Día 15 de agosto. Martes
Otro día que me levanto antes de que suene el despertador. Ha estado toda la noche lloviendo y sigue. Tras esperar a que mi pareja se despierte, nos ponemos con el desayuno, todavía con algo de molestia en los estómagos por el picante de la noche anterior. Tras montar todo, al coche para ir al aeropuerto de Adelaida.
Cuando reservé el vuelo en febrero, lo hice a las 11:30 para que así dispusieramos de la tarde en Melbourne, pero los de Jetstar nos lo atrasaron a las 14:20 sin derecho a nada a mediados de abril, haciendo que el día de hoy estuviera medio perdido. La verdad es que fastidia que no veas, te haces unos planes para ahorrar tiempo y al final casi no ganas nada y podríamos haber aprovechado este día para acercarnos directamente con el coche a la GOR o a los Grampians que fue otro de los lugares que descartamos.
El camino hasta Adelaida estuvo marcado por la lluvia y al principio por la espesa niebla que nos hizo ir rezando que no se cruzara ni un animal porque es que no se veía casi nada. Tras llenar el depósito de gasolina ya en la ciudad, dejamos el coche sin problemas. La facturación la hicimo con las máquinas que han puesto los de la compañía, ayudados por los trabajadores que rondaban por ahí. Todo muy rápido.
El vuelo sin problemas. A las 16:15 llegó a Melbourne. El día estaba nublado y hacía fresquito. Tras coger las maletas, salimos a adquirir un par de tickets del Skybus, nos montamos en el primero que llegó y comprobamos el caos circulatorio de la ciudad. Para nuestra sorpresa el autobús nos dejó en la terminal de autobuses, que estaba lejos de nuestro hotel, el Causeway on the Mall. Tras hablar con nuestro spanenglish nos enteramos de que hay que esperar a que venga otro autobús que ya nos va redirigiendo por zonas, según nuestro hotel. Así que tras la espera nos montamos en el que nos toca y nos lleva al centro, donde solo avanzas 100 metros cada 5 minutos. Bajamos en la parada del Town Hall y ya nos dirigimos al hotel, al cual llegamos sin dificultad (bueno, nos equivocamos y nos metimos en otro que estaba al lado y se llamaba Causeway Inn) A lo tonto eran las 6 de la tarde. Como he dicho, todo el día perdido.
Tras dejar las maletas y una duchita rápida salimos a dar una vuelta para ir a cenar. Estuvimos pululando por varios sitios y al final acabamos en un irlandés (para variar) en The Irish Times Pub. Allí permanecimos el resto de la noche, con una ensalada con cordero que echaron en cantidades industriales, buenísimo, y unas cuantas pintas de cerveza (a 10 AUD cada una )
Día 16 de agosto. Miércoles
Hoy tenemos el desayuno incluido, un buffet con desayuno continental que aprovechamos bien para ponernos las botas por si no paramos a comer a mediodía porque vayamos mal de tiempo, ya que hoy emprendemos el trayecto a Port Campbell ya que vamos a realizar la GOR.
Por cierto, el hotel nos costó 144 AUD y está muy céntrico. www.causeway.com.au/ ...-melbourne
Tras el desayuno nos dirigimos con unas ráfagas de viento fuertecillas hacia Frankling St. donde se encuentran las oficinas de Budget. Llegamos a las 9, pero al final no salimos de allí hasta las 9:30. La salida de la ciudad un poco caótica, pero una vez fuera todo es bastante fácil de seguir.
Nuestra primera parada la hacemos en la famosa playa de Bells Beach, en Torquay. Desde el mirador estamos un rato viendo la misma y como los surferos tratan de bailar en la cresta de las olas.
Bells Beach
A continuación nos dirigimos a Anglasea, concretamente a su campo de golf, ya que allí pagando 10 AUD por barba tienes un tour guiado para ver los canguros que hay merodeando por allí. Tras esperar un rato en el hall del club, viene una señora mayor y nos monta en uno de los cochecitos que se utilizan para desplazarse por este tipo de campos. Haciendo unas paradas técnicas para evitar que recibamos unos pelotazos, llegamos a una zona donde hay una buena cantidad de canguros retozando. Allí nos quedamos haciendo video y fotos unos buenos 20 minutos, hasta que nos indica la amable señora que hay que volver. Justo volviendo empieza a caer una buena tromba de agua. La experiencia ha estado bien, pero realmente parece casi más ganado que animales en libertad. Aún así lo recomiendo. Además es en el único sitio donde vi como una cría salía de la bolsa de la madre y luego volvía a entrar.
Canguros de Anglasea Golf Club. En la última foto se ve a la cría fuera de la bolsa de su madre
Nuestra siguiente parada era en Kenneth River donde se decía que había un camping en el que podrías ver koalas. Durante el camino nos llovía a cántaros, salía el Sol, volvía a llover... Cuando nos acercábamos estaba luciendo el Sol, pero fue nada más llegar y empezar a caer una tromba impresionante de agua. Esperamos que parara, cosa que sucedió unos 5-10 minutos después y aprovechamos para salir. Había una aglomeración, sobre todo de asiáticos, con las cacatúas y los loros ya que se te ponían encima esperando pillar algo de comer. Nos dimos una vuelta por el camping, cayendo algunas gotillas de vez en cuando y vimos cuatro koalas, aunque algunos estaban en ramas muy altas. También tuvimos la suerte de ver claramente una cucaburra, un ave simbólica de Australia. Después también caímos en las garras de los loros y cacatúas, que se nos pusieron encima de la cabeza y en el brazo. Fue divertido, aunque nos llevamos un recuerdo "mierdoso" en la ropa. Por cierto, también vi un calamón pukeko. Tras todo esto decir que sí o sí tendréis que parar en Kenneth River si os gustan los animalicos.
Koala y multitud de aves en Kenneth River
El siguiente destino fue Apollo Bay pero solo para comprar unas cervezas para esta noche y unas cuántas provisiones para la cena. De camino compramos unas pringles que nos sirvió para matar el gusanillo.
Nos dirigimos a continuación a Cape Otway, por una carretera rodeada de eucaliptos gigantes. Vimos de pasada un wallaby y poco más, ya que cuando llegamos allí con la intención de visitarlo nos querían cobrar casi 20 AUD a cada uno. No fuimos los únicos que fuimos, vimos el precio y nos volvimos sin hacer la visita. Creía que la entrada era gratuita. Fallo mío por no haberme informado.
De nuevo en la carretera, pasando de lluvia a Sol en cuestión de kms como todo el día, llegamos a Lavers Hill, donde cerca se encuentra el desvío para hacer el Melba Gully Walk , uno de los senderos que tenía apuntado como interesante realizar en este parque nacional de los otways. Por lo visto existen unos gusanos luminiscentes en la zona que hace que este sitio por la noche sea espectacular. Mi mujer me dijo que ella pasaba de hacerlo, que estaba cansada, que lo hiciera yo. Me dio un poco palo dejarla, pero le tenía ganas a la zona y el sendero de 1.2 kms se hace en poco más de media hora. Yo tardé unos 20 minutos ya que hice tramos corriendo.
El sendero está bien preparado, aunque con tanta agua había bastantes charcos. Además había bastantes bajadas y subidas con escaleras por muchos sitios. Aquello es todo verde, verde. El sendero me gustó pero esperaba un poquito más.
Detalles de Melba Gully Walk
Ya en el coche y viendo que eran las 17:10 decidimos ir pitando ya a los Doce Apóstoles que está que se nos echa el día encima. La zona para ver este famoso monumento natural está muy bien preparada y había multitud de coches, aún así encontramos aparcamiento en la zona. Salimos rápidamente, el cielo se está poniendo negro, negro, con unas nubes que no auguran nada bueno. Y es que es llegar justo a las plataformas donde se divisan los bloques de tierra y empieza a diluviar junto con una ventolera que nos hace salir a todo el mundo disparado. Mira que intento hacer alguna foto pero es que con el viento sale todo movido, es inaudito lo que en segundos se ha creado. Llegamos al coche chorreando y decidimos dar por concluido el día. Mañana por la mañana a la vuelta haremos otro intento de visita.
La única foto que pude hacer medio decente
Nuestro alojamiento se encuentra en Port Campbell, el Rest Summers Units www.summersrest.com/ 90 AUD por la noche. La habitación bien grande y más que funcional. Como tienen lavandería, aprovechamos para hacer un par de lavadoras y secadoras, que estamos tiesos de ropa limpia. El resto de la noche lo de siempre, ducha, cena y serie, todo acompañado de una lluvia y frío que parece no querer abandonarnos.
Día 17 de agosto. Jueves
La noche ha sido fría y bastante lluviosa. El techo del alojamiento, de algo parecido a uralita, magnificaba la lluvia y era ligeramente molesto para dormir. Sin embargo cuando nos levantamos hay Sol y nubes. Tras desayunar, montamos las maletas al coche y cogemos la carretera en sentido contrario al de ayer, para volver a Melbourne. De todas formas por la mañana tenemos previsto algunas visitas.
Nuestra primera parada es en en Loch Ard Gorge. Hay varias pasarelas para visitar la zona. Nosotros hicimos un par de ellas. Es bonito, pero la temperatura no es muy alta y el viento sopla que da gusto, por lo que las paradas son para poco más que las fotos de rigor.
Loch Ard Gorge
A continuación fuimos de nuevo a tratar de ver los Doce Apóstoles. Esta vez sí que pudimos verlo bien, aunque se notaba que venían nubes de lluvia.
Nuestro siguiente destino es internarnos en Great Otways National Park y hacer un par de rutas. El problema es que cuando nos vamos acercando cada vez está más y más nublado. De hecho cuando llegamos a la primera excursión que teníamos programada, la ruta de las Triplet Falls, empieza a llover. No hay nadie por la zona, llueve, está oscuro y hace 6 grados. Mi mujer dice que pasa de ponerse mala y que además empieza a dolerle las piernas (supusimos que por el cambio de los 30 grados de los que veníamos al fresquito que hacía por aquí) pero yo le dije que si no le importaba quedarse en el coche me gustaría hacer la ruta de un par de kms. Como no le importó me puse a ello. La ruta, como la de ayer de Melba Gully la hice en parte corriendo y la verdad es que me gustó bastante. Estaba bien acondicionada, era muy frondosa y tenía el aliciente de las cascadas, que bajaban con mucha agua debido a la lluvia de la noche y la que estaba cayendo ahora. La sensación de perdido en el bosque me gustó mucho, lástima que la hiciera medio-corriendo. Llegué al coche chorreando de agua por fuera y de sudor por dentro.
Senda de las Triplet Falls
Volvimos a ponernos en marcha y la idea era hacer otra rutilla, bien la de Hopetoun Falls o ir a ver las secuoyas de por aquí, los California Redwoods. Al final no hicimos ninguna ya que la lluvia ya era diluvio y la temperatura bajó aún más. Por otro lado lo que hicimos fue inconscientemente turismo en coche ya que fuimos por la carretera que cruza totalmente el Parque Nacional, la C159. Carreterucha llena de curvas rodeada de eucaliptos gigantes, con trozos de corteza y ramas por toda la carretera, lloviendo a cántaros, sin cobertura y a veces con rocas en mitad de la misma. No nos cruzamos con algún vehículo. La verdad es que iba un poco acojonadillo. Cuando cogimos la C119 ya fue un alivio, dada su mejor firme y mayor anchura. De allí ya siguiendo el google maps nos dirigimos a Melbourne. Además cuanto más nos acercábamos mejor tiempo hacía.
Llegamos a Melbourne pasada las 15 horas. Dejamos el coche en el parking de un centro comercial próximo al hotel con el que tenían un acuerdo para solo pagar 25 AUD al día (la tarifa normal era una barbaridad) Por cierto, el hotel era el mismo que el de hace dos noches, el Causeway on the mall.
El resto del día no tuvo mucha historia. Nos duchamos y nos fuimos a cenar directamente a una hora casi temprana para ellos al irlandés de la otra vez, lugar que permanecimos el resto del día, calentitos.
Día 18 de agosto. Viernes
Nuestro último día en Australia. Aprovechamos bien el desayuno buffet del hotel y nos ponemos hasta los topes. Cogemos las maletas y vamos al parking a dejarlas metidas en el coche. Luego, como no tenía pensado qué hacer ni que mirar, decidimos ir al Queen Victoria Market para comprar regalillos para la familia. Por el camino vemos los majestuosos rascacielos y nos adentramos en el mercado, repleto de gente. Allí nos tiramos más de dos horas, pasando por todos los locales. Ahí dentro cayó una granizada impresionante y el cielo se cubrió totalmente haciendo bajar más las temperaturas.
Melbourne
Tras las compras de rigor (yo me pillé una camiseta de Australia por 4 AUD, bastante apañada) volvimos al centro comercial donde teníamos el coche. Allí nos pusimos a mirar por internet a dónde podríamos ir a comer y al final decidimos ir a uno que se llama Nevermind (que tiene pinta de rockerillo) Lo curioso es que no está en Melbourne propiamente dicho, sino en uno de los pueblos ya comidos por la ciudad. Tardamos más de media hora en llegar para hacer los menos de 7 kms. Aquello era un caos circulatorio, y estuvimos a punto de tener un accidente en un cruce porque a saber quién tienen preferencia. Llegamos al pub bastante tarde, de hecho ya estaba más próxima la hora de cenar de ellos que la de comer. De todas formas como la cocina no la cerraban pues da igual. Allí ni me acuerdo que pedimos, lo único que recuerdo es que picaba más que el diablo. Tras una cervecita nos fuimos. Aquello era bastante feíllo y además hacía frío en el interior.
Aburridos decidimos irnos ya para el aeropuerto. Nuestro vuelo, con Qatar de nuevo salía a las 21:40. Tardamos lo suyo en llegar a la oficina de Budget en el aeropuerto. Además nos perdimos una vez (nos colamos la salida) y luego cuando llegué a la oficina me dí cuenta de que no habíamos llenado el depósito de gasolina, por lo que tuvimos que salir de nuevo. Tras dejar el coche sin problemas y facturar las maletas nos dirigimos a nuestra terminal, que la verdad estaba lejillos y estuvimos bastante rato esperando para pasar los controles, bastante más rigurosos que en los vuelos internos.
Ya en nuestra terminal dimos las típicas vueltas por las tiendas esperando la salida del avión.
El viaje de vuelta fue algo más largo que la ida, ya que la escala en Doha fue de casi tres horas, pero aún así se hizo menos pesado de lo esperable, entre las horas de sueño, la guía de Canadá que ya me estoy estudiando para el siguiente viaje y las pelis (Yo ví Los guardianes de la galaxia 2, que me pareció un trullo comparado con la primera)
Llegamos a Madrid, pasadas las 1 de la tarde del sábado día 19. Aún teníamos más paliza, ya que recogimos nuestro coche del parking de larga estancia de la T4 e hicimos el camino de tres horas hasta Jaén, al cual llegamos exhaustos y a 41º. Ains, veranito, veranito.
Para finalizar este diario, diré que el viaje me ha gustado bastante, pero es un viaje caro (pudimos gastarnos entre los dos más de 9000 euros) donde te dejas encima muchas cosas sin ver. Luego, cambiaría algunas cosas. Para empezar las Blue Mountains me parecen totalmente prescindibles en su parte más turística. No sé si otras zonas son más atractivas, pero las que nosotros visitamos no me gustaron. Fraser Island es para disfrutarla en todoterreno por libre. Aviones internos coger los indispensables. Nosotros cogimos demasiados para ahorrar tiempo y al final no lo hicimos porque las compañías aéreas luego te cambian los horarios como le placen. Mejor hacerlo en coche, que todo es más previsible y posiblemente ahorras dinero. Y la Isla Canguro es imprescindible si uno de tus objetivos es ver fauna salvaje.
Espero que este diario sirva de ayuda como muchos otros me lo han sido para mí. Hasta la próxima
FIN