Desde 2015, siempre que llega la Semana Santa aprovecho para viajar fuera de España buscando un lugar donde las calles no estén abarrotadas de gente. Aunque mi presupuesto es limitado, para este 2017 me decanté por una de las ciudades más caras del mundo: Oslo. Había oído toda clase de comentarios acerca de esta ciudad: Que si es carísima, que si una cerveza cuesta 12€, etc. Como a mí me gustan los retos, decidí comprobar si es posible hacer Oslo “low cost”.
Para ello, había que renunciar a ciertas comodidades y organizarse muy bien los días. He aquí algunos consejos para ahorrar algunos euros:
- Llevar algo de comida. Yo por ejemplo llevé nueces, galletas, almendras, jamón, queso, algo de pan, chocolate, alguna pieza de fruta…
- Renunciar a los hoteles convencionales: airbnb es tu aliado. Pasé cuatro noches por 110€ a través de esta página, lo cual no está del todo mal.
- Llevar el carné de estudiante, por si las moscas.
- Leer e informarse sobre qué ver en la ciudad. O mejor dicho, saber qué te interesa ver en la ciudad, así como el precio y los horarios de visita. Un planning bien estructurado os permitá ahorrar en la mayoría de los casos.
- Otra cosa no menos importante que te ayuda a ahorrar, a no ser que decidas viajar solo, es elegir un buen compañero de viaje. Este punto es un tanto más delicado porque la situación de cada uno es muy variable (grupos grandes de personas, viejes con niños, etc.) Por suerte, un buen amigo mío de la facultad va del mismo “rollo” que yo: aguantamos largas caminatas y condiciones adversas sin quejarnos. No somos muy fanáticos de los museos (sólo los justos), ya que preferimos contemplar paisajes ya sean naturales o urbanos. No tenemos problemas en pegarnos el madrugón si con ello logramos evitar aglomeraciones de gente o ver algún que otro amanecer. En definitiva, viajamos de forma un poco “sufrida”, pero al final tiene su recompensa.
Para ello, había que renunciar a ciertas comodidades y organizarse muy bien los días. He aquí algunos consejos para ahorrar algunos euros:
- Llevar algo de comida. Yo por ejemplo llevé nueces, galletas, almendras, jamón, queso, algo de pan, chocolate, alguna pieza de fruta…
- Renunciar a los hoteles convencionales: airbnb es tu aliado. Pasé cuatro noches por 110€ a través de esta página, lo cual no está del todo mal.
- Llevar el carné de estudiante, por si las moscas.
- Leer e informarse sobre qué ver en la ciudad. O mejor dicho, saber qué te interesa ver en la ciudad, así como el precio y los horarios de visita. Un planning bien estructurado os permitá ahorrar en la mayoría de los casos.
- Otra cosa no menos importante que te ayuda a ahorrar, a no ser que decidas viajar solo, es elegir un buen compañero de viaje. Este punto es un tanto más delicado porque la situación de cada uno es muy variable (grupos grandes de personas, viejes con niños, etc.) Por suerte, un buen amigo mío de la facultad va del mismo “rollo” que yo: aguantamos largas caminatas y condiciones adversas sin quejarnos. No somos muy fanáticos de los museos (sólo los justos), ya que preferimos contemplar paisajes ya sean naturales o urbanos. No tenemos problemas en pegarnos el madrugón si con ello logramos evitar aglomeraciones de gente o ver algún que otro amanecer. En definitiva, viajamos de forma un poco “sufrida”, pero al final tiene su recompensa.