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Como os comentaba en la anterior entrada del diario, tras partir de Hamburgo afrontamos el primer día de navegación. No voy a contaros lo bien que nos lo pasamos en el barco, porque como lector sé que lo que realmente importa es conocer cómo nos desenvolvimos en las diferentes escalas. Eso sí, al final del relato crearé una entrada con detalles interesantes sobre la vida a bordo.
El día 6 de julio llegamos a Alessund, primera escala del crucero. Es una ciudad noruega muy bonita, situada al norte de Bergen y justo a la entrada de los fiordos más importantes (el de los Sureños y el de Geiranger). Además de ser preciosa por ser un enclave rocoso en una isla, Alesund destaca por ser la ciudad del Art Noveau. No voy a extenderme mucho explicando en qué consiste esa arquitectura porque para eso hay guías fabulosas. Solo os cuento a modo de resumen que a principios del siglo XX hubo un gran incendio que calcinó parte de la ciudad y como el Kaiser Guillermo II de Alemania veraneaba allí, ayudó a reconstruirla con este estilo moderno para la época, caracterizado por sus torrecillas, agujas y ornamentación decorativa.
En lo que respecta a Alesund no vais a tener ningún problema para hacerla por libre. Solamente tenéis que decidir qué nivel de "desgaste físico" queréis desarrollar. Nosotros somos bastante cañeros en ese sentido, nos gusta el senderismo y andamos mucho. Así que os contaré todo lo que hicimos y vosotros elegid con qué parte os quedáis. El barco atraca al lado del centro así que por ahí tampoco tenéis ningún problema.
A pesar del retraso en la salida de Hambrgo, el Costa Pacífica llegó en hora a Alesund. La escala era de 9 a 18 horas y unos minutos antes de las nueve estábamos en tierra. Llovía ligeramente y el cielo estaba bastante cubierto. Pero eso no asusta a unos gallegos como nosotros. Además tuvimos suerte porque una hora después se abrieron algunos claros. Dividiría nuestra excursión en tres partes: ciudad, Monte Aksla y Monte Sukkertoppen. Las dos primeras son las que hace todo el mundo, en diferentes modalidades, y la úlñtima es para mi la mejor. También muy conocida, pero menos. Visitar la ciudad no tiene ninguna ciencia. Es perderse por las calles próximas al pierto y en la principal tendréis las tiendas. No hay muchas, aviso. En lo que respecta al Monte Aksla, hay quien sube en un tren turístico y otros que optan por hacerlo recorriendo uno a uno los 418 escalones. Para gustos... A mí personalmente me gusta más lo de andar porque hay vistas preciosas que te pierdes yendo por la caretera. En cuanto al Sukkertoppen, es una subida exigente con una fuerte pendiente que requiere un ínimo de forma física.
Os cuento lo que hicimos nosotros. Salimos del puerto y callejeamos un poco hasta encontrar un sendero de subida al Monte Aksla diferente al de los escalones. Es una especie de puerta trasera que esconde la ciudad. Subimos, pasamos por un lago con un gran merendero y alcanzamos un estadio de atletismo al que se llega siguiendo unas marcas de senderismo. La ruta continúa hacia el este pero nosotros damos la vuelta ahí y cogemos otro sendero que se dirige hacia unas antenas en lo alto del monte. Justo al lado hay una torre a la que se puede subir con unas vistas maravillosas de toda la isla. Se llama Rundskue. Seguimos andando por unos caminos preciosos, en los que hay extraños seres de madera tallados. Le dan un toque místico muy original. Por aquí íbamos solos andando y disfrutamos muchísimo esa soledad porque normalmente cuando viajas en crucero parece que vas en manadas.
Seguimos nuestro camino en dirección hacia el mirador Fjellstua. Vemos a lo lejos la carretera pero nosotros seguimos por el bosque y nos topamos de bruces con unos búnkers de la Segunda Guerra Mundial. ¡Todo un descubrimiento! No contábamos con ellos y nos hice mucha ilusión poder contemplar un pedacito de historia. Seguimos avanzando y al rato empezamos a ver gente, señal inequívoca de que estábamos llegando al mirador. Fjellstua tiene una plataforma panorámica y un café con servicio al aire libre durante el verano. No nos paramos mucho porque había mejores vistas desde la torre y comenzamos a descender los 418 escalones. Nos cruzamos a muchísima gente. Demasiada. Pero aún así nos dio margen a sacar fotos muy bonitas del canal y del resto de la ciudad.
Bajamos hasta Byparken (el parque central) y callejeamos por la otra parte del centro. Recorrimos el canal, vimos sus preciosas edificios de colores colgados sobre el agua y cruzamos el puente para salir de la ciudad. Hasta el pie del Sukkertoppen hay unos tres kilómetros y se hace todo por aceras de la carretera principal. Para el que lo prefiera, hay buses urbanos que van hacia la isla de Hessa, que está unido con Aledund por un pequeño puente. Nosotros fuimos andando hasta alcanzar el pie del Sukkertoppen. Impresiona con solo verlo desde abajo. La subina es empinada por un camino que mezcla el barro y la piedra. Vamos, que hay que ir equipado con calzado apropiado. La ruta no tiene pérdida y las vistas son increibles. Hacia la derecha ves la ciudad de Alesund y el Monte Aksla. Muy recomendable subir hasta la cumbre.
Al bajar hay dos opciones: volver a Alesund por el mismo camino o bordear esta isla pasando por el acuario. La opción 2 suponía hacer un par de kilómetros más y como ya empezábamos a estar algo cansados optamos por repetir camino. A la entrada de Alesund vimos un montón de casitas típicas noruegas (de madera) y una iglesia bastante curiosa. Nos desviamos un poco y fuimos a un fuerte que también nos dejaba alguna vista. Pero claro, nada comparable con el Aksla y sobretodo el Sukkertoppen. Una vez en Alesund optamos por volver al barco. Nos sobraba hora y media antes del embarque. Pero habíamos andado ya unos veinte kilómetros y decidimos que era suficiente ya.
En resumen: Alesund muy bien. Nos gustó mucho tanto su ciudad con el estilo arqitectónico Arte Noveau, como las vistas panorámicas desde el Aksla y el Sukkertoppen. Hay quien desde aquí realiza excursiones a la Carretera de los Trolls, pero como este crucero tenía escala en Andalsnes es mejor hacerlo desde allí. Así que era tontería plantearse esa opción en nuestro crucero.
NOTA:Os dejo el track para llevar nuestro recorrido en un GPS.
Mi recorrido en Alesund para GPS
EDITO (2019): Para el que quiera ir al Sukkertoppen en bus, os pongo una descripción detallada:
"Se puede tomar el autobús número 618, que es el que se dirige a Hessa. Los días de la semana (hasta el 20 de junio) sale cada 15 minutos desde la parada de autobús fuera del ayuntamiento de Ålesund, en el lado opuesto de la calle a la estación de autobuses. La parada para bajarse es la que está en la escuela primaria de Hessa cerca del camino. El viaje en autobús tarda entre 10 y 15 minutos desde el centro de la ciudad, dependiendo del tráfico. La mayoría de los cruceros atracan justo al lado de la estación de autobuses, así que no hay demasiada pérdida".
Horarios del bus
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