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Jueves 31 de agosto de 2017
Habíamos quedado con los de Andaman Camp and Cruise en que se pasarían a buscarnos por el hotel a eso de las 9 y así fue. Por el lobby del hotel apareció una chica de unos cuarenta y pocos años de rasgos tailandeses y entrada en kilos que en un ingles bastante aceptable se presentó como Cherry y nos comunicó que iba a ser nuestra guía. Nos llevó hasta un vetusto todoterreno que había aparcado a la vuelta de la esquina y nos condujo hasta el puerto de donde había salido la excursión a Phi Phi tres días atrás. Cherry era muy amable y simpatiquísima, siempre atenta a nuestras necesidades y respondiendo a todas nuestras preguntas. Además en todo momento sabía cuando darnos un poco de intimidad y dejarnos disfrutar de la visita. En definitiva, fue una guía estupenda.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En el puerto ya nos estaba esperando la longtail que era bastante más grande y con menos asientos que las que habíamos usado en otras excursiones por lo que la sensación de espacio era mayor. En la barca había dos chicos que iban a hacer de tripulación, un treintañero que ejercía de capitán y que no paro de fumar en todo el viaje y otro más jovencito con sombrero de cowboy que hacía de grumete. Ninguno nos dirigió la palabra en todo el día
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El día era magnifico, soleado y despejado y el mar estaba muy calmado. Nos pusimos crema solar y arrancamos el viaje. Cherry nos contó muchas cosas sobre la zona y las islas y nos hizo el viaje muy entretenido.
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Inicialmente bordeamos una pequeña península que cierra la bahía de Ao Nang por el oeste. En ella se levantaba un palacio perteneciente a la familia real. Cherry nos dijo que toda la península, cubierta por un espeso bosque, pertenecía al rey de Tailandia y la entrada al terreno estaba prohibida a los simples mortales. El palacio tenía su propio embarcadero y playa y por supuesto estaba fuertemente custodiado. Por los comentarios de Cherry nos dimos cuenta de que era de los pocos tailandeses críticos con su familia real y con la incondicional admiración que levanta en Tailandia y especialmente con el nuevo rey, un niñato consentido con fama de mujeriego y vividor y que no goza de las mismas simpatías populares que su padre.
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Luego pasamos frente a varias playas con resorts turisticos y frente a un enorme embarcadero donde según Cherry unos barcos estaban cargando mineral procedente de unas minas cercanas.
A lo lejos tierra adentro podíamos ver una montaña llamada la Cresta del Dragón a la que se puede subir en un día en un trekking muy recomendable según nuestra guía.
Y mas al norte se encontraba la desembocadura del río Nai Sa en una bahía llamada Ao Thalane que tiene una extensa zona de manglares donde se puede hacer kayaking en otra de las clásicas excursiones de esta zona y que nosotros no hicimos.
1. ISLAS KOH PAK BIA
Pronto llegamos al archipiélago de pequeñas islas que rodean a la isla Hong. Navegando entre ellas nos dirigimos en primer lugar a la isla Koh Pak Bia. En realidad son dos minúsculas islas cubiertas de selva separadas por apenas 50 metros y que tienen dos pequeñas playas.
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Primero paramos en la isla del este donde Cherry nos dejo un rato para hacer snorkel, sin límite de tiempo y sin prisas. Estuvimos casi una hora dando una vuelta por la isla y disfrutando de peces tropicales, erizos, estrellas de mar y moluscos varios.
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Luego el barco nos cruzó a la otra isla donde habia varios barcos de otras excursiones.
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En la playa había un grupo de chinos que estaban tomando un tentempié cuando de repente, de la selva a sus espaldas surgió un mono macho que con bastante agresividad le birló a una de las chinas una botella de Coca Cola, que por supuesto se puso toda histérica, no es para menos. Cámara en ristre seguí al mono hasta el interior boscoso donde le pegó un mordisco a la botella y comenzó a beber del agujero hasta terminarla. Segun Cherry este era el macho alfa de la manada que vivía en la isla. También nos dijo que a los monos de esta zona les pirra la Coca Cola. Desde luego si se toman varias al día no nos extraña que estén tan nerviositos.
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Esta isla se une a un pequeño islote por una lengua de playa donde nos pegamos otros prolongado baño y seguimos disfrutando de las vistas submarinas. Frente a la playa había una enorme roca redondeada con una base muy delgada, casi como una seta gigante de piedra alrededor de la cual el snorkel era espectacular.
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En uno de nuestros descansos Cherry, que estaba de animada conversación con una guía amiga suya (llevaban a los hijos al mismo cole), nos llamó la atención. Otro de los guías que estaba en ese momento en la isla había conseguido capturar con un palo allí mismo una pequeña serpiente que nos dijo que era una víbora venenosa
. Es lo que tiene la selva, que está llena de bichos!*** Imagen borrada de Tinypic ***
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2. ISLA KOH LAO LA DING
La siguiente parada fue la cercana isla de Koh Lao La Ding. En el trayecto Cherry nos obsequió con un aperitivo de arroz pegajoso con mango envuelto en unas hojas de plátano que estaba exquisito. Nos dijo que toda la comida la cocinaba su jefa, que era una irlandesa que se había casado con un tailandés que había decidido quedarse a vivir a Krabi. Y cocinaba estupendamente!
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Koh Lao La Ding es una pequeña isla alargada con una preciosa cala en su centro rodeada de acantilados y con una minúscula playa, uno de los rincones más especiales de todo Krabi.
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En la playa curiosamente había muchos gatos que viven de la comida de los turistas.
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Atravesando un corto espacio de selva llegamos al lado norte de la isla donde había una playa de guijarros.
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Volvimos a la playa original donde tuvimos otro rato para el snorkel. El agua nos parecía turbia pero al acercarnos nos fijamos que no era suciedad sino una enorme bandada de miles de pececillos que se movían al unísono y provocaban preciosas coreografías al huir de mi hijo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El fondo de esta cala era precioso. Vimos una bandada de peces aguja y varios mejillones gigantes entre otras maravillas.
3. ISLA KOH HONG: LAGUNA AZUL
Al rato volvimos al bote y nos dirigimos ya a la isla Hong. Como isla en tailandés se dice Koh, estuvimos toda la mañana de cachondeo con la visita a la isla Koh Hong (lease cojón
). *** Imagen borrada de Tinypic ***
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Uno de los mayores atractivos de la isla Hong es una laguna natural a la que se entra por un minúsculo pasillo entre acantilados. Como Cherry vió que había mucho tráfico decidió darnos de comer antes. El barco fondeó frente a una pequeña playa al lado de la entrada a la laguna. La playa era preciosa al pie de unas paredes con estalactitas y cuevas
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Allí nos monto una manta y una pequeña mesa baja y nos ofreció varias exquisiteces también cocinadas por su jefa: unos satay de pollo, un guiso de berenjenas y un cerdo con verduras todo ello acompañado de arroz que comimos a la sombra de una pared de piedra caliza con estalactitas mientras disfrutabamos de una preciosa vista del mar y del continuo trasiego de embarcaciones hacia y desde la laguna. Aunque le ofrecimos comer con nosotros, la discreta Cherry nos dejó ese momento de intimidad familiar para nosotros.
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Tras la comida subimos de nuevo al bote y entramos en la laguna. El paso por el desfiladero de entrada es un momento especial que ningun video puede mostrar en todo su esplendor.
Esta laguna recibe el cinematográfico sobrenombre de La Laguna Azul aunque la verdad es que nos pareció más verde que azul. Tuvimos la suerte de que en ese momento apenas hubiera otras embarcaciones en la laguna y pudimos disfrutarla casi en soledad. Cuando nosotros la visitamos la marea estaba muy baja y nuestro capitán iba manejando la barca de un modo muy cauteloso para evitar rozar el suelo ya que la profundidad es de apenas un metro. De hecho muchas motoras después de nosotros no pudieron entrar y se quedaron a la entrada de la laguna originando un atasco de salida monumental. Otra ventaja de los longtail!
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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La laguna es circular y tendrá unos 150 metros de diámetro. Esta rodeada por paredes de roca y colinas completamente cubiertas de vegetación por todas partes excepto por su entrada.
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Nuestros tripulantes dejaron la barca en mitad de la laguna y Cherry nos preguntó si nos apetecía bajar. Y eso hicimos. Si el agua en toda esta zona del mundo está caliente, la de la laguna estaba ardiendo, casi parecía termal, ya que se renueva poco y hoy el sol le estaba dando de lleno. Ademas estaba bastante turbia y el suelo era muy fangoso así que no voy a decir que fuera una experiencia agradable pero sí interesante.
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Nos acercamos caminando hacia el extremo este de la laguna donde había una zona de manglares.
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Allí Cherry nos llamó la atención sobre unos bultos negros colgados de las copas de los árboles. Se trataba de unos murciélagos gigantes que estaban reposando, por supuesto colgados cabeza abajo! No se ven bien porque no me llevé el teleobjetivo pero ahí dejo las fotos.
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Volvimos al barco y salimos de la laguna, no sin antes sufrir un momento surrealista de atasco de barcas que intentaban entrar y salir al mismo tiempo por el estrecho desfiladero de salida.
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4. ISLA KOH HONG: PLAYA
La última parada fue al otro lado de la isla donde nos bajamos en un embarcadero flotante de plástico donde nos recibieron los guardas del parque que nos cobraron la ya famliar tasa diaria de entrada al parque (300 bahts adultos, 100 bahts niños).
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Nos acercamos a la playa formada por dos tramos separados por una enorme roca.
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En el más pequeño, con forma semicircular, y rodeado por paredes verticales, estuvimos haciendo snorkel otro rato en una de las zonas más espectaculares de todo Krabi. Allí vimos una familia de peces payaso (el famoso Nemo de Disney) y unos corales rojos espectaculares.
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Salimos a descansar un rato y a hablar con Cherry y su amiga guía que nos había alcanzado con otra excursión. Allí nos enteramos de que Cherry tenía 4 hijos y que con sus 44 años, estaba embarazada de nuevo de 6 meses! Con razón estaba gordita... Pero no pudimos profundizar mucho en el tema porque de repente comenzamos a oir gritos en el agua y los turistas que estaban buceando comenzaron a salir del agua presas del pánico. En medio de la cala vimos un animal que nadaba hacia una de las paredes.
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Parecía un caimán pero Cherry nos dijo que era un Lagarto Monitor o Varano. Se trata de un reptil pariente del Dragón de Komodo que habita las selvas de Tailandia y que en alguna zonas se considera incluso como una plaga. Nos hallábamos ante un ejemplar de alrededor de metro y medio de longitud. Una vez perdido el miedo inicial (y después de que Cherry nos tranquilizara diciéndonos que eran inofensivos salvo si les provocabamos) nos acercamos lo bastante como para ver detalles del bicho.
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Con nosotros se acercó un inglés que era un "cuñao" y nos estuvo contando la vida y milagros de los lagartos monitor y al que no hicimos mucho caso. Aquí le tenéis en plena disertación:
La verdad es que ver al varano salir del agua y andar por las rocas sacando de vez en cuando su lengua bífida mientras no nos perdía de vista con sus terribles ojos negros fue todo un espectáculo. Finalmente, probablemente más asustado de nosotros que nosotros de él, se zambulló en el agua por el otro lado de la cala y desapareció.
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Y con esta fantástica experiencia, dimos final a la excursión, volvimos al barco y a Ao Nang. La verdad es que no hay color entre una excursión en grupo y una privada. El hecho de disponer de una guía para ti sólo, de poder alterar el itinerario en función de la afluencia de turistas a cada isla o simplemente de nuestros deseos y sobre todo de no tener prisa y poder disfrutar el tiempo que nos apeteciera en cada lugar, hacen que el tour privado sea la mejor forma de disfrutar de estos espléndidos parajes. También tengo que decir que tuvimos un día espléndido, sin una nube en todo el dÍa, que las islas que visitamos fueron las más bonitas de todo el viaje y que nuestra guía Cherry hizo un excelente trabajo. ¡Además habíamos visto un montón de bichos: monos locos, víboras venenosas, murciélagos gigantes y un lagarto monitor! Todo esto logró disipar para siempre la mala impresión que nos llevamos el día de la excursión a las Phi Phi. Pero claro, la diferencia de precio es muy sustancial y no todo el mundo se la puede permitir, especialmente si vas a hacer varias excursiones
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Y hablando de precio, una vez en el puerto nos estaba esperando la jefa de Cherry (y cocinera oficial de la empresa), una pálida, pelirroja y obesa irlandesa que estaba cuidando del negocio. Después de un poco de charla ligera, abonamos los 4000 bahts que nos faltaban de pagar, dejamos propina a los 2 marineros y nos despedimos. Cherry nos devolvió al hotel en su coche, le dejamos una estupenda propina que nos agradeció excesivamente y nos despedimos de ella deseándole suerte en su embarazo.
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El día no dió para mucho mas. Otro rato de piscina y relax, ducha y salimos a cenar. Para celebrar este día tan estupendo decidimos darnos un homenaje y nos acercamos hasta un restaurante muy bien valorado en TripAdvisor llamando Jenna`s Bistro & Wine, un elegante restaurante de cocina internacional con camareros estirados y clientela pudiente. Cenamos muy bien una selección de entrantes thai y de segundo un filete, un pork belly asado lentamente y un curry massaman de buey wagyu, todo estupendo y regado con un buen vino europeo. La factura fue superior a lo que estábamos acostumbrados pero tampoco se salió de madre (2900 bahts, unos 76€) y mereció la pena
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. Entiendo que con Mae te refieres a Mae Hong Song.
Lo de Ao Nang lo había descartado porque ya hemos estado en Krabi antes, estuvimos en el Sheraton pero ibamos allí a coger los ferries y prefería conocer algo nuevo. Koh Lipe lo había descartado porque o yo no lo se mirar bien o el traslado hasta allí es bastante largo (he visto que se tardan unas 3 o 4 horas desde el aeropuerto de Hat Yai) y nosotros somos un poco comodones, la verdad. Koh Samui la descarto porque... 
