muelle de la isla y de ahí fuimos directos a la recepción. Es donde se puede apuntarse a las excursiones y demás. Os dejo una foto para ver mejor:
Una imagen de la isla desde el aire
El mapa del resort:
Ya el suelo lleno de arena nos supo a gloria. Tras hacer el check in nos asignaron la water villa número 318. Intentamos pedir las que más apartadas estaban para ver mejor los atardeceres pero estaban ocupados. En cualquier caso, al reservad, intentad pedir una water villa número 330, 329 o 327. Esas son las mejores por su ubicación orientada al mar. Los atardeceres desde sus terrazas tienen que ser muy íntimos
Así pues llegamos a la zona de Water Villas. Esta zona junto a las Jacuzzi Beach Villas son exclusivas para los adultos. La zona se compone con el restaurante buffet Ahima, otro restaurante a la carta llamada Hot Rock, el Sunset Bar y la piscina Infinity. Los trozos de playa de esta zona no están delimitados pero se supone que son para adultos y las familias lo respetan. En nuestra estancia no vimos ni un niño en esta zona pero sí que pueden explorar el reef sin problemas.
El resort de esta forma da un poco más de privacidad a las parejas. Esto lo tuvimos muy en cuenta a la hora de reservar.
Las familias con niños se alojan en Beach Villas y Garden Villas y tienen su piscina particular llamada Boashi pool. El bar asignado se llama Boashi Bar junto a la piscina y el restaurante buffet se llama Funama.
El restaurante Asian Wok no me queda claro si es solo para adultos o para todos.
Hay otro bar, llamada Bonthi, para el disfrute de todas las personas.
Tenedlo muy en cuenta a la hora de elegir la isla. Las mejores zonas de la isla están en la zona de adultos. Si por presupuesto reserváis en Jacuzzi Beach Villas tened en cuenta que las mejores son las que quedan al oeste de la isla, mirando este mapa claro está. Las mejores son las que van desde 197 a 212. Las de este lado son impares. Intentad pedir la 212, 211, 209…
En el lado este también hay Jacuzzi Beach Villas. Las mejores son las 219 o 216.
Respecto a las Beach Villas hay que puntualizar que algunas disponen de trozo de playa y otras tienen justo enfrente de la habitación muros pequeños y sacos con lo que afean un poco. Las mejores son las que están justo al borde extremo de la isla, concretamente las que están entre la 123 y 144. En esta zona, donde hay también el restaurante Asian Wok encima del agua, la zona de playa es grande y muy preciosa. Intentad pedir la Beach Villa entre estas habitaciones, se está genial.
En cuanto a las habitaciones de menor precio, las Garden Rooms, están en el interior de la isla. Son los más económicos.
Recordar que tanto las familias con niños alojadas en Beach Villas y Garden Rooms no pueden acceder a la zona de adultos y están enfocados para ir con la familia ya que tienen su piscina y bar particular Boashi y el restaurante buffet Fumana.
Eso sí, si se va solo en pareja alojando en Beach Villa y Garden Room no creo que haya ningún problema para acceder a la piscina infinity. Para comer, habría que ir al restaurante asignado, ya que cuando pides la bebida la cargan directamente al número de habitación y de esa forma saben de dónde vienes.
Después de esta info sigo… llegamos a nuestra villa de agua. Para acceder a ella pasamos una pasarela de madera muy chula
La cabaña de madera es impresionante. Tiene mini bar, una cama King matrimonial enorme, tv de buen tamaño, dispositivo para escuchar música con entradas para ipod/usb y con altavoz, terraza preciosa dotada de 2 tumbonas, luces regulables,un foco de luz en el exterior para iluminar el agua de noche, un pequeño sofá, armarios diferentes para dejar las cosas, en la parte posterior el jacuzzi y otras 2 tumbonas, toallas… ufff un lujazo vamos!
La terraza era preciosa
Con escalera privada para bajar al agua. De noche se pueden encender las luces exteriores para iluminar el agua…
Dios!! Esto nos venía muy grande! Increíble el color del agua! No podíamos ni asimilar donde estábamos. Después de estar en la India esto ya nos parecía el mismísimo paraíso. No era para menos.
Después de deshacer las mochilas y poner los bañadores fuimos a recorrer la isla con chanclas. Se puede andar sin chanclas por toda la isla pero la pasarela de madera de las Water Villas está muy caliente al mediodía jaja todavía somos noveles en esto; darnos un día más jajja