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Dejamos en el hotel las maletas que no llevaremos al sur. Fueron muy amables ofreciéndonos poder desayunar a las 4. El desayuno es sencillo, pero sin queja: mesas muy bien preparadas, en el centro hay fruta variada, sacarina, azúcar, infusiones, cacao, cereales y avena, además nos trajeron pan caliente, mermelada, mantequilla y café). A las 4:30 cogimos el taxi que ya habíamos contratado con el hotel para ir al aeropuerto (20.000cpl) el trayecto duró unos 25 minutos, ya que apenas había trafico. Hasta el embarque a las 6 no tuvimos tiempo libre, debido a las grandes colas para facturar y luego para pasar a la zona de embarque.
El vuelo con SKY (airbus A319) salio a las 6:30, llegando a Punta Arenas aeropuerto a las 10. (124$ i/v)
El aeropuerto es muy pequeño. Se coge la maleta y se sale, no hubo ningún control...eso si, como siempre los perros polis que husmean entre la gente durante la recogida de equipajes A la salida están los taxis y la parada de buses. Teníamos reservado con BusSur a las 12:30 pero llegamos justo para la salida del de las 10:30, pudimos subir sin problema, así que rumbo hacia P. Natales. (vimos que los taxis cobran 5000 cpl desde el aeropuerto hasta la ciudad de Punta Arenas). El paisaje es muy monótono, sin árboles, todo estepa patagónica, o sea desértico, pero nada de nada, ni una sola casa o gasolinera. A lo largo del recorrido se ven ovejas, vacas, ñandúes y guanacos .
Llegamos sobre las 13:00 h. A la estación de buses de Rodoviario. La estación está muy bien organizada, hay una oficina de turismo y están todas las agencias de buses.
Al salir contraste de tiempo: viento muy frío. Nos pusimos a buscar el hotel Hallef...no lo encontramos y dimos la vuelta a la oficina de turismo de la estación. Tras las indicaciones conseguimos llegar y la verdad que no estaba muy lejos (unos 10 min. desde la estación)
Aún no teníamos habitaciones, así que dejamos maletas y con el plano del hotel fuimos a buscar donde comer.
Comimos en "La Picada de Carlitos" (aconsejado en el foro) lomo y salmón a lo pobre, agua, ½ de vino y el 10% de propina (23.650 cpl). Todo buenísimo.
Y a conocer el pueblo. Nos llamó la atención la construcción de las casas, ya que prácticamente la totalidad de ellas son prefabricadas. Por fuera todas son parecidas y muchos negocios no se distinguen hasta que no estas delante y ves que las ventanas han sido sustituidas por escaparates.
Algunas calles están bien, pero en general son calles no muy bonitas, poco iluminadas y poco cuidadas. Fuimos hasta la Plaza de armas, donde esta la Iglesia y bajamos hasta el puerto donde está una oficina de turismo y la “Estatua del viento”.
La vista del agua (que es un fiordo del pacífico) con las montañas nevadas al fondo dejaba ver un bonito atardecer. Decir que hoy nos tocó un día de los que puede darse en esta zona: frío a la llegada, sol a media mañana, lluvia y granizo al comienzo de la tarde, luego nublado, pero sin viento, o sea que un frío llevadero.
Volvimos al hotel para entrar en la habitación. El hotel Hallef (70 $US) fue una buena elección. Todo muy limpio, habitación cómoda y personal muy amable. Totalmente recomendable.
Después salimos a patear el pueblo. Todas las calles son parecidas, entramos en un supermercado y en alguna de sus tiendas, los precios de comida muy parecidos a España, las ropas son un estilo como hace algunos años aquí, y de deporte no tienen tanta variedad como yo creía por ser zona de paso para montaña y trekking. Luego buscamos lugar para cenar, fuimos donde nos aconsejaron en el hotel, ya que queríamos probar la centolla. “Restaurante Santolla”, se dedica principalmente a pescado y marisco, es uno de los más caros, pero reconozco que mereció la pena. El restaurante son unos contenedores, pero dentro está puesto con mucho gusto.
Como todo en P. Natales, la fachada no identifica el interior. Cenamos una tapa de ostiones en salsa (vieiras), un tentáculo de pulpo y una ración de Pierna Santolla, (patas de centolla en una salsa caliente estaba todo buenísimo, ademas agua, cerveza del país y un postre de puding de pan. Todo riquísimo costó 37.400cpl, hay q tener en cuenta que una centolla entera es lo más caro que hay, cuesta 80.000cpl, pero creo que merece la pena probar aunque sean solo las patas. La ración que nos pusieron de patas de centolla parecía pequeña, pero la comimos entre los dos y quizás por como venía preparada, llenaba bastante.
Vuelta al hotel que mañana toca madrugar de nuevo
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