No quiero dejar de recomendar que Edimburgo bien merece, al menos, un par de días. Debido a los pocos días que teníamos para nuestro recorrido y que les hice un poco el lío a mi mujer y a mi amigo por eso de haber estado viviendo ya 3 meses en la ciudad, le dedicamos solo un día. Eso sí, lo aprovechamos a tope.
Nos gustan mucho los Free Tours y hemos hecho varios con Sandeman´s en otras ciudades. Es una buena forma de tener un primer contacto con la ciudad para luego explorarla por tu cuenta. Como teníamos poco tiempo decidimos contratar otros dos tours, el de la ciudad nueva y el de los fantasmas. Nos gustó el Free Tour, quizás el de la ciudad nueva, si hubiésemos tenido más tiempo para ir por nuestra cuenta lo hubiésemos descartado y el de los fantasmas no está mal y visitas otras zonas como Carlton Hill.
¡¡Empezamos nuestro viaje!!
Salimos de nuestro hotel con nuestra inseparable compañera en el resto del viaje, la lluvia. Hay un paseo de unos 15 minutos desde The Cairn Hotel hasta la Royal Mile atravesando Waverley por North Bridge.
Royal Mile
El Free Tour de Sandeman´s como muchos otros sale desde la Royal Mile frente al Starbucks de High Street. El tour duró unas tres horas. Comenzamos por la Royal Mile, concretamente en Mercat Cross, punto neurálgico para comerciantes, al lado de la Catedral de St. Giles. A parte de mercado, este lugar es famoso por ejecuciones y torturas. A Mercat Cross se llevaba a los ladrones y se les clavaba la oreja a una madera. El ladrón tenía dos opciones, aguantar todo un día o escapar dejando parte de su oreja ahí y quedando marcado de por vida. En la parte superior hay un unicornio, símbolo de Escocia.
Mercat Cross
Continuamos visitando la Catedral de St. Giles. No podéis perderos en su interior la Capilla del Cardo (Thistle Chapel) y por supuesto buscar el angelito que está tocando la gaita. No os lo desvelo
Saint Giles
En esta catedral dio comienzo la Guerra de los Obispos cuando una mujer, Jenny Geddes le tiró una silla al decano que estaba leyendo un nuevo libro de oraciones. Este suceso desembocó en importantes disturbios. Empezamos a vislumbrar como se las gastan los escoceses
Frente a la puerta principal hay un corazón hecho con baldosas en el suelo. Es el único sitio donde puedes escupir sin que la policía te multe si te pilla. La tradición de escupir en este punto viene porque era un lugar odiado por los habitantes de Edimburgo ya que marcaba la posición de la antigua cárcel y que junto a ese punto se cobraban los impuestos.
Visitamos también el ayuntamiento y la estatua de la plaza. Fijaos en las orejas del caballo. Son de cerdo. Una venganza del escultor por no pagarle lo acordado.
Desde aquí fuimos caminando hasta el cementerio de Greyfriars. En el camino pasamos por el pub The Elephant House, en Candlemarket Road, donde la escritora J.K.Rowling escribió Harry Potter.
The Elephant House
En el cementerio destaca, en la entrada, la tumba del perrito Bobby, símbolo de lealtad ya que estuvo yendo a la tumba de su dueño, el policía John Grey durante 14 años. Bobby fue nombrado hijo predilecto. Como siempre hay otra cara de la historia, dicen las malas lenguas que Bobby volvía día tras día a la tumba de su dueño porque los habitantes comenzaron a dejarle comida en la tumba. La verdad, prefiero quedarme con la historia de lealtad
Cementerio Greyfriars
Tras la visita al cementerio y una breve parada para recuperar fuerzas fuimos a Grassmarket. Este lugar nos ha encantado. En el pasado se vendía paja para ganado, pero era más conocida por ser el sitio habitual en el que se colgaba a la gente. Hay historias curiosas en este sitio como la de Maggie Dickson que fue ejecutada, pero cuando iban de camino al cementerio en el ataúd comenzaron a escuchar golpes y es que la buena de Maggie seguía con vida. Como no pudieron ejecutarla dos veces por el mismo delito la dejaron libre y vivió en una casa en esa plaza donde ahora hay un pub con su nombre. Otro pub curioso es The Last Drop (La última gota), menuda guasa tenían…
Grassmarkt
Tras esta visita callejeamos un poco y volvimos a la Royal Mile. Habían pasado casi tres horas y Edimburgo nos estaba encantando. En mi caso me estaba conquistando de nuevo
Nos paramos a comer en un sitio que nos recomendó nuestro guía en la propia Royal Mile en el que probamos el que sería el primer y último Haggies del viaje, The Royal Mile Tavern. El sitio está bien y es agradable, pero aún lo recuerdo como el lugar donde salí derrotado por el famoso Haggis. Aquí una foto del contrincante:
Para los que no conozcáis esta "delicia", está elaborado normalmente con asadura de cordero o pollo, todo ello muy especiado.
Salí derrotado y tuve que pedirme una hamburguesa, que por cierto estaba muy buena. Haggis 1; Yo 0
Sin mucho tiempo para descansar tras el maravilloso almuerzo, volvimos al punto de salida del tour de la mañana ya que el tour de la ciudad nueva comienza en el mismo sitio.
Bajamos por N Bank Street hasta la Galería Nacional Escocesa, desde donde se tienen unas vistas maravillosas de Princess Street y Princess Gardens. Tras un paseo agradable llegamos al monumento de Sir Walter Scott. Me encanta la Royal Mile, pero sin duda mi calle favorita es Princess Street con sus vistas a los jardines y a la parte alta de Edimburgo.
Galería Nacional
Princess Gardens y Monumento Scott
Lo que ahora son unos jardines idílicos para pasear y tumbarse al sol, los pocos días que lo tienen, antiguamente era un gran lago artificial formado por desechos fecales de la ciudad. Una ciudad cada vez más hacinada, sin espacio para construir nuevas viviendas y que cada vez construía más alturas en los edificios debido a esa falta de espacio. Los habitantes de Edimburgo tenían la sana costumbre de lanzar los desperdicios por la ventana para que llegasen al lago. Esto fue un caldo de cultivo perfecto para todo tipo de enfermedades, entre ellas la peste.
Una turista más...
Llegamos hasta el hotel victoriano Balmoral frente al archivo nacional y de ahí caminando vimos St. Andrew Square, la sede del Royal Bank of Scotland a la que entramos y la Galería Nacional de Retratos a la que merece la pena entrar para visitarla principalmente por su hall donde hay pinturas de los principales personajes escoceses a lo largo de la historia, desde William Wallace hasta Robert The Bruce.
Royal Bank of Scotland
Entrar al edificio del RBS merece la pena por su maravillosa cúpula:
National Portrait Gallery
Es muy recomendable que deis un paseo tranquilamente por Heriot Row, calle que va paralela a Queen Street Gardens. En esta calle se sitúa la casa de Robert Louis Stevenson autor del libro la Isla del Tesoro entre otros. Toda esta calle está repleta de edificios Georgianos.
Volvimos caminando hasta Princess Gardens atravesando George Street y Rose Street, calles con mucho encanto y muchos sitios para tomar algo y cenar. Echamos un ojo a uno, Mussel Inn, al que volveríamos después de nuestro Tour de los Fantasmas.
Una de nuestras últimas paradas fue en Princess Street para disfrutar de unas vistas increíbles del Castillo de Edimburgo.
Castillo de Edimburgo
A las 18:30 fuimos al último tour del día de maratones de tours. El tour de los fantasmas está bien, te cuentan historias curiosas, algunas paranormales y otras reales como la de Burke y Hare que vieron un buen negocio en la venta de cadáveres a la Universidad. Para ello, asesinaron a cerca de 20 personas hasta que les arrestaron.
Lo que más nos gustó del tour fue el paseo por Calton Hill. Muy recomendable subir por las vistas de la ciudad. En esta colina se encuentra el Monumento Nacional, templo clásico inacabado. También se puede visitar el Observatorio de la ciudad y el Monumento a Nelson.
Vista de Arthur´s Seat desde Calton Hill
Volvimos andando hasta la Royal Mile y por el camino pasamos por el edificio del Nuevo Parlamento.
Ya habíamos tenido visitas y paseos suficientes en el día, así que nos pusimos en camino al restaurante que habíamos fichado anteriormente, en rose Street el Mussel Inn. Buen sitio para comer mejillones y pescado del día que ellos mismos te recomiendan. Buen sitio a buen precio.
Tuvimos solo un día en Edimburgo pero creemos que lo aprovechamos al máximo. No paramos de patear una ciudad que sin duda me marcó y he conseguido que marque a mi mujer y nuestro amigo. Sin duda volveremos.
Alojamiento: The Cairn Hotel
Comida: The Royal Mile Tavern
Cena: Mussel Inn