La Val Gardena/Gröden ofrece múltiples posibilidades de senderismo; en total hay 12 remontes. Es una zona que nos hubiera gustado explorar, pero se coló demasiado tarde en nuestro planteamiento inicial, así que la tenemos pendiente para la próxima.
Escogimos Selva Gardena/Wölkenstein como pueblo representativo del valle, del que parte el remonte a Dantercëpies. Dejamos el coche en el aparcamiento Nives, en Strada Nives. Desde aquí cruzamos a la casa de la cultura, desde la que hay dos caminos: Plan y Selva. Seguimos por este segundo a la derecha. Es sencillo, llano y va en sentido contrario al centro histórico de Selva.
Según nos alejamos, vamos teniendo una mejor perspectiva de la ciudad arropada por las montañas. Los hotelitos que vamos viendo enfrente nos dejan claro que el turismo que viene aquí tiene poder adquisitivo.
Volvemos al centro y por la calle Nives subimos, pasando el Ayuntamiento; a mano derecha encontramos la Strada Col da Lech que nos lleva hasta la iglesia (al lado hay un Spar), de planta octogonal y curiosas vidrieras, enfrente del colegio.
Estamos un buen rato jugando en un parque infantil en la misma calle Nives, enfrente del hotel de cinco estrellas Gran Baita y decidimos subir al Passo Gardena/Grödner Joch. Se llega después de unos cuantos "tornanti" y desde la lejanía ya se adivina su majestuosidad.
El Passo conecta Gardena con la zona de Badia (otra pendiente para la próxima) y forma parte también del “Sella Ronda”.
Hay un aparcamiento de 5€ al día; nosotros aparcamos en una pequeña zona recreativa al borde de la carretera y comemos bajo las moles descomunales de piedra. Parece que podemos tocarlas con la mano y, a la vez, nos sentimos casi invisibles.
Cerca está la estación del telesilla que sube al refugio Dantercëpies, a los pies del Gran Cir. Desde aquí se puede subir también al Piz Boé y es que nos siguen acompañando las mismas cimas que veíamos desde Fassa: el grupo del Sella, Marmolada, la trasera del Sassolungo y Sasso Piatto, junto a las de Puez.
Pasamos por Castelrotto a ponernos el bañador y el resto de la tarde lo pasamos en la piscina de Mar Dolomit, en Ortisei/St. Ulrich. En el camino de Ortisei a Castelrotto, en Roncadizza, vigila este Moisés tallado en madera.
Continuaremos...