En el foro losviajeros.com nos aconsejaron ir a la garganta Patsos y como nos cuadra en el viaje, nos aventuramos en ella. Es una ruta de unas 2 horas ida y vuelta, por el camino primero te encuentras con una pequeña ermita cueva de San Antonio donde la gente deja sus peticiones y sus muestras de agradecimiento por curarse, es como una pequeña Lourdes, después te encontrarás escaleras de madera, cuerdas, puentecillos, cadenas… para poder ir cruzando el cauce del río y los huecos entre las piedras, es muy divertido y al final llegas a un lago que es una presa. Llevaros algo para comer cuando lleguéis a la presa y descansar un rato disfrutando de las vistas para luego volver por el mismo camino. Al llegar hay parking junto al restaurante, bajando la cuesta ves zona de aparcamiento pero vete hasta abajo porque no hay problema de sitio, nosotros estábamos solos y a la vuelta ya empezamos a ver más gente pero poca.
Muy recomendable esta ruta si te gusta el senderismo y un poco de aventura, además es corta y si no te atreves con la garganta samaria por ser muchas horas, ésta puede ser una buena opción, aunque por Creta tienes infinidad de rutas por gangantas.
Después del paseo nos vamos a Georgiopolis a comer y a ver la capilla en medio del mar, hay un camino de piedras para llegar hasta ella y es espectacular, es increíble donde suelen construir las ermitas, iglesias estos griegos. Ya sólo por ver éste espectáculo tenéis que hacer una parada en este pueblecito. Al ir hacia la playa nos fuimos fijando en los restaurantes para saber luego donde comer, nos gustaron un par, pero primero vamos a la ermita. El mar está más o menos tranquilito así que no nos mojaremos mucho, ya que el camino se adentra en el mar hasta llegar a la ermita, no vayais en chanclas porque las piedras son irregulares y la gente termina descalza. Cuando viene alguna ola lo mejor pararte y luego seguir, es divertido llegar.
Dentro de la ermita se está de maravilla, corre la brisa y se respira un ambiente relajante que llega a emocionar, estamos un rato sentados disfrutando y volvemos que empieza a apretar el hambre y Pichin con hambre no es persona. Elegimos el restaurante Nostos, muy muy muy pero que muy recomendable, lo tienen decorado precioso, es un restaurante familiar y la comida está riquísima, con mucho gusto y una amabilidad increíble, una maravilla de sitio, son encantadores. No es tan barato como en otros sitios pero tampoco es caro y merece muchísimo la pena, así que si vais a Georgiopolis ir y comprobarlo no os vais a arrepentir. Pedimos mejillones saganaki, salmón, kalamari (que los sirven dos enteros sin cortar en rodajas, una delicia para el paladar), fix, agua, batido de pistacho y ellos te ofrecen como relgao de la casa helado casero. No sale por 37’80. Los mejillones decir que son los mejores que he probado en mi vida con esa salsa madre mía, me viene el recuerdo del sabor y se me hace la boca agua.
Cuando pagamos al camarero (que es un chavalín jovencito, será el hijo), le decimos ine nostimo (que significa que está todo buenísimo) y al irnos toda la familia que está comiendo en una de las mesas nos saluda encantados y le digo a la camarera ine nostimo y todos diciendo oooooooohhh ahhhh efjaristó poli (muchas gracias) nos dió pena irnos, que gente tan encantadora de verdad.
Con la tripa llena nos vamos al lago Kournia, aquí hay parking donde veas dos restaurantes y además a la sombrita, en el lago tienes para alquilar cochecitos de pedales y las tumbonas son gratis, aquí pasamos la tarde, nos damos algún chapuzón y a tostarnos un poco al solete, muy buen ambiente.
Hoy nos vamos a Chania y ya establecemos el campamento aquí para el resto del viaje, lo que sí en Chania nos cuesta aparcar muchísimo porque como no conocemos la ciudad nos queremos acercar al apartamento y claro al ser más céntrico estamos media hora dando vueltas y vueltas y por fin por el mercado podemos aparcar. El resto de días aparcaríamos por la zona de la estación de autobuses que está muy cerca del centro y por allí es muchísimo más fácil aparcar.
Como aparcamos enfrente de un kiosko y la señora nos dice que está bien aparcado y que no hay que pagar, ya le compramos unos curasanes y alguna cosilla para cenar y al apartamento que nos está esperando la chica del apartamento de airbnb. A cenar y a descansar que vaya día intenso.