JUEVES 24 DE MARZO
Cuando tenga tiempo añado las fotos. Tal vez en luxemburgo, que me alojaré en hostel y tendré tiempo para mí.
Estación de tren de Amberes
El tren desde Brujas a Amberes (90', 15€) me deja en la ciudad portuaria, puntual como siempre, a las 11:15. Esta vez voy a alojarme con Geert, un chico belga que vive en el centro de la ciudad. Por lo que en quince minutos llego a su casa, un pequeño estudio muy cool.
Tengo suerte de nuevo y habla un inglés muy fluido pero fácilmente comprensible. Además ha estado en España de vacaciones y puede entender el español sin gran dificultad. No dejo de asombrarme de la facilidad de los extranjeros para comprender e incluso hablar nuevos idiomas, por no hacer la lectura inversa...
Después de un primer encuentro en su casa y de tomar un te con una buena conversación, hemos salido a pasear por la ventosa (evidentemente) Amberes. Geert conoce un montón de la historia de la ciudad y me ha estado haciendo de perfecto cicerone. Así, hemos pasado por las múltiples iglesias que tiene Antwerpen, todas ellas muy proxima entre si, en la zona histórica: La catedral, la de San andrés, San Carlos Borromeo...
No hemos podido entrar en ellas porque tienen un horario limitado fuera del fin de semana.
Por supuesto, Amberes también tiene grandes plazas abiertas, como la Grotte Markt, con su conjunto escultórico de la leyenda de Brabo incluida.
Algo que me ha llamado mucho la atención es el paso subterráneo que permite acceder al otro lado del río. Construido en la primera mitad del siglo XX, mantiene su estilo austero propio de aquella época, te traslada a allí.
Ya en el otro lado del río, en la parte más moderna de Amberes, una zona residencial donde no hay gran cosa, hemos descansado para comer y seguir charlando más y más. Se tiene una bonita vista del skyline de Amberes desde este lado del río.
De regreso por el mismo túnel subterráneo, esta vez más frecuentado (eran las 16:00) por peatones y ciclistas, nos hemos dirigido al museo Diamant, un espacio de 10 alturas a cuya terraza mirador se puede acceder de manera gratuita por escaleras mecánicas (menos mal). Desde allí se contempla toda la ciudad en una perspectiva de 360º
Como se aprecia, el día fue bastante regular en lo metereológico.
A partir de este momento nos hemos perdido entre calles, hemos visitado alguna fortaleza, incluso me ha mostrado un indecente (en mi opinión) barrio céntrico donde mujeres se exponen (voluntariamente) en cristaleras. Un "barrio rojo" absolutamente nuevo para mí. En mi vida había visto cosa igual. Todo ello aderezado con explicaciones muy detalladas, casi de guía turístico, por parte de Geert.
En definitiva, un lujo.
Ya cansados nos hemos detenido a tomar una chocolate y como hemos estado a gusto lo hemos alargado con una cerveza riquísima, hasta que ha llegado la hora de ir a cenar. Esta vez él ha elegido (yo pago, ellos eligen, que para eso están en sus ciudades y me dan la posibilidad de descubrir sitios nuevos) un restaurante curioso: de Cabo Verde. Allí hemos comido ancas de rana y bacalao a la parrilla, delicioso, regado por un par de cervezas oscuras muy intensas y ricas.
Ya de vuelta para casa, aunque tenía intención de llegar y dormir, hemos seguido charlando hasta la media noche. Al menos, mañana me despertaré a las 9:00, así que algo descansaré.
VIERNES 25 DE MARZO
En efecto, he dormido en un sofa cama en el salón (su estudio sólo tiene una habitación) como un niño, hasta las 9:05.
Ahora estoy escribiendo esto después de otro extenso desayuno de yogur griego, te roibbos, jamón, queso, crema de cacao con miel, huevos revueltos y fruta....
Hoy tengo que ir a la casa de mi siguiente host, una señora, Veerle (vaya nombrecitos), que nunca ha hecho couch surfing antes (al igual que Geert). Vive a las afueras de Amberes, así que daré una vuelta con Geert hasta el tranvía para encontrarme con Veerle a las 13:15 en su casa.
Aún hoy no tengo confirmada la forma de ir a Luxemburgo para mañana. Evidentemente la opción del tren siempre está disponible, pero es carísima. Así que sigo chequeando blablacar... tal vez me acerque a Bruselas, desde donde sí hay más facilidades para llegar hasta la siguiente capital. Se verá.
Bueno, pues ya ha pasado el día. He podido acceder a al menos una de las iglesias de la ciudad, en este caso a la catedral de San Juan Borromeo a la mañana. Estaba en rehabilitación por un incendio acaecido en 2009, pero se pude contemplar la mayor parte. Es relativamente sencilla, en comparación con otras vistas ya. Lo que más me ha gustado ha sido un enorme cuadro en el altar.
Me he despedido de Geert con otra buena cerveza belga
y he tomado el tranvía 5 para dirigirme a casa de Veerle. He tenido que avisarla de que llegaba unos minutos tarde, porque me he entretenido hablando con Geert y se me había pasado la hora. No obstante, ningún problema para llegar (15' de tranvía).
Veerle es una señora un poco seria en un primer momento, pero que se va abriendo a medida que le vas dando opciones para hacerlo. No sé si había comido ya cuando he llegado, pero digamos que me he quedado en ayunas. Menos mal que con la excusa de sacar a los perros a la tarde, le he podido invitar a un café con un par de trozos de tarta riquísimos (igual era el hambre).
El día de hoy estaba marcado en el viaje como el más importante de todos. De hecho es el desencadenante del viaje en sí mismo: el concierto de Dani Klein (vocalista de Vaya con Dios) y Sal la Rocca en Heist on deer, una población a 30' en tren de Amberes. Las entradas las compré hace unas tres semanas pidiéndolas por mail y pagándolas por adelantado. El concierto no ha llegado a ser tan intenso como el de Vaya con Dios del viaje de 2014 (Vezsprem, Hungría, habrá un diario por ahí...). Se trataba de la gira del último disco dedicado a Billie Holliday.
La vuelta la he hecho sin problemas, llegando a casa de Veerle a las 11:30 p.m. aproximadamente.
A continuación toca chequear la forma de llegar a Luxemburgo:
Tren: incluye dos transbordos y un precio de 55€ (pa' su padre)
autobús: Student Agency, compañía que ya he utilizado en Chequia, pero no quedan billetes para el viaje diario de las 18:30
Blablacar: No encontraba nada desde Amberes y horarios raros desde Bruselas. Sin embargo, he localizado (y reservado) una plaza (14'60€, incluida la tasa exhagerada de blabla) en un peugeot 106 (sí, ya sé que será enano, pero no había opción) a las 18:00
Así que el plan de mañana, que desarrollaré en la siguiente etapa del diario es aprovechar para visitar Dinant a la mañana-mediodía.