Dia 7: Shangri-la ✏️ Diarios de Viajes de China

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18/10/2017

Nos levantamos temprano y descansados, habíamos dormido con una manta eléctrica en la cama y esto para mi que soy de lo más friolera fue la gloria. Hablando la noche anterior con la chica del hotel que era muy simpática y hablaba inglés nos propuso alquilar unas bicis e ir a dar la vuelta a un lago.

Siguiendo su consejo nos fuimos hasta la tienda de alquiler de bicicletas y motos para alquilar nuestras bicis. Nos costaron 30 yuan cada bici para todo el día. El señor, como pudo, nos dió un mapa y nos explicó como llegar al lago.

Tengo que confesar que durante los primeros veinte minutos pedaleando pensé que nos habíamos equivocado, que el paisaje era feo y que no valía mucho la pena. Pero todo cambió cuando dejamos atrás la ciudad de Shangri-la. Empezamos a ver yaks, caballos y cerdos. Los caballos estaban en mitad del lago, con el agua hasta medio de las patas.

En realidad, tengo que aclarar que más que un lago parecía un humedal. No puedo explicar lo que vimos, las colinas se reflejaban en el agua, se mezclaba el color verde con el azul y las flores rojas de otoño brillaban con el sol. Paramos muchas veces a hacer fotos. De echo, nos cruzamos con unos turistas asiáticos que estaban haciendo un tour fotográfico.

Al final se me hizo un poco pesado porque estaba cansada de pedalear, de echo casi todos los que nos cruzábamos habían alquilado una moto en vez de una bici. En la zona también hay unos miradores, porque se ve que es una reserva natural por donde migran muchas aves.

Al final llegamos al monasterio Sungtselin , el mayor monasterio budista tibetano de la provincia de Yunnan, con más de 300 años de antigüedad y sus 21 templos. Hicimos la visita al monasterio previo pago de las entradas.

Del Monasterio a Shangri-la es casi todo bajada y pasa rápido.

Por la noche nos fuímos a la plaza y me puse a bailar con los locales, me encantó la experiencia. : )

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