DÍA 2 (11/08/2016) –Landmannalaugar (F208 y F225) ✏️ Diarios de Viajes de IslandiaCuando preparaba el viaje y vi por primera vez una foto de las montañas “pintadas” de Landmannalaugar , quedé hechizada y me dije que ahí teníamos que ir a toda costa, así que programé dos noches en Hella para ir y volver desde allí en un día. La...Diario: ISLANDIA en 11 DÍAS con 4x4 - Agosto 2016⭐ Puntos: 5 (35 Votos) Etapas: 16 Localización: IslandiaCuando preparaba el viaje y vi por primera vez una foto de las montañas “pintadas” de Landmannalaugar, quedé hechizada y me dije que ahí teníamos que ir a toda costa, así que programé dos noches en Hella para ir y volver desde allí en un día. La información que había sacado de foros y diarios era que desde Hella se podía llegar a Landmannalaugar por dos carreteras, la F225 y la F208. Según lo que había leído, la F225 era más bonita y tenía menos kilómetros, pero había que vadear algún río. La F208 era más larga, más fea y estaba en peor estado, pero no tenía vadeos. Aunque nunca habíamos vadeado un río, decidimos ir por la F225 ya que por lo visto eran pequeños riachuelos sin dificultad, y así ahorrábamos kilómetros. La previsión para hoy era de tiempo fresco y lluvia ligera y ocasional en Landmannalaugar, mejorando a lo largo del día, así que nos pertrechamos de anoraks y de nuestros superponchos impermeables, y a las 10:45 estábamos arrancando. Lo primero fue llenar bien el depósito en la gasolinera de Hella, pues una vez adentrados en las “Highlands” (tierras altas del centro de Islandia) no hay donde repostar. Tomamos la carretera 26 con intención de coger el desvío de la F225. Voy de copiloto con el mapa, atenta a todo. El trayecto es muy bonito. A nuestra derecha vemos todo el tiempo el volcán Hekla, precioso. Aunque está nublado y de cuando en cuando nos llueve algo, también a veces hay un huequecillo entre las nubes por el que se escapa un rayito de sol y paramos a hacer alguna foto. Cuando llevamos un rato largo por la 26 empezamos a sentir que el desvío de la F225 tarda demasiado en aparecer. Niñooo enciende su móvil con datos, nos ubica con el Google Maps y dice que nos lo hemos pasado hace rato. ¡¡¡Aaarrrrgggg!!! ¡Cómo es posible! No podemos creerlo; yo iba pendiente… Lo único que se me ocurre pensar es que algún coche aparcado en el lateral nos ha ocultado la señal del desvío. Como ya dije anteriormente, las señales son bajitas y pequeñas y te las encuentras a bocajarro. Lección práctica: estar muy al acecho cuando se está buscando un desvío. Como no queremos retroceder y queda muy poco para la F208, se impone el cambio de planes y decidimos seguir por ésta. El camino es bastante bonito también, pero el firme tiene mucho pedrusco y como hay que ir muy despacio se nos hace eterno. Poco antes de llegar a Landmannalaugar confluyen la F208 y la F225. Un kilómetro más adelante hay un ensanchamiento para aparcar porque sale a mano izquierda el camino que asciende hacia Ljotipollur (“lago feo”). Aparcamos y echamos a andar sin saber muy bien a qué distancia está Ljotipollur. Finalmente tardamos como media hora en subir. El lago es bonito; está en un cráter, como el Kerid, y aunque es mucho más grande nos gusta menos porque tiene menos colorido. De haberlo sabido nos hubiéramos ahorrado esta caminata, porque entre subir y bajar invertimos más de una hora y nos hizo estar más cansados luego en Landmannalaugar. Llegamos por fin a las 15:00 a la gran explanada donde se encuentra el Centro de Visitantes de Landmannalaugar y desde donde se inician todas las rutas. Aparcamos antes del río que hay allí, que es bastante ancho y caudaloso y sólo lo cruzan los superjeeps de ruedacas impresionantes y algún que otro valiente. Nosotros nos acercamos ya andando por el puentecillo peatonal hasta el Centro de Visitantes. Para usar las instalaciones del Centro de Visitantes (aseos, merendero, etc.) hay que comprar unas pulseritas que valen para todo el día, al precio de 500 ISK (3,80 €). Realmente, luego nadie controla si llevas pulsera, al igual que nadie controlaba el parking de Þingvellir. La sociedad islandesa se basa en la honestidad y el respeto y no conciben la picaresca… y la verdad es que da gusto. Dada la hora que es, decidimos comer allí antes de iniciar la caminata. Sacamos nuestros sándwiches de spanish lomo embuchado que traíamos ya preparados y unas barritas energéticas, y nos los engullimos sentados en uno de los merenderos cubiertos. A las 15:45 empezamos a subir siguiendo las estacas rojas. Queremos hacer una caminata de unas tres horas, ida y vuelta hasta el monte Brennisteinsalda ("Ola de azufre"). La primera parte del camino es más relajada, atravesando campos de lava desde los que ya vamos teniendo perspectiva de las montañas “pintadas” que nos rodean. Por el camino vuelve a llovernos intermitentemente, a veces con fuerza, así que echamos mano de nuestros disfraces de Caperucita. El monte Brennisteinsalda es fácilmente reconocible por sus suaves vertientes de colores y ese curioso espigón de roca negra que le sale a mitad de la ladera. Llegamos a su base, donde hay unas cuantas fumarolas y un poste de madera indicando los posibles caminos a seguir, y continuamos la ascensión hacia la cumbre, que a partir de aquí se hace bastante más empinada y agotadora, siguiendo ahora las estacas verdes. Cuando, al cabo de hora y media de caminata, alcanzamos la cumbre, el paisaje que se abre ante nuestros ojos nos corta la respiración. Mires hacia donde mires, en 360º alrededor, sólo hay montañas y montañas de colores, algunas con neveros blancos, algunas con lagos turquesa en sus bases… La sensación de soledad e insignificancia ante la Naturaleza es absoluta allí arriba. El silencio es imponente; una combinación de tu propia respiración y del poderoso rugir del viento. Aún estando muy nublado y lloviendo, el paisaje era sobrecogedor, así que no puedo ni imaginar cómo será estar allí un día despejado y con el sol haciendo brillar esos colores. El viento era fortísimo allí arriba, así que estuvimos lo justo para descansar y tomar un montón de fotografías, e iniciamos el descenso. Al llegar a la base del Brennisteinsalda decidimos regresar hacia el Centro de Visitantes por otro camino, señalado en el poste de madera como Graenagil. Este camino está indicado con estacas blancas; la primera mitad es un poco de cabras, con algunos pedruscos gordos, pero no tiene mayor dificultad. Es más corto y te lleva por otra zona diferente, también muy bonita porque discurre en paralelo a un río y se pasa junto a una montaña de musgo verde. Al final desemboca en la explanada del Centro de Visitantes igualmente, pero por otra zona más alejada de éste. Una vez abajo volvemos a entrar en los aseos y nos acercamos a ver la charca de aguas calientes en la que se está bañando la gente. Nosotros no nos animamos; preferimos dejarlo para dentro de unos días, en los Baños Jarðböðin við Mývatn, que estarán mejor acondicionados. A las 18:45 volvemos hacia el coche para regresar a Hella. De nuevo nuestra intención es coger la F225, que se supone que es mejor que la F208 y además son menos kilómetros, así que enfilamos por el camino indicado en el cruce. No sabemos exactamente cuántos vadeos nos vamos a encontrar, porque no me había terminado de quedar claro en los diarios y foros que había leído. ¿Uno? ¿Dos?... Para empezar, encontramos que la F225 no es mejor que la F208, ni mucho menos. Está muy bacheada y pedregosa y, como no ha parado de llover en todo el día, está llena de charcos que salpican un montón. Imposible ir a más de 30-35 Km/h. El primer vadeo se presenta enseguida. Se trata de un pequeño riachuelo de unos 7 metros de ancho y cuyo fondo se ve perfectamente desde el coche. No hace falta ni que nos apeemos; no tendrá más de 20 cm. de profundidad. Contentos como castañuelas lo pasamos del tirón. ¡Puaahh! ¡Esto está chupado! Henchidos de satisfacción continuamos el traqueteo por la infernal pista F225 y al ratito nos encontramos una segunda corriente de agua atravesando nuestro camino. Esta vez nos detenemos a examinar la situación: no es una minucia como el primero. Tendrá unos 15 metros de ancho y desde el coche no se ve el fondo. Nos bajamos a explorar por dónde cubre menos y por dónde es más conveniente entrar y salir. Desde la orilla vemos un posible trayecto por donde cubre unos 30 cm. y decidimos que por ahí cruzaremos. Con decisión y sin titubear mantenemos una velocidad constante y llegamos a la otra orilla sin problema. ¡¡¡Guaauuu!!! ¡¡¡Segundo vadeo superado sin problema!!! Esto de los vadeos es pecata minuta. Eufóricos por el éxito, y casi seguros de que ya no va a haber más vadeos, a los pocos kilómetros surge de repente ante nuestra vista la madre de todos los ríos. ¡Glup! Esto son palabras mayores… Tendrá unos 40 metros de ancho, lleva una corriente fuerte y tampoco se ve el fondo. Se nos hace un nudo en el estómago. ¿Qué hacemos? ¿Retrocedemos hasta Landmannalaugar para coger la F208, después de todo el tiempo que llevamos invertido en esa maldita F225? Eso sería horrible; es tarde, estamos cansados, llueve mucho, hay mucha niebla y poca visibilidad… Estamos deseando llegar a la N1. Por otra parte, tampoco parece buena opción esperar a ver si viene alguien más experimentado que lo cruce ante nosotros, para copiar la trayectoria, porque en todo el tiempo que llevamos en la F225 no hemos visto a nadie absolutamente, ni en un sentido ni en otro. La sensación de soledad en la F225 era total. Hay que afrontarlo y tratar de cruzar. Volvemos a bajarnos del coche. Esta vez es imposible ver el fondo hasta la otra orilla sin meterse en el río, así que Bicho se remanga los vaqueros y sumerge sus pobres patitas en las aguas gélidas. Avanzando lentamente hacia adelante y a un lado y otro, cruza el río hasta la otra orilla y vuelve, en busca de un trayecto en el que el agua no le sobrepase las rodillas. Discutida y decidida la trayectoria más favorable, volvemos al coche, entonamos unas jaculatorias y enfilamos el río con el mismo aplomo que tuvimos en las ocasiones anteriores. El agua le llega al coche a las puertas y se va creando un oleaje lateral a nuestro paso que da un poco de respeto, pero culminamos con éxito la empresa y en pocos segundos estamos sanos y salvos en la otra orilla. ¡¡¡Yupiiiiii!!! Bufff… qué mal rato… A partir de aquí ya solo esperamos que no haya más ríos, ya que si la dificultad sigue creciendo el siguiente sería insalvable y sería horrible tener que retroceder hasta Landmannalaugar. La niebla y la lluvia hacen que el ambiente esté muy oscurecido y nos preocupa que se nos pueda hacer de noche por esas carreteras. Afortunadamente no encontramos más ríos. Sin embargo, la carretera es espantosa y tardamos como una hora y cuarto en llegar a la 26 desde que salimos de Landmannalaugar. Los últimos kilómetros empezamos a dudar de si nos habríamos metido sin querer por algún desvío (¡horror!), porque se nos estaba haciendo tan largo que nos parecía imposible no haber llegado ya a la 26. Una vez más Niñooo activa los datos de su móvil, y la geolocalización de Google Maps nos confirma que vamos bien y que aún quedan unos siete kilómetros hasta la 26… ¡uuffff, qué alivio! Llegamos por fin a Hella a las 21:00. ¡Desde las 18:45 que habíamos salido de Landmannalaugar! Ese trayecto fue de lo peor del viaje, por lo angustioso y cansado (sobre todo para Bicho, que iba conduciendo). Si lo tuviera que repetir, iría por la F208. Son más kilómetros, pero creo que el firme está mejor que el de la F225 (por lo menos si está lloviendo), y la ausencia de vadeos hace que al final se tarde menos (y se pase menos angustia). Cenamos unos tallarines carbonara de sobre en nuestra cabañita de Hella y nos acostamos a las 24:00 agotados. Índice del Diario: ISLANDIA en 11 DÍAS con 4x4 - Agosto 2016
01: Preparativos e Itinerario
02: El coche de alquiler y las carreteras
03: Los alojamientos
04: DÍA 0 (09/08/2016) –Llegada a Keflavik
05: DÍA 1 (10/08/2016) –Keflavik - Círculo de Oro - Cráter Kerid - Hella
06: DÍA 2 (11/08/2016) –Landmannalaugar (F208 y F225)
07: DÍA 3 (12/08/2016) –De Hella a Skaftafell por todo el sur
08: DÍA 4 (13/08/2016) –Svartifoss - Excursión por el glaciar - Jokülsárlón
09: DÍA 5 (14/08/2016) –Djúpivogur - Hengifoss - Seydisfjördur - Egilsstadir
10: DÍA 6 (15/08/2016) –Dettifoss - Vesturdalur - Krafla - Baños Myvatn
11: DÍA 7 (16/08/2016) –Lago Myvatn - Godafoss - Akureyri
12: DÍA 8 (17/08/2016) –De Akureyri a Hvammstangi
13: DÍA 9 (18/08/2016) –Península de Snaefellsnes
14: DÍA 10 (19/08/2016) –De Snaefellsnes a Reykjavik
15: DÍA 11 (20/08/2016) –Reykjavik - Maratón - Menningarnótt
16: Conclusiones y Presupuesto final
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📊 Estadísticas de Etapa ⭐ 5 (2 Votos)
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