Domingo 26 de Junio
Hemos dormido como 2 bebes, en la enorme cama, parecía que al cuerpo se le hubiesen olvidado ya los más de 3.000 km de coche por la costa oeste.
Vuelve a amanecer el día con algo de nubosidad, pero no nos importa nada. Estamos en el paraíso.
En cuanto abren el restaurante, nos vamos a desayunar. La calidad y cantidad de la comida es muy buena, y puedes desayunar de todo, dulce, salado, tortillas o huevos hechos al momento por un cocinero, fruta exquisita, zumos, cafes… vamos un buffet acorde al nivel del hotel.
Bien saciados para aprovechar de nuevo el día, hoy teníamos intención de alquilar un coche por unas horas para dar una vuelta a la isla, pero al final decidimos que nos quedamos a hacer el vago en el hotel.
Nos vamos a la playa y nos vamos a dar una vuelta en kayak (1 hora gratuita), y tenemos nuestro primer contacto con un tiburón de puntas negras, que vemos a lo lejos.
Y al poco de estar de nuevo tumbados, aparece la jefa de recepción a buscarnos, para decirnos que nos cambian de habitación, que cuando queramos podemos ir a la nueva. Así que como apenas habíamos deshecho las maletas el día anterior, le decimos que en un rato vamos, y que simplemente dejemos las maletas cerradas, en la habitación que ellos se encargan de llevarlas a la nueva. Habitación 507, un overwater bungalow.
Unos videos también para dar un poco más de envidia.
Además desde gerencia nos habían dejado una carta donde nos invitaban a unos cocktails en el bar de la piscina por las molestias.
Nos quedamos toda la tarde disfrutando de la nueva habitación, entre baño, sol y cerveza, aunque de vez en cuando algún amigo pasaba por debajo a saludar, jejeje… la verdad que impresiona. Mi mujer decía que no se metía más, que cada vez que se tiraba al agua aparecía uno a comerle.
Al atardecer nos vamos al bar a tomar el cocktail gratis, y como al día siguiente tenemos la excursión en quad, decidimos quedarnos a cenar en el hotel, para estar más tranquilos.
Atardecer en la piscina
Pues bien, todo lo contrario, tardaron un montón de rato en servirnos, de hecho en la mesa de al lado, se quejaron, de lo que estaban tardando, pero bueno, estás de vacaciones, no te vas a enfadar, pero la verdad que tardaron muchísimo.
1 plato de nachos para compartir, 2 hamburguesas, y 2 refrescos, total 6.360 XPF (53 €), y las hamburguesas nada del otro mundo.
De vuelta en la habitación nos abrimos la botella de champagne que nos habían regalado al llegar, y terminamos el día observando el mar bajo las estrellas.