9. CAYO GUILLERMO ✏️ Diarios de Viajes de Cuba

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DIA 17: TRINIDAD - MORON

Ya podéis haceros una idea que cuando abrimos los ojitos no estabamos para ir a hacer la excursión al Valle de los Ingenios, lo tuvimos bastante claro: era hora de coger carretera y manta y volver hacia Morón, nos apetecía muchísimo volver a los Cayos y ver a nuestro amigo Pedro, pero antes de eso queríamos ir al Viazul a comprar los billetes del bus desde Ciego de Ávila a Holguín, ya que en Morón no hay. Mientras ibamos caminando nos encontramos a uno de nuestros cubanitos, Osvaldo, y fijaos si es bueno que vino con nosotros hasta allí, nos acompañó a comprar el desayuno (3 cafés y 2 baguettes por 9CUC) y luego nos llevó a que cogiesemos un taxi colectivo dirección a Morón. El billete de Ciego a Holguín nos costó 17CUC/persona y lo cogimos para dos días después a las 2:30 de la mañana, porque el único que quedaba. (Cuando tengais claro que vais a coger bus y además sabéis el día/hora, os recomiendo que lo compréis, esto se puede hacer desde cualquier Viazul, no hace falta estar en la misma ciudad, y os va a salvar de que os veáis luego sin nada).

El colectivo a Morón nos costó 25CUC/persona y tardó unas 3 horas y media.

Al llegar allí fuimos directamente a la casa que nos hubiese gustado quedarnos la primera vez: Hostal Alicia, pero estaban llenos y nos recomendaron otra casa, que no podríá haber sido mejor: Hostal Doña Anita, que era la abuelita de la casa, por lo que su hija, una señora mayor llamada Elizabeth se encargaba del negocio. Fueron unas de las familias más amables (aunque ya sé que sigo repitiendo esto durante todo el viaje!), tuvimos conversaciones muy interesantes con ella y con su marido y nada más llegar nos preparó un jugo de guayaba riquísimo.

Aprovechamos para descansar un rato y después lavamos la ropa que llevábamos sucia. Y para espabilarnos nos prepararon un cafelito, sin leche por supuesto!

Era hora de llamar a Pedro, nuestro taxista, para concertar la hora para mañana!

Teníamos más que claro que el sitio para ir a cenar era Turbo Pizza! Y allí pedimos 2 pizzas familiares y 2 refrescos por 5CUC. Fue muy gracioso que estando allí nos encontramos a una pareja de Chiclana!! Y es que el mundo es tan grande, pero a la vez tan pequeño! (Creo que ya os he mencionado que somos gaditanos).

Después de charlotear un ratazo con ellos y de disfrutar por allí viendo como los niños se entretienen con cualquier cosa para jugar, nos fuimos a casa para pasar un rato más agradable aún si cabe con nuestros anfitriones.

DIA 18: MORON - CAYO GUILLERMO

Bien tempranito en pie, con el desayuno ya preparado para nosotros (4CUC/persona). Ya de camino aprovechamos para llevarnos algo al Cayo: bocaditos, fruta y dulces. Elizabeth nos dijo que su hijo trabajaba en el chiringuito de allí y que por favor le hiciéramos el favor de llevarle su comida, que por supuesto ni lo pensamos!

Mientras estábamos desayunando sonó el teléfono, y yo ya presentía que sería Pedro y que no podía venir. Por desgracia no me equivoqué, pero en su lugar vino su hijo Yainel, así que al menos pudimos seguir con nuestro plan.

Vino a recogernos sobre las 9 de la mañana y aunque lo teníamos todo preparado, cuando acababamos de salir nos preguntó Yainel si llevábamos pasaporte, y.. No! Se nos había olvidado, así que de nuevo tuvimos que volver. (Menos mal que estábamos aún cerca). El taxi lo compartíamos con una pareja francesa, ella hablaba un poco de inglés, pero él nada de nada, así que ella iba traduciendo todo el tiempo. Nosotros, como siempre, íbamos sentados delante y hablando todo el camino.

Una vez más tuvimos la gran suerte de poder disfrutar de esta maravilla de playa, de verdad que no me cansaría de verla ni aunque fuese todos los días. Esa conversación la tuvimos precisamente con el hijo de Elizabeth, la suerte que tenía de trabajar allí al pie de playa. No nos acordamos de su nombre, pero era buenísimo, hasta nos invitó a un cóctel, e incluso quería que nos quedasemos allí una noche más para invitarnos a su casa a una barbacoa! Y es que una vez más lo tengo que repetir: qué gran corazón que tienen los cubanos!!!



De vuelta de la playa paramos a comprar unos dulcecitos parecido a los phoskitos, que queríamos llevárselos a la familia, por 2.50CUC (un paquete de 4). Al llegar a la casa estuvimos charlando un ratazo con ellos y ya teníamos que ducharnos y prepararnos porque habíamos quedado a las 10 en el parque Martí con Pedro que venía a despedirse de nosotros y con Yainel, que nos llevaría a la estación de Ciego para coger el bus hacia Holguín.

Nos hizo muchísima ilusión ver a nuestro Pedro, yo me quité una espinita porque quería verlo para asegurarme que estaba bien. Por la mañana no pudo llevarnos a la playa porque tuvo que ir a hacerse un chequeo médico. Y es que es un amor de persona!!

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