Día 4: Plovdiv y tren nocturno a Turquía
Creo que P y yo estamos de acuerdo en una cosa, este fue el peor día de todo el viaje. El tren nocturno salía pasadas las 11 de la noche e ibamos a tener que cargar las mochilas y hacer tiempo hasta entonces, sólo que pensábamos que no se nos haría tan largo.
Nos despertamos algo más tarde de lo habitual, entregamos las llaves y por culpa del idioma no pudimos ni preguntar si podíamos dejar las mochilas, pero como apenas suponían un peso las cargamos. Salimos a explorar la Old City que nos quedaba a tiro de piedra del hostal, al ser domingo todo abría muchísimo más tarde así que prácticamente eramos los únicos en todo el centro y pudimos campar a nuestras anchas.
Paseando llegamos al distrito o barrio de Kapana, muy moderno, donde nos sentamos en uno de los pocos bares que hay abiertos en ese momento, el Monkey House que por cierto tiene un café excelente. Pedimos dos lattes y dos trozos de bizcocho por 10'50LEV (5'25€). Otra buena opción hubiera sido desayunar en la casa de té turca adosada a la mezquita.
Para comer nos plantamos en el Rahat Tepe, un restaurante en la parte alta de la old city con vistas a la ciudad. Cutre salchichero como todos, parece una trampa para turistas pero son todo locales así que nos sentamos en uno de los banquitos y pedimos 2 cervezas, una ensalada shopska, un mix de salchichas y 2 cappuccinos por 20'40LEV (10'20€).
Paseamos y paseamos, porqué claro, teníamos que hacer tiempo hasta las 23, que de haberlo sabido, hubiera cogido la habitación otra noche más o la hubiera alquilado para la tarde pues se nos hizo eterno.
Aprovechamos para hacer las últimas compras en Bulgaria, una taza por 3LEV, un muñeco reproduciendo el personaje folklorico de por 26LEV y 2 servilletas por 4LEV.
Nos sentamos en un bar muy chulo en Kopana a tomar un café y una cerveza por 6LEV.
Luego cenamos en el Supa Bar de la calle Gladstone, dos sopas por 8LEV y cambiamos 100€ a liras turcas.
En un Billa compramos queso sereni, olivas, la famosa salsa búlgara Lubinitza o algo por el estilo, tres crosisants y un yogur por 9'53LEV.
Y huelga decir que vimos absolutamente toda Plovdiv. Es más, diría que la he visto tres o cuatro veces.
Incluso fuimos a la estación con 3 horas por delante, pero al ver aquel deprimente y desolado edificio en obras, decidimos buscar un bar donde pasar un rato. Encontramos el Vintage Café, muy acogedor donde nos tomamos 2 lattes y un café por unos 10LEV.
En la estación tanto los taquilleros como los controladores nos dijeron que el tren a Istanbul pasaba por el track 4, pero tras muchos avisos pregunté a un chico que resultó ser turco y nos dijo que lo habían pasado a otra vía, la 5. Ningún drama pero para un tren internacional, un aviso en inglés tampoco vendría mal.
Llegó el tren, el revisor miró los billetes y nos enseñó nuestro couchette, dos literas , una neverita, un armario y una pica, más que suficiente.
La noche es movidita: toc toc ticket control, toc toc passport control, toc toc visa control. A las 02:37 am paramos en Kapikule, donde bajamos todos los pasajeros, la mayoría en pijama y hacemos cola para enseñar el pasaporte y obtener la visa.
Somos los únicos que la compramos on arrival y nos hacen pasar a un despachito donde nos preguntan que a dónde vamos, cuántos días estaremos, donde nos alojaremos y que si conocemos a Arda Tourán. El chico simpatiquísimo, eso sí.
Pagamos los 50€ de las visas y nos da la bienvenida a Turquía.
Caemos de nuevo en la cama para que toc toc ticket control. Por fin cuando ya estaba en el tercer sueño toc toc Halkali. Miro el reloj y son las 6:45, nos acercamos a la estación de Halkali en Estambul. Nos vestimos, roemos los croissants que traíamos y miramos el amanecer por la ventanilla.
Llegamos a Halkali a las 7:30 y nos suben a todos a un bus gratuito que tras una hora se planta en Sirkeci, la antigua estación de tren.
Hola Estambul!!!
Gastos:
Alojamiento y transporte: el tren por el cual habíamos pagado 58€
Comida y mucha bebida: 32€
Visa: 50€
Compras: 21'5€
Total sin visas ni compras: 90€ /2: 45€ por persona