Nos despertamos temprano, a eso de las 6h ya tengo los ojos como platos, pero cansada estoy un rato, con lo que remoloneamos un rato y vamos a la ducha a despejarnos. Hoy es nuestro primer día en Vietnam y estamos muy ilusionados con empezar a conocer el país.
Bajamos a desayunar al hotel, ofrecen un buen buffet (frutas, dulces, salado...) y puedes pedir un plato a la carta caliente, tortillas, huevos con bacon, pancake, noodles, pho bo...
Me lanzo a la aventura y pido una tortillaca de verduras (rica pero sosa, los vietnamitas no son muy fans de la sal de mesa...), y realizo el descubrimiento del viaje, la Dragon Fruit. ¡¡Qué buena!! Es una fruta que allí se consume de forma muy habitual, pero que yo no había tenido el placer de conocer.
Bajamos a desayunar al hotel, ofrecen un buen buffet (frutas, dulces, salado...) y puedes pedir un plato a la carta caliente, tortillas, huevos con bacon, pancake, noodles, pho bo...
Me lanzo a la aventura y pido una tortillaca de verduras (rica pero sosa, los vietnamitas no son muy fans de la sal de mesa...), y realizo el descubrimiento del viaje, la Dragon Fruit. ¡¡Qué buena!! Es una fruta que allí se consume de forma muy habitual, pero que yo no había tenido el placer de conocer.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después en las calles de Hanoi hacemos las presentaciones oficiales
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Después del desayunaco, tenemos una primera misión, que es contratar las excursiones a la Pagoda del Perfume y a Trang An durante los próximos días, antes de irnos hacia la isla de Cat Ba, donde tenemos el siguiente alojamiento resevado.
Teníamos anotadas varias agencias serias y aparentemente fiables, ya que puede ser habitual el timo o que lo barato salga caro. Entre ellas, teníamos anotadas Handspan Adventure Travel, Ethnic Travel y Vega Travel, en Ma May, esquina con Hang Bac. Nos decantamos por esta última, ya que está a tocar con el hotel y vimos buenas críticas en internet.
Al llegar no nos atosigaron con que entráramos dentro del local, hecho bastante inusual en Vietnam, donde a la mínima que te acercas a mirar el menú de un restaurante o te acercas a cualquier comercio, salen a “agobiarte” un poco...
Entramos y consultamos precios para la Bahía de Halong, nos parecieron carísimos y no ofertaban ningún crucero con noche a bordo que al siguiente día nos dejara en Cat Ba, con lo que no nos interesó.
Finalmente contratamos dos excursiones, a lo grande, una para el día siguiente en la Pagoda del Perfume y otra para el 28/10 para visitar Trang An antes de ir hacia Cat Ba.
Las excursiones salen caras, 160$ la Pagoda y 170$ Trang An. Hay que decir que contratamos tours privados, sin autocar ni gente, un poco a nuestra medida. La verdad que no se les puede abaratar las excursiones, se muestran firmes con eso, no se pueden modificar los itinerarios, vamos, que son bastante inflexibles, pero quedamos muy contentos con ambas excursiones...ya llegaremos...
Salimos dirección el Templo de la Literatura, decidimos ir andando desde el Old Quarter; se encuentra a unos 25min andando, pero con el calor sofocante que hacía, llegamos al templo al borde del parraque, sudados a más no poder, muy churretosos... Ojo con el calor que hace en Hanoi, llevar siempre agua (a poder ser fresquita), gorra y protector solar, es imprescindible para no morir en el intento. Lo que más nos impacta, y en orden de alucinaje es; primero, como ya he dicho, el calor sofocante que hace, que mueves los ojos para pestañear y te cae agua por el cogote. Lo segundo, el tráfico; madre mía, no se puede describir si no lo has visto, las fotos no le hacen justicia, es brutal, agobiante e incesante.
Teníamos anotadas varias agencias serias y aparentemente fiables, ya que puede ser habitual el timo o que lo barato salga caro. Entre ellas, teníamos anotadas Handspan Adventure Travel, Ethnic Travel y Vega Travel, en Ma May, esquina con Hang Bac. Nos decantamos por esta última, ya que está a tocar con el hotel y vimos buenas críticas en internet.
Al llegar no nos atosigaron con que entráramos dentro del local, hecho bastante inusual en Vietnam, donde a la mínima que te acercas a mirar el menú de un restaurante o te acercas a cualquier comercio, salen a “agobiarte” un poco...
Entramos y consultamos precios para la Bahía de Halong, nos parecieron carísimos y no ofertaban ningún crucero con noche a bordo que al siguiente día nos dejara en Cat Ba, con lo que no nos interesó.
Finalmente contratamos dos excursiones, a lo grande, una para el día siguiente en la Pagoda del Perfume y otra para el 28/10 para visitar Trang An antes de ir hacia Cat Ba.
Las excursiones salen caras, 160$ la Pagoda y 170$ Trang An. Hay que decir que contratamos tours privados, sin autocar ni gente, un poco a nuestra medida. La verdad que no se les puede abaratar las excursiones, se muestran firmes con eso, no se pueden modificar los itinerarios, vamos, que son bastante inflexibles, pero quedamos muy contentos con ambas excursiones...ya llegaremos...
Salimos dirección el Templo de la Literatura, decidimos ir andando desde el Old Quarter; se encuentra a unos 25min andando, pero con el calor sofocante que hacía, llegamos al templo al borde del parraque, sudados a más no poder, muy churretosos... Ojo con el calor que hace en Hanoi, llevar siempre agua (a poder ser fresquita), gorra y protector solar, es imprescindible para no morir en el intento. Lo que más nos impacta, y en orden de alucinaje es; primero, como ya he dicho, el calor sofocante que hace, que mueves los ojos para pestañear y te cae agua por el cogote. Lo segundo, el tráfico; madre mía, no se puede describir si no lo has visto, las fotos no le hacen justicia, es brutal, agobiante e incesante.
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Lo tercero, el olor que hacen las calles... no aptos para asquerosillos... Destacar también la ausencia de aceras para poder caminar con “tranquilidad”. Olvidaros de andar mirando el móvil, olvidaros de “pasear al perro”, (que pocos vivos vimos en Hanoi, la verdad), olvidaros de andar al lado de un amigo e ir charlando... eso no se estila en Vietnam. En Vietnam se anda por la carretera, se juega uno la vida, en serio. Cruzar una calle es una odisea, si eres cristiano agarras un rosario y lo aprietas fuerte, y si no, te cagas vivo, sobretodo las primeras veces que has de cruzar una plaza o una rotonda.
Pasamos por delante de un colegio y es un espectáculo ver a los niños al salir o entrar al cole; van todos uniformados y son una monería. Hay un montón de críos en Vietnam, y todos guapísimos
De camino el colega se compra una gorra porque no es aguantable el calor en la cocorota.
No paro de fotografiarlo todo, gente cocinando, puestos callejeros, vendedoras ambulantes... y hasta la cocinera de un garito de noodles me saluda con la mano para salir maja en la foto
Pasamos por delante de un colegio y es un espectáculo ver a los niños al salir o entrar al cole; van todos uniformados y son una monería. Hay un montón de críos en Vietnam, y todos guapísimos
De camino el colega se compra una gorra porque no es aguantable el calor en la cocorota.
No paro de fotografiarlo todo, gente cocinando, puestos callejeros, vendedoras ambulantes... y hasta la cocinera de un garito de noodles me saluda con la mano para salir maja en la foto
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El Old Quarter es un pequeño espectáculo en vivo todas las horas del día...
Vemos alguna calle por la que cruza la vía del tren, un espectáculo digno de ver.
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Dejamos la visita de esta zona en profundidad para otro momento, ahora nuestro objetivo es llegar vivos a destino.
Conseguimos llegar al templo sanos y salvos, no sabemos cómo.
La entrada al templo fueron 15.000 VND por persona, y la verdad, no nos encandiló demasiado. Se trata de la Universidad más antigua del país. Lo más chulo es la puerta, y no hace falta pagar para verla...pero bueno, entramos e hicimos la visita del médico. Vimos un montón de chicas jóvenes que estaban haciéndose fotos para la graduación, iban muy graciosas vestidas, casi me gustó más verlas a ellas que el templo en sí...
Conseguimos llegar al templo sanos y salvos, no sabemos cómo.
La entrada al templo fueron 15.000 VND por persona, y la verdad, no nos encandiló demasiado. Se trata de la Universidad más antigua del país. Lo más chulo es la puerta, y no hace falta pagar para verla...pero bueno, entramos e hicimos la visita del médico. Vimos un montón de chicas jóvenes que estaban haciéndose fotos para la graduación, iban muy graciosas vestidas, casi me gustó más verlas a ellas que el templo en sí...
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Esta es la puerta de entrada al templo vista desde dentro.
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Al salir, entramos en una tienda de telefonía (era para fotografiar, pero nos dió corte..., minúscula, un mostrador lleno de cables liaos unos con otros, parecía un marrampiño ) pero nos vendieron una tarjeta SIM de 11 Gigas para la Tablet y así poder disponer de Internet cuando nos pete. Nos costó 6$ y nos duró para todo el viaje, sobándonos alrededor de 9 Gigas, usándola a diario para consultar cosas en Internet y usar el Whats App y el Skype. ¡¡Recomendado!!
Después de un ratito por allí, la idea era ir andando hasta el Mausoleo de Ho Chi Minh, como a unos 15 min. andando desde allí... Eran cerca de las 12h y no queremos morir jóvenes, así que cogimos un taxi de la compañía Mai Linh (son de color verde, muy reconocibles y fiables), y nos costó menos de 1 euro llegar hasta allí. Al llegar al complejo, estaban varios accesos cortados por obras y tuvimos que dar un vueltón de la leche, llegando al mausoleo de Ho Chi Minh muy churretosos de nuevo.
Estaba cerrado al ser más de las 12h, tiene unos horarios un tanto complicados, así que no pudimos entrar dentro, y nos tuvimos que conformar con ver la bandera vietnamita gigante y el imponente edificio donde se encuentran los restos del presidente vietnamita, siempre custodiado por guardias.
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Queríamos ver la Pagoda del Pilar Único, que se encuentra al lado del complejo de Ho Chi Minh, pero no sabemos por qué no fuimos capaz de dar con ella. Estaban todos los accesos cerrados, preguntamos a varios guardas y gente que pasaba por allí y nos mandaban a un lado y a otro pero siempre sin poder encontrar la entrada, parecía una puñetera gin cana del sudor, con lo que al final, desistimos y pensamos “venga va, para la próxima”.
Cogimos otro taxi de la misma compañía y fuimos hacia el Old Quarter de nuevo, parando en la plaza Quảng trường Đông Kinh Nghĩa Thục (ahí lo lleváis), que es la plaza del traficazo (como nosotros la bautizamos), y donde es típico subirse a la terraza de uno de los bares y ver la movida desde arriba. No subimos al típico, el Higlhands Coffee, y fuimos a otro que está al lado y era más barato. Al subir arriba nos preguntaron si queríamos fuera o dentro; al decir fuera pusieron cara de alucinadas; dentro se estaba bien (aire acondicionado, sofás bien majos, hasta había vietnamitas haciendo la siesta), y fuera era un poco infernal (silla de culo carpeta y calor bochornoso), pero oye, somos guiris, venimos a sufrir. Nos pedimos un par de birras y fuimos dios por un ratito, contemplando el espectáculo del tráfico con el lago Hoan Kiem a tocar.
Cogimos otro taxi de la misma compañía y fuimos hacia el Old Quarter de nuevo, parando en la plaza Quảng trường Đông Kinh Nghĩa Thục (ahí lo lleváis), que es la plaza del traficazo (como nosotros la bautizamos), y donde es típico subirse a la terraza de uno de los bares y ver la movida desde arriba. No subimos al típico, el Higlhands Coffee, y fuimos a otro que está al lado y era más barato. Al subir arriba nos preguntaron si queríamos fuera o dentro; al decir fuera pusieron cara de alucinadas; dentro se estaba bien (aire acondicionado, sofás bien majos, hasta había vietnamitas haciendo la siesta), y fuera era un poco infernal (silla de culo carpeta y calor bochornoso), pero oye, somos guiris, venimos a sufrir. Nos pedimos un par de birras y fuimos dios por un ratito, contemplando el espectáculo del tráfico con el lago Hoan Kiem a tocar.
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En la foto no se aprecia, pero hay momentos de auténtico kaos.
Estrenamos nuestra tarjeta SIM en la Tablet, y vemos que funciona estupendamente; saludamos a los de casa y preguntamos cómo anda nuestra Sofi, (nuestra perrhumana ).
Salimos de nuevo a la calle, y aquí viene nuestro primer timo. Una mujer (la misma) llevaba desde ayer por la noche intentando vendernos unos dulces, como una especie de buñuelos-churros. No tenían mala pinta y el hambre apretaba, así que decidimos comprarle una bolsita. A la hora de pagar nos dice el precio y entendemos 15.000, lo que nos parece más o menos razonable, pero luego la mujer nos dijo que eran 150.000. Nos quedamos así como flasheados, pero eramos muy novatos, no llevábamos ni 24h allí y no pensamos lo que eran en realidad 150.000 VND, que son alrededor de los 7 euros, vamos, el timo del siglo. Y picamos.
Son los buñuelos más caros que me he comido en mi vida. En fin, después de darnos cuenta del sablazo que nos acababan de meter, decidimos ser más cautos a la hora de comprar cualquier cosa y saber decir que no si algo no nos cuadraba...
Dimos una vuelta por la zona, sin demasiado atractivo cultural; la gracia del centro está en ver la vida de los vietnamitas, como compran y venden, como cocinan en la calle, como comen a todas horas, el traficón...
Paramos a comer en una callecita tranquila en un local bastante cutrillo lleno de currelas vietnamitas que se estaban poniendo ciegos a comida y cervezas. Pedimos unos Pho Bo vegetarianos (una sopa de verduras con fideos, básicamente) para mi y unos noodles para el, además de unos nems (bastante ricos) y dos cervezas (a 15.000 cada una, un gangón). No salió la comida por menos de 7 euros, no nos lo podíamos creer.
Estrenamos nuestra tarjeta SIM en la Tablet, y vemos que funciona estupendamente; saludamos a los de casa y preguntamos cómo anda nuestra Sofi, (nuestra perrhumana ).
Salimos de nuevo a la calle, y aquí viene nuestro primer timo. Una mujer (la misma) llevaba desde ayer por la noche intentando vendernos unos dulces, como una especie de buñuelos-churros. No tenían mala pinta y el hambre apretaba, así que decidimos comprarle una bolsita. A la hora de pagar nos dice el precio y entendemos 15.000, lo que nos parece más o menos razonable, pero luego la mujer nos dijo que eran 150.000. Nos quedamos así como flasheados, pero eramos muy novatos, no llevábamos ni 24h allí y no pensamos lo que eran en realidad 150.000 VND, que son alrededor de los 7 euros, vamos, el timo del siglo. Y picamos.
Son los buñuelos más caros que me he comido en mi vida. En fin, después de darnos cuenta del sablazo que nos acababan de meter, decidimos ser más cautos a la hora de comprar cualquier cosa y saber decir que no si algo no nos cuadraba...
Dimos una vuelta por la zona, sin demasiado atractivo cultural; la gracia del centro está en ver la vida de los vietnamitas, como compran y venden, como cocinan en la calle, como comen a todas horas, el traficón...
Paramos a comer en una callecita tranquila en un local bastante cutrillo lleno de currelas vietnamitas que se estaban poniendo ciegos a comida y cervezas. Pedimos unos Pho Bo vegetarianos (una sopa de verduras con fideos, básicamente) para mi y unos noodles para el, además de unos nems (bastante ricos) y dos cervezas (a 15.000 cada una, un gangón). No salió la comida por menos de 7 euros, no nos lo podíamos creer.
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Tras la comida, y como estábamos cerca del hotel, decidimos ir a la habitación y descansar un rato, aún teníamos el cuerpo medio de jota tras el largo viaje.
Tras el descansilo salimos de nuevo a la calle ya siendo noche cerrada, antes de las 18h ya anochece en Vietnam en esa época del año... una pena porque las visitas del día se limitan mucho, aunque la noche vietnamita tiene su aquél... La vida sigue pero de noche. Los mismos vendedores ambulantes, el mismo traficazo, las mismas personas haciendo las mismas cosas (lavar pescado al lado de la alcantarilla, cortar carne en el suelo al lado de las motos aparcadas, limpiar caracoles en barreños de origen dudoso, fumarse un cigarrillo tumbado en una moto, dormir la siesta tumbado en la moto (sí sí, en serio), hablar a voces, buscar a algún turista despistado e intentar venderle algo, ofrecer masajes a todo ser que pase por la calle, pitar con la moto sin cesar, cargar mercancías imposibles en las minimotos... ).
Nos acercamos al Mercado Nocturno, que solo se monta los findes y a partir de las 19h, en la calle Hang Dao. Según lo que leímos, el mejor día para ir son los viernes noche, y justo es viernes, con lo que pallá que vamos.
A ver, mucha gracia la verdad es que no le vimos. Es un mercado como otros tantos que nos iríamos encontrando a lo largo del país. Venden ropa, decoración, electrónica, abalorios...; todo se compra regateando, cosa que acaba agotando un pelín y a veces por pereza de no ponerte al lío pasas de largo y no haces la compra. También tenemos que tener en cuenta que íbamos con mochilas (bastante petadas ya desde Barcelona) y que no nos podíamos descantillar demasiado comprando cosas si no queríamos tener que facturar otra maleta.
Así que las compras en el mercado se limitaron a un pantalón y unas pulseritas muy majas (y que aún llevo puestas ).
Habíamos leído en la guía (Lonely Planet) y en foros, que cuidado con los objetos de valor en el mercado. La verdad que no tuvimos ninguna sensación de inseguridad ni tuvimos ningún percance, pero la precaución siempre mejor tenerla.
Tras el descansilo salimos de nuevo a la calle ya siendo noche cerrada, antes de las 18h ya anochece en Vietnam en esa época del año... una pena porque las visitas del día se limitan mucho, aunque la noche vietnamita tiene su aquél... La vida sigue pero de noche. Los mismos vendedores ambulantes, el mismo traficazo, las mismas personas haciendo las mismas cosas (lavar pescado al lado de la alcantarilla, cortar carne en el suelo al lado de las motos aparcadas, limpiar caracoles en barreños de origen dudoso, fumarse un cigarrillo tumbado en una moto, dormir la siesta tumbado en la moto (sí sí, en serio), hablar a voces, buscar a algún turista despistado e intentar venderle algo, ofrecer masajes a todo ser que pase por la calle, pitar con la moto sin cesar, cargar mercancías imposibles en las minimotos... ).
Nos acercamos al Mercado Nocturno, que solo se monta los findes y a partir de las 19h, en la calle Hang Dao. Según lo que leímos, el mejor día para ir son los viernes noche, y justo es viernes, con lo que pallá que vamos.
A ver, mucha gracia la verdad es que no le vimos. Es un mercado como otros tantos que nos iríamos encontrando a lo largo del país. Venden ropa, decoración, electrónica, abalorios...; todo se compra regateando, cosa que acaba agotando un pelín y a veces por pereza de no ponerte al lío pasas de largo y no haces la compra. También tenemos que tener en cuenta que íbamos con mochilas (bastante petadas ya desde Barcelona) y que no nos podíamos descantillar demasiado comprando cosas si no queríamos tener que facturar otra maleta.
Así que las compras en el mercado se limitaron a un pantalón y unas pulseritas muy majas (y que aún llevo puestas ).
Habíamos leído en la guía (Lonely Planet) y en foros, que cuidado con los objetos de valor en el mercado. La verdad que no tuvimos ninguna sensación de inseguridad ni tuvimos ningún percance, pero la precaución siempre mejor tenerla.
Nos acercamos a la calle de las medicinas orientales, cerca del mercado; se trata de la Calle Lan Ong. Cerca se encuentra la calle de las lápidas, pero al ser ya de noche la mayoría de tiendas estaban cerradas y solo pudimos ver alguna que otra.
En Lan Ong, todavía quedaban muchas tiendas abiertas y pudimos comprar bálsamo de tigre (tenía varios encargos de familiares y amigos que querían para cuando les diera un arrechucho de lumbago). Regateando, nos tangaron al cambio 1 euro por botecito. Más adelante conseguiríamos botes por medio euro... es cuestión de aprender y perder la vergüenza.
Tras las compras vamos andando hasta el lago Hoam Kiem, lleno de gente y vidilla, con concierto al aire libre con grupies incluidos (la música, de traca). Vemos el puente Huc, iluminado de noche. Nos acercamos al Templo Ngoc Son, abierto también de noche. Pero cuando vemos que hay que pagar entrada lo dejamos para visitarlo de día.
En Lan Ong, todavía quedaban muchas tiendas abiertas y pudimos comprar bálsamo de tigre (tenía varios encargos de familiares y amigos que querían para cuando les diera un arrechucho de lumbago). Regateando, nos tangaron al cambio 1 euro por botecito. Más adelante conseguiríamos botes por medio euro... es cuestión de aprender y perder la vergüenza.
Tras las compras vamos andando hasta el lago Hoam Kiem, lleno de gente y vidilla, con concierto al aire libre con grupies incluidos (la música, de traca). Vemos el puente Huc, iluminado de noche. Nos acercamos al Templo Ngoc Son, abierto también de noche. Pero cuando vemos que hay que pagar entrada lo dejamos para visitarlo de día.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras el paseíto, llega el momento de buscar lugar para cenar. Escogemos el New Day, en la calle Ma May. No tenemos demasiado hambre, hemos comido tarde y el estómago del colega está algo revuelto, así que pedimos unos nems y un tofu con tomate acompañado de arroz (cómo no) y ya hemos cenado. Nos atiende una chica que está muy embarazada y muy resfriada, Vietnam is different .
La cuenta no llega a 5 euros al cambio, comer así da muuuucho gusto.
Tras la cena, en la misma calle, hay un montón de terrazas para tomar algo, y eso hacemos. Nos sentamos en la primera mesa libre que vemos y nos tomamos una cerveza y un té viendo la vida pasar. Hay un montón de niños, todos monísimos, hubiéramos raptado a más de uno/a... Mucha gente parriba y pabajo. Mucha moto. Mucho calor. Mucho todo...es el país de los “muchos”...
La cuenta no llega a 5 euros al cambio, comer así da muuuucho gusto.
Tras la cena, en la misma calle, hay un montón de terrazas para tomar algo, y eso hacemos. Nos sentamos en la primera mesa libre que vemos y nos tomamos una cerveza y un té viendo la vida pasar. Hay un montón de niños, todos monísimos, hubiéramos raptado a más de uno/a... Mucha gente parriba y pabajo. Mucha moto. Mucho calor. Mucho todo...es el país de los “muchos”...
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Justo enfrente de la terraza hay una tienda de alquiler de motos... vemos que no alquilan a turistas y que los habitantes de Hanoi son muy de alquilarlas para moverse. Sale muy barato (menos de 5$ el día entero) y por lo que nos enteramos después, comprar una moto en Vietnam no es nada barato, así que entendimos el negociazo del renting.
Son casi las 23h, y mañana madrugamos bastante, ya que hemos contratado la excursión para visitar la Pagoda del Perfume. Así que toca recogerse, buenas noches Hanoi...
Son casi las 23h, y mañana madrugamos bastante, ya que hemos contratado la excursión para visitar la Pagoda del Perfume. Así que toca recogerse, buenas noches Hanoi...